La psicología social como fuente teórica de la comunicología breves reflexiones para explorar un espacio conceptual común

AutorMarta Rizo García
CargoDoctora en comunicación por la Universidad Autónoma de Barcelona (España)
Páginas163-184

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Introducción: interacción y comunicación

La comunicación se ha definido desde enfoques muy distintos a lo largo de su historia como campo de pensamiento. Uno de ellos, el que pone el Page 164 acento en las definiciones originarias del término,1 es el que la vincula con la interacción. La comunicación, como fundamento de la interacción social, es el mecanismo que ha hecho posible la existencia de lo que llamamos sociedad. Es el principio básico de la organización social, y como tal, es requisito indispensable para las relaciones sociales. Todo ello pone de manifiesto que la comunicación es un proceso social articulado en torno al fenómeno de compartir, de poner en común, de vincular.

Esta primera aproximación al concepto de comunicación apunta hacia la necesidad de profundizar en la exploración de su materia prima, la interacción. Y para ello, una de las estrategias posibles es la revisión del espacio conceptual de una de las disciplinas que más han abordado la interacción: la psicología social. La elección no es azarosa, es parte de la propuesta teórica del Grupo Hacia una Comunicología Posible,2 que parte de la existencia de cuatro grandes dimensiones de estudio de la comunicología -expresión, difusión, interacción y estructuración-, y de siete fuentes teóricas básicas para la reconstrucción del pensamiento comunicológico -economía política, cibernética, semio-lingüística, sociología funcionalista, sociología crítica-cultural, sociología fenomenológica y psicología social-. Siendo las dos últimas fuentes las menos exploradas y trabajadas en el campo académico de la comunicación, por el predominio de los estudios sobre medios de difusión, se considera primordial un primer acercamiento a sus espacios conceptuales, así como a sus posibles aportaciones hacia una construcción teórica de la interacción y, por ende, de la comunicación. En este trabajo nos centramos únicamente en la fuente psico-social.3 Page 165

La interacción es escenario de la comunicación, y a la inversa. No existe una sin la otra. En el proceso de comunicación los sujetos proyectan sus subjetividades y modelos del mundo, interactúan desde sus lugares de construcción de sentido. En términos muy generales, la interacción puede ser comprendida como "el intercambio y la negociación del sentido entre dos o más participantes situados en contextos sociales" (O'Sullivan, et al., 1997: 196). Otra definición, también general, apunta que "en la interacción social, el acento está puesto en la comunicación y la reciprocidad entre quienes promulgan, utilizan y construyen los códigos y las reglas" (O'Sullivan, et al., 1997: 196). Ambas definiciones ponen de manifiesto que sólo hay interacción social si hay una reciprocidad observable por parte de otros. En el proyecto Hacia una Comunicología Posible, la interacción es definida como el "corazón de la comunicología" (Galindo, 2003), y en un sentido más específico, se la define como la relación entre sistemas de comunicación, para diferenciarla de los sistemas de información o medios de difusión.

Generalmente se asocia el término interacción al de comunicación interpersonal, a las relaciones de comunicación en situación de co-presencia. Por ello, hay que establecer algunas ideas básicas que ayuden a entender qué es la comunicación interpersonal y cómo ésta se relaciona con la interacción. Para empezar, se considera que la comunicación interpersonal es la base de todas las comunicaciones humanas, al com-prender interacciones en las que los individuos ejercen influencia recíproca sobre sus respectivos comportamientos, siempre en una situación de presencia física simultánea. En la relación de interacción, cada interlocutor intenta adaptarse al comportamiento y expectativas del otro, puesto que la interacción implica el establecimiento de reglas, normas y dinámicas compartidas. Siguiendo a Goffman (1971), las interacciones son la realización, regular y rutinaria de los encuentros, es decir, son situaciones sociales completas, lo cual las aleja de los actos lineales de transmisión de información.

Exploración del espacio conceptual de la psicología social

La psicología social nace a principios del siglo XX. En 1908 se publican dos de las obras que se consideran fundadoras de este campo de Page 166 conocimiento: Social Psychology: An Outline and Source Book, de E. A. Ross; e Introduction to Social Psychology, de W. McDougall.

En términos generales, y a pesar de que todavía no parece haber consenso en el establecimiento de límites que separen la psicología social de los campos de la psicología y la sociología, se suele marcar como objetivo principal de la psicología social la armonización de los enfoques individuales y sociales en la reflexión sobre la realidad. El interés básico de esta disciplina radica en el análisis de las interacciones sociales entre individuos y entre grupos humanos.

Existen muchas definiciones de la psicología social. Entre ellas, destacan las que ponen el acento en su carácter de disciplina que estudia "las influencias que las personas tienen sobre las creencias o conductas de otros" (Aronson, 1979), o bien aquellas que afirman que la psicología social intenta comprender "cómo el pensamiento, los sentimientos o la conducta de los individuos están influidos por la presencia actual, imaginada o implícita de los demás" (Allport, 1968), o las que la definen como el "estudio científico de las manifestaciones de comportamiento de carácter situacional suscitadas por la interacción de una persona con otras personas o por la mera expectativa de tal interacción, así como de los estados internos que se infieren lógicamente de estas manifestaciones" (Rodrigues, 1981). En todos los casos sobresalen las referencias a la influencia social y a la interacción entre individuos, sea esta última real o imaginaria.

Una de las corrientes de mayor importancia dentro del pensamiento psico-social, aunque en algunos casos se ha ubicado dentro de corrientes de corte más sociológico y fenomenológico, es el llamado Interaccionismo Simbólico, cuyo origen se fecha en 1938, cuando Herbert Blumer bautiza con este nombre a la corriente. El interaccionismo simbólico pone el acento en la importancia de la negociación de sentido entre sujetos sociales; considera que la conducta humana no se basa en el esquema de estímulo-respuesta propuesto por el conductismo más radical; otorga un enorme privilegio al estudio de los contextos sociales en los que tienen lugar las interacciones cotidianas entre individuos; y pone énfasis en la necesidad de tomar en cuenta la interdependencia que existe entre las variables que participan en una situación concreta de interacción. Page 167

El punto de partida básico del interaccionismo simbólico,4 y que lo sitúa de lleno en las reflexiones aportadas por los enfoques psico-sociales, es que los seres humanos no viven aislados, sino formando parte de grupos y en interacción permanente con otras personas. Así, se retoma la dialéctica entre lo individual y lo social, que ha guiado el pensamiento de la psicología social desde sus inicios.

El espacio conceptual de la psicología social tiene un carácter eminentemente interdisciplinario. Sus reflexiones se han constituido a partir del contacto con otros enfoques y perspectivas, de ahí que en ocasiones se complique su definición y la acotación de su especificidad como mirada sobre lo social. Desde su nacimiento, la psicología social aborda temas relacionados con la influencia social y la interacción, pero en términos más específicos, se pueden enlistar algunos conceptos o campos de reflexión privilegiados por el enfoque psico-social, a saber: la percepción social, la cognición social, las actitudes, la persuasión, la socialización, las conductas sociales, la personalidad, el comportamiento y la estructura de los grupos sociales, la relación entre el ambiente y el comportamiento, y la comunicación humana, entre otros. A su vez, dentro de las reflexiones sobre la comunicación humana desde la perspectiva psico-social, destacan referencias al lenguaje verbal y no verbal, a los rumores y a la construcción de la opinión pública.5

Como se puede observar, la psicología social se ha interesado por un amplio abanico de fenómenos que han sido también abordados por otras disciplinas. En términos generales, todos los fenómenos comparten el ser a la vez individuales y sociales, lo cual delimita ya una de las especificidades de este enfoque. La amplitud del espacio conceptual de esta disciplina -si es que así puede ser denominada- conlleva a una gran variedad de teorías, entre las cuales, además del interaccionismo simbólico ya señalado, destacan el psicoanálisis social, el conductismo social, Page 168 la teoría del aprendizaje social, las teorías del intercambio social, la teoría de la Gestalt y el sociocognotivismo, entre otras. Pese a que todas ellas parten de una misma premisa general -los hechos sociales no pueden abordarse sin tomar en cuenta al sujeto individual, y a la inversa-, cabe destacar que cada propuesta acentúa elementos o fenómenos específicos. Después de exponer de forma general la historia de la psicología social, haré una breve referencia a las especificidades de cada una de estas teorías.

Un poco de historia: de la génesis a la actualidad de la psicología social

La psicología social es una disciplina relativamente reciente. Sus antecedentes básicos se pueden hallar durante la primera mitad del siglo XX, en el desarrollo de las ciencias sociales en Francia (Durkheim, Tarde, Le Bon), Alemania (Marx), Gran Bretaña (Spencer) y en Estados Unidos (James).

La psicología social toma un rumbo distinto cuando empieza a desarrollarse como...

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