Presentación
| Autor | Jaime Cárdenas |
| Páginas | 23-25 |
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Las constituciones, como textos normativos supremos, reflejan los valores más elevados de un Estado. En nuestro país se encuentra vigente la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos del 5 de febrero de 1917, impregnada del pensamiento e ideales de la Revolución, pero que se ha ido modificando ante los diversos cambios sociales, políticos, económicos y culturales, por lo que se puede afirmar que representa la ideología y principios de diversas generaciones.
Han existido otros ordenamientos supremos anteriores a esta Constitución, cuyos postulados fluctuaron entre concepciones liberales y conservadoras, federalistas y centralistas, representando un debate en torno al sistema jurídico-político mexicano del siglo xix y un referente para las deliberaciones de los años siguientes. Entre los documentos constitucionales destacan los siguientes: la Constitución de Cádiz de 1812; el Decreto Constitucional para la Libertad de la América Mexicana, también conocido como Carta de Apatzingán, del 22 de octubre de 1814; la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos, del 24 de octubre de 1824; las Siete Leyes Constitucionales, del 30 de diciembre de 1836; las Bases Orgánicas de la República Mexicana, del 12 de junio de 1843; el Acta Constitutiva y de Reformas, del 21 de mayo de 1847, y la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos, del 5 de febrero de 1857.
El constitucionalismo mexicano también se ha nutrido de fuentes externas, advirtiéndose claramente la influencia de importantes cuerpos normativos como la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano establecida en Francia en 1789, y de la Constitución de Estados Unidos de América de 1787, las cuales plasman los principios que conforman la base de los derechos de las personas.
Los textos constitucionales tienen un valor superior al resto de las normas jurídicas porque reflejan las aspiraciones del pueblo y porque representan los valores y principios supremos bajo los cuales deben actuar todas las autoridades; asimismo, los derechos que protegen encuentran su fundamento en el deber de tutelar la dignidad de la persona. Por ello, derechos como la vida, la libertad, la igualdad, la propiedad y la seguridad jurídica se encuentran protegidos en la Constitución mexicana para garantizar el desarrollo de las personas en la sociedad y constituirse como barreras contra actuaciones irregulares de las autoridades.
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Estos derechos, que en algunas ocasiones...
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