Productividad femenina. Enfrentemos la necesidad de un cambio de paradigma

AutorMaría del Carmen Romo Ruiz
CargoProfesora, Universidad Anáhuac México Sur
Páginas51-52

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Es importante considerar que la incorporación de la mujer al trabajo "laboral", en términos no de oficio sino con un salario, ha ocurrido de manera diferente al desarrollo de "manera natural" del hombre.

A partir de la Segunda Guerra Mundial, cuando de forma clara se incorpora la mujer al sector productivo, y se inician diferentes políticas para determinar horas laborales para las madres y mujeres embarazadas.

Recordemos que, en tiempos remotos, el hombre se enfocaba en ir a cazar para traer el sustento a la familia, así como a proteger a la familia de los ataques de las fieras; por su parte, la mujer se quedaba recolectando frutos y vegetales.1

La mujer se ha enfrentado a este nuevo rol laboral algunas veces de manera "necesaria" como parte del soporte económico de la familia, y en muchas ocasiones como el eje del mismo. Hoy, ante el gran índice de divorcios, el único sustento de la familia es la mujer.

Asimismo, no podemos dejar a un lado que hay una gran tendencia de la mujer actual a querer igualar su desarrollo con el del hombre; a veces, como parte de esta "nueva cultura" en donde la mujer, si así lo queremos ver, ha querido luchar por "sentirse plenamente desarrollada", iguala sus derechos a los del hombre y, por ende, con las mismasjornadas de trabajo (instituidas para ambos sexos).

Esto no es sorprendente, si contemplamos que la incorporación de las mujeres al mercado laboral es un reflejo de varios factores entre los que destacan: su acceso a mayor nivel educativo, la necesidad económica de dos sueldos o "su sueldo" para poder cubrir los gastos familiares, factor fundamental, como ya se comentó, así como la sapiencia de algunas industrias que han encontrado que su perfil de habilidades, les permiten tener un mejor desempeño en ciertas labores como la maquila.

Sin embargo, la mujer ha sumado este nuevo rol a otros en los que tiene que desenvolverse "fuera del área laboral", por ejemplo: madre, esposa, amiga, hija, ama de casa, etc. Conjugarlos se ha vuelto todo un arte, y más si vemos que las jornadas laborales, en muchos casos, no se limitan a las ocho horas diarias o 40...

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