Prólogo a la primera edición

AutorMario A. Gonzáles Llanes
Páginas16-18

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Es de todos sabido que la disciplina es una virtud que intuye, pero también impone. De esto proviene el individuo solemne y ceremonioso; esa es y debe ser la virtud de quien ostenta la investidura de Agente del Ministerio Público de la Federación.

El Agente del Ministerio Público de la Federación debe poseer como característica la adustez del mando, la recidumbre, la tenacidad, la templanza, la rectitud a toda prueba y la impenetrabilidad del pensamiento, para con ello, aspirar a tal ejercicio como medio para poner en práctica los principios e ideas en beneficio del pueblo en el que nos hemos forjado; efectivamente, ya que -lo sabemos todos- cuando una ley es clara, no es lícito eludir su letra, por lo que el respeto a la ley es el primer paso para lograr el bienestar de una sociedad.

Sin dejar de mencionar, por supuesto, que la observancia de la ley por parte de las autoridades es la única forma de legitimarse como tales, preservar y respetar los preceptos legales y utilizar la legalidad como instrumento para legitimar, manteniendo viva la idea de la reforma, la defensa de la República y la Soberanía Nacional, para la cohesión de la Nación.

No debemos olvidar la enseñanza de Juárez cuando expresó: "Todo lo que México no haga por sí mismo para ser libre, no debe esperar, ni conviene que espere, que otros gobiernos u otras naciones hagan por él".

Existe un hecho con su necesaria consecuencia el cual no podemos eludir en cada uno de nosotros, que como aboga-

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do se juega el destino del derecho, se pone en predicamento, se salva o se pierde la justicia; del mismo modo, en cada Agente del Ministerio Público se pone en juego el crédito, la dignidad y la eficiencia de la institución. Cada uno, por quien encarna al Ministerio Público, tiene un papel relevante que cumplir y una delicada responsabilidad.

¿Cuál es, en estos términos, el quehacer del Ministerio Público?, la respuesta seguramente será: "Perseguir, castigar, investigar, sancionar o promover la sanción". Esta es la imagen, este es el dato tradicional, pero no es ésta la más elevada función del Ministerio Público, la más suya, la más alta. Debe, en todo caso, ser más característica la vigilancia de la observancia de los principios de Constitucionalidad y Legalidad.

Con este concepto se inicia el catálogo de atribución que al Ministerio Público de la Federación reconoce la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República y lo hace de una manera expresiva...

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