A propósito de los eufemismos 'bondadosos
Autor | Gerardo Pérez Silva |
Páginas | 62-63 |
UN AÑO DE REFLEXIÓN EN TORNO
A LOS DERECHOS HUMANOS
62
Vivimos el inicio del siglo XXI car-
gando el fatídico lastre del siglo XX,
las sombras de los entenebrecidos
odios y tragedias que han marcado
decisivamente la humanidad nos
siguen envolviendo. Para mitigar
esta tragedia, buscamos crear refi -
namientos ridículos que nos con-
ducen a las actitudes light, toda
una nueva forma de ver la vida, que
merece los califi cativos de “reduci-
do, aguado, vacío de contenido”. Es
ahí, donde al aparato gubernamen-
tal, del poder y con las instituciones
que lo conforman, le es fácil des-
plegar todo un diccionario piadoso
en donde lo que es se disfraza para
que sea menos, o peor aún, se anu-
le al perecer ipso facto en el propio
eufemismo lanzado.
La actitud light hace que los huma-
nos vivan en una especie de conva-
lecencia, en un letargo fútil, en un
espejismo sin retorno. Representa
a una humanidad frágil, delicadí-
sima, incapaz de asimilar siquiera
que el pan es pan y que el vino es
vino.
Este diccionario piadoso del que ha-
blo, quiere expresar el más extremo
de los cuidados, la fi nura de trato
más caballeresca, para contrarres-
tar, en los niveles del preconsciente
con el nacionalismo agresivo y con
el racismo criminal y tosco, desple-
gados en el siglo genocida, así lla-
mado el XX por Mikhail Fersen.
Estas expresivas delicadezas, eruc-
tos de compasión superfi cial, son
eufemismos que parecen nacer de
una afán por no herir, pero resul-
ta –es curioso- que en realidad es
el producto de una hipocresía tan
soberbia como ofensiva que no
queriendo ser hiriente resulta que
son directamente hirientes, des-
pectivos; dirían algunos. Y es que
con una actitud neurótica se busca
disfrazar el vocablo verdadero, con
un sentido moral excelso, procla-
mando una laudable delicadeza de
intención. Más lo único que logra,
como la ropa ligera, señala Héc-
tor Gally, “es subrayar a partir del
ocultamiento, de modo que se tra-
duce, semióticamente en disimula-
da agresión, en susurro agresivo e
irrespetuoso, igual a como sucede
en los lugares públicos donde el in-
sulto se prohíbe expresamente”.
Hablamos de “adultos mayores”,
de “la tercera edad”, de “adultos en
plenitud” para designar a nuestros
viejos, a nuestros ancianos. ¿En qué
A PROPÓ SITO DE LOS EUFEMISMOS
“BONDADOSOS”...
Gerardo Pérez Silva
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