¿Se puede vetar una ley que ya entró en vigor?
| Autor | Aulio Gelio Gulbenkian |
| Páginas | 60-62 |
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El libro que nos propone hoy es un libro de dogmática jurídica donde, como nos tiene acostumbrados, combina su sapiencia como doctrinario y como juez explicando de manera didáctica las leyes a través del contenido de la jurisprudencia y de un análisis critico de ésta, trazando también senderos de avanzada. Este libro no pertenece a esta clase; estamos ante un libro donde se plasma su obra judicial, toda vez que pone a nuestro alcance los votos particulares que emitió en las diferentes resoluciones que recayeron durante el trámite y resolución final de la controversia constitucional 109/2004-PL, promovida por el Poder Ejecutivo Federal, conocida públicamente como al controversia sobre el presupuesto de esresos, sometiendo de esta manera a juicio público su actuación como Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Don Genaro nos presenta una compilación en la que se plasma el desarrollo de esta controversia constitucional a manera de una fotografía panorámica, donde si bien la esencia del retrato radica en sus votos particulares, nos sitúa en el contexto con las diferentes sentencias y con los debates que dieron lusar a cada una de estas resoluciones. Es decir, podemos ver las ramas pero sin perder la visión del árbol.
No cabe duda que el mundo y nuestro país han cambiado, no sólo por los vertiginosos sucesos políticos y económicos, sino por el impulso tecnológico, y también por la demanda de la ciudadanía de conocer los asuntos públicos. Recuerdo que en mi época de estudiante y durante mi ejercicio profesional era verdaderamente difícil conocer hermética. Hoy todo es distinto: Los abogados deseosos de aprender lo necesario para defender a su cliente, los académicos siempre ávidos de escribir, explicándonos su visión del mundo jurídico, los líderes de opinión, los medios masivos de información y, por supuesto, los ciudadanos, pueden conocer los debates y resoluciones de nuestro Alto Tribunal de manera casi instantánea.
Este renovado acercamiento de la opinión pública, impulsado por una ardua labor periodística y por un despertar de conciencia, debe dejarnos satisfechos. Sisnifica que avanzamos hacia un verdadero Estado de Derecho, compuesto por auténticos ciudadanos opinando y preguntando sobre los asuntos públicos, en el que cuestionar también es una muestra de ciudadanía.
En este contexto, no basta con que la labor de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sea conocida, sino que simultáneamente sus sentencias y los razonamientos de los Ministros deben ser objeto de análisis severos por los especialistas de la materia y por los líderes de opinión, pero especialmente por los ciudadanos, pues se trata del Tribunal Constitucional quien, en última instancia, interpreta fijando el sentido de los preceptos constitucionales, muchas veces adicionando nuevos contenidos a la Constitución y algunas veces interpretando inclusive en contra de su texto expreso, marcando los senderos por donde debe circular la vida de la Nación, lo cual es un asunto de la mayor relevancia. Recientemente algún Ministro opinó en la sesión pública que siempre había pensado que resolver contradicciones de tesis era la labor más importante de la Suprema Corte, lo cual me parece incorrecto. Es cierto que la labor de máximo intérprete de la legalidad es de suma importancia, pero es la labor del Tribunal Constitucional la que define los grandes trazos de nuestro devenir como país.
No abundaré sobre los antecedentes de la controversia...
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