Laura Quintana Porras, Gusto y comunicabilidad en la estetica de Kant.

AutorCubo Ugarte,

Laura Quintana Porras, Gusto y comunicabilidad en la estética de Kant, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 2008, 459 páginas.

Desplegar la compleja temática que encierra el problema del gusto en la Crítica del juicio de Immanuel Kant es uno de los grandes logros del libro de Lauta Quintana. Se trata de un trabajo cuyo origen es una tesis doctoral, que aborda el problema del gusto no sólo dentro de la filosofía de Kant, sino también dentro de las reflexiones estéticas más relevantes del siglo XVIII. El trabajo comienza prestando una gran atención al desarraigo del individuo moderno, que vive en sociedades plurales y altamente complejas, donde la antigua comunidad (Gemeinschaft) de costumbres y creencias, da paso a una sociedad (Gesellschaft) formada por indivíduos de diversos orígenes y linajes que en principio no tienen nada en común. Es el momento de la aparición de los grandes núcleos urbanos y el contexto histórico en el que se inscriben las reflexiones estéticas de Hutcheson, Burke, Hume e incluso del propio Kant. Lo que caracteriza a todas estas reflexiones es que tratan la belleza como una capacidad subjetiva para sentir lo bello (de ahí que el problema de lo bello pase a convertirse en el problema del gusto), y no como una cualidad absoluta y objetiva de los objetos.

La primera parte del libro se dedica a analizar todas estas reflexiones como antecedentes esenciales de la propia reflexión kantiana sobre el gusto. A lo largo del siglo XVIII el gusto se presenta como un lugar especialmente propenso a la discordia y al desacuerdo. Este fenómeno de discordia y de desacuerdo es valorado por Hutcheson y por Burke como un epifenómeno del gusto, cuya universalidad y validez intersubjetiva intentan explicar, apelando a estructuras subjetivas fijas que funcionarían de manera uniforme en todos los sujetos (p. 78). La propuesta de Hutcheson para explicar el aparente desacuerdo en cuestiones de gusto parte de la idea de un sentido común interno. Lo que este autor intenta mostrar es, principalmente, que hay una cualidad de los objetos (la uniformidad en la variedad) que excita regularmente el sentido interno, y que cuando no es obstaculizada por los prejuicios y las asociaciones de ideas, ocasiona siempre en todos los sujetos la percepción de belleza (p. 86). La discordia y el desacuerdo en cuestiones de gusto se deberían, pues, a ciertos factores externos que obstaculizarían la actividad "normal" del mencionado sentido interno. De modo que una vez localizados y eliminados estos factores externos, entre los que se encuentran prejuicios y asociaciones arbitrarias de ideas, desaparecería también el aparente desacuerdo en cuestiones de gusto.

Ahora bien, para la autora del libro, cuando el disenso se toma como una apariencia e incluso como una desviación de un determinado punto de vista "natural", se pierde y se elimina uno de los rasgos más importantes y decisivos de los juicios de gusto (p. 101), a saber, su divergencia y pluralidad. Pues bien, a pesar de sus profundas diferencias, Burke comparte con Hutcheson este presupuesto fundamental, aunque en este caso su justificación de la posible validez intersubjetiva del gusto descansa en la presunta constitución natural de los sentidos externos del hombre. La validez intersubjetiva de los juicios de gusto puede ser explicada fisiológicamente en relación con la constitución de los sentidos externos del hombre, ya que los órganos sensoriales a través de los cuales se percibe lo bello (y también lo sublime) funcionan uniformemente en todos los hombres. En virtud de esta uniformidad, todos los hombres deberían reaccionar de igual manera ante los mismos estímulos. Si en el caso de lo bello esto no es así, se debe entonces a la intervención de otros criterios que tienen que ver más con el juicio y la razón que con la naturaleza de los sentidos y la lógica de las sensaciones.

Sin embargo, Hume parece abrir un camino alternativo al de Hutcheson y Burke, ya que considera como un fenómeno fundamental del gusto la disparidad y la pluralidad. Hume no concibe el disenso como la desviación de un modelo natural (ya sea interno o externo), sino...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR