La prevención del delito

AutorRodolfo Ríos Garza
Páginas179-184

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Rodolfo Ríos Garza*

EL COMBATE al fenómeno delictivo en nuestro país es una actividad que cada vez adquiere mayor fuerza; su complejidad deriva de la evolución que manifiesta la propia comisión de los ilícitos, los cuales son un obstáculo para el progreso individual y social. Tal ha sido la magnitud y evolución del delito, que en algunas regiones se caracteriza porque su ámbito de operaciones trasciende fronteras, lo cual genera enormes costos humanos, así como pérdidas materiales, económicas y daños, que resienten el Estado y las víctimas. En general, el delito pone en riesgo latente la seguridad de las personas, afecta su calidad de vida y merma su proceso de desarrollo, ocasionando de paso la pérdida de confianza en las instituciones encargadas de la seguridad, procuración e impartición de justicia. Por ello, la necesidad de analizar el problema delictivo desde sus dimensiones jurídica y social.

En relación con el aspecto societario y previo al análisis de la prevención del delito, es necesario ubicar el origen del problema. Así tenemos que autores como Búvinic, Morrison, Shifter, Carrión y Guerrero, mencionan como factores de riesgo “aquellas condiciones cuya presencia aumenta la probabilidad de que ciertos individuos cometan delitos”.1Dichos factores pueden ser provocados por cuestiones que afectan directamente a la persona, tales como la violencia, la desintegración familiar, las adicciones generadas por el incremento del consumo de drogas ilícitas, la deserción escolar y la pérdida de valores cívicos, el

* Procurador General de Justicia de la Ciudad de México.

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desempleo, la marginación, entre otros; y por otra parte, por factores relacionados con un ambiente delictivo, como es el caso de la utilización de espacios públicos por agentes delincuenciales, lugares que resultan ideales para cometer sus ilícitos. Otros factores consisten en la carencia de iluminación en lugares públicos, la falta de seguridad en las colonias destinadas a uso habitacional, entre otros.

Asimismo, existen diversas posturas alrededor del origen de los delitos: desde aquellos que consideran que se trata de un problema individual, en el que la propia persona decide racionalmente ejecutar conductas delictivas, hasta los que señalan que es un problema social, provocado y ejecutado dentro de la misma sociedad; sin embargo, para su análisis no debe perderse de vista que se trata de un fenómeno que se presenta en formas e intensidades diversas, en espacios y tiempos concretos.

Por lo anterior, tomando en cuenta que el delito no debe formar parte de la vida cotidiana en este país, es preciso apuntalar como nuestra principal estrategia para inhibir y combatir la delincuencia, a la prevención del delito, acción que debe constituir una prioridad del Estado y que se traduce en la correcta implementación, aplicación y operación de políticas públicas, acompañadas de un marco jurídico sólido, que dé certeza y garantice el acertado funcionamiento de las mismas y que incorpore la participación de la sociedad para asegurar un combate efectivo al problema, puesto que es en dicho núcleo donde se producen y resienten en mayor grado los efectos de la delincuencia.

Entre los aspectos sociales concernientes a la prevención del delito, es impostergable mejorar el sistema...

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