Entre politica y humanitarismo: el papel de la Administracion de las Naciones Unidas para el Auxilio y la Rehabilitacion (UNRRA) ante la crisis de los desplazados judios en la Europa de la posguerra/Between politics and humanitarianism: the role of the United Nations Relief and Rehabilitation Administration (UNRRA) facing the crisis of Jewish displaced persons in post-war Europe.

AutorDruker, Yael Sandra Siman

Introducción

Mucho se ha escrito sobre la intervención humanitaria en contextos de genocidio y violencia masiva. Se analiza el impacto de la movilización oportuna ante señales tempranas de alerta, el rescate de las víctimas, la intervención militar, los boicots económicos y el bombardeo de estaciones de radio u otros medios de propaganda que promueven discursos de odio. (1) Sin embargo, la ayuda humanitaria internacional (2) continúa como una intervención fundamental en situaciones en las que ha finalizado la violencia y ante la difícil y compleja realidad que ésta conlleva; específicamente en cuanto al movimiento masivo de personas al interior de los países y a través de las fronteras nacionales. En este sentido se torna importante examinar el periodo del fin de la Segunda Guerra Mundial y la respuesta que tuvieron organizaciones internacionales de ayuda como la Administración de las Naciones Unidas para el Auxilio y la Rehabilitación (UNRRA, por sus siglas en inglés) ante una "crisis de refugiados" sin precedente. Sin embargo, aunque fue una agencia de reconstrucción casi global, con oficinas en China, Filipinas, Corea, Medio Oriente, Etiopía, los Balcanes y otras zonas de la Europa continental, se le recuerda en mayor medida por su asistencia a las personas desplazadas en la Alemania de la posguerra. (3)

De acuerdo con Atina Grossmann, desde la primavera y el verano de 1945, la Europa afectada por la guerra se convirtió en "una corriente movil de humanidad", pues cerca de 20 millones de personas salieron a los caminos, dirigiéndose del este al oeste y del oeste al este. (4) En medio del caos se desplazaban alemanes étnicos que habían escapado al Ejército Rojo o que fueron expulsados de Europa del Este, así como ex soldados y prisioneros de guerra, trabajadores forzados y sobrevivientes de campos de concentración y de muerte, niños y familias escondidas. Los judíos que sobrevivieron el Holocausto pertenecían de manera simultánea a varias de estas categorías.

Segun Mark Wyman, la mayoría de esta población fue repatriada a su lugar de origen entre la primavera y el verano de 1945; (5) sin embargo, en septiembre de ese año quedaban en Alemania 1.5 millones de personas que no podían o no querían volver, incluyendo cerca de 300 mil judíos. (6) Este fenómeno de desplazamiento masivo ocasionado por políticas genocidas de Estado en un contexto de guerra dio lugar a un colectivo de víctimas-refugiados que comúnmente se conoce como el "problema de personas desplazadas" (Displaced Persons o DP, en inglés). En este contexto de enorme movilidad e incertidumbre, los campos de desplazados se volvieron sitios de refugio y espacios transitorios para la rehabilitación y el posterior reasentamiento. Más no por ello deben ser vistos como el resultado histórico inevitable de la guerra. (7) A esta compleja realidad se agrega el hecho de que las personas desplazadas no "repatriables", en especial los judíos, se tornaron "remanente" de la guerra y víctimas de la política internacional. La población de judíos perseguidos había sufrido la destrucción total de sus familias y comunidades originarias, no teniendo un hogar al cual regresar y confrontándose con problemas de salud y a la experiencia traumática del genocidio. Por ello, al menos en una etapa inicial, dependían en gran medida de la ayuda externa y, en especial, de organizaciones como UNRRA. (8)

En el mundo de la posguerra, "persona desplazada" era una categoría social y legal, pues implicaba derechos y privilegios particulares. (9) A quienes podían demostrar que habían sido perseguidos en la guerra se les dio estatus de personas desplazadas, y con ello vivienda y raciones de alimentos privilegiadas, además de una condición especial para poder emigrar hacia ciertos países. Sin embargo, esto no fue así para todos, además de que el problema de las personas desplazadas no refería en exclusiva a su carácter masivo, sino también a la condición cualitativamente singular de los individuos desplazados. No todas las personas que se habían visto forzadas a dejar su lugar de origen se encontraban en la misma situación en la posguerra. Los sobrevivientes judíos se encontraban en una condición precaria y de extrema vulnerabilidad pues habían sufrido profundamente separación familiar, hacinamiento, hambruna y epidemias en guetos, deshumanización en la deportación y la llegada a campos, el trabajo forzado, la crueldad brutal y la muerte sistemática por balas o en campos. Quienes sobrevivieron escondidos, muchos de ellos niños, habían perdido a sus familiares, su identidad originaria, su hogar y la posibilidad de continuar con su vida anterior.

Parece existir una brecha entre el papel de UNRRA en un contexto de posguerra, complejo y difícil, de enormes carencias, desorden y política intrainstitucional e internacional, por un lado, la literatura (sobre todo temprana) y las memorias de los sobrevivientes, por otro. Hanna (Ann) Mishna nació en Lodz, Polonia y sufrió varios desplazamientos durante la guerra; ella recuerda que justo cuando se encontraba sin hogar, UNRRA la ayudó a ella y a una amiga, dándoles un cuarto y una pequeña cama. (10) Por su parte, Jules Darcy, quien vivió en Vilna, Polonia, hasta que fue desplazado de su hogar y enviado al campo de Stalag VIII A (Gorlitz, Alemania), trabajó para UNRRA durante dos años hasta que emigró a Dinamarca. A pesar de que menciona que el trabajo era pesado y que había gente que robaba bienes preciados, como cigarrillos, Jules enfatiza que UNRRA era una organización que facilitaba los documentos a personas desplazadas y con ello su migración y reasentamiento. (11) No obstante, algunas memorias también se refieren a esta organización internacional como un actor que participaba del vasto mercado negro y en actos de corrupción. En su testimonio, Luis Stillmann, nacido en Mad, Hungría, sobreviviente de las brigadas judías de trabajo y de los campos de Mauthausen y Gunskirchen (ambos en Austria) y quien en 1947 emigrara a México, recuerda la rebelión que se dio entre los residentes del campo de desplazados Ansbach Bleidorn (Alemania) por la participación de algunos oficiales de UNRRA en el mercado negro, y cómo ello llevó a que lo nombraran responsable de la distribución de alimentos. (12)

Poco crítica fue la postura de la propia organización ante estos hechos. Uno de los primeros textos sobre la Organización Internacional de Refugiados (IRO, por sus siglas en inglés) la representa, al igual que a su predecesora UNRRA, como organizaciones que desarrollaron un gran servicio humanitario después de la Segunda Guerra Mundial (1947-1952), atendiendo necesidades tanto económicas como sociales y políticas. Mientras que UNRRA se ocupó principalmente del problema de desplazo y refugio, IRO buscaba resolver la cuestión de asentamiento permanente de gran escala, en especial fuera de Europa. De esta forma, IRO dio una atención adecuada a una cuestión humanitaria que se había vuelto un problema internacional de refugiados, facilitando así la cooperación entre Estados. (13)

Sin embargo, estudios posteriores muestran que si bien la ayuda de UNRRA fue fundamental, ésta llegó tarde, no siempre era adecuada y resultó de la propia lógica de la política internacional, así como de las interacciones, en ocasiones tensas, entre las personas desplazadas, los países aliados vencedores en la guerra, y una pluralidad de organizaciones de ayuda que actuaron en los campos de desplazados. En este artículo se toma como estudio de caso a esta administración en la Europa de la posguerra por su papel esencial en la repatriación, asistencia, rehabilitación y reasentamiento de un gran número de personas desplazadas a causa del genocidio y de la guerra y con ello su incidencia en la reconfiguración de un movimiento internacional de ayuda humanitaria. Se enfoca en los desplazados judíos por su importancia dentro de los flujos humanos de la época y por su especial vulnerabilidad. En términos espaciales se limita a la zona de ocupación estadounidense en Alemania (1945-1951), pues fue en ésta en donde se concentró el mayor número de desplazados. En el análisis se hace un balance entre las consideraciones políticas y humanitarias de UNRRA en una situación internacional particular de crisis de refugiados y la manera en que esta doble lógica, no siempre equilibrada, incidió en la vida cotidiana de los sobrevivientes del Holocausto hasta su posterior migración a distintas geografías. En este sentido se torna importante considerar a UNRRA no en aislamiento, sino como sujeto de la historia en continua interacción con varios actores políticos y sociales de la época.

El fin del Holocausto y la posguerra: la emergencia de una crisis de desplazamiento y refugio para los sobrevivientes judíos

Ante la liberación de los guetos y campos nazis, los soldados estadounidenses, ingleses y soviéticos se encontraron con los sobrevivientes judíos, esqueletos vivientes que sufrían de malnutrición, enfermedades contagiosas, daño mental y emocional. Fue muy poco a poco, como lo dicen ellos en sus testimonios, que las víctimas judías del Holocausto fueron recuperando una cierta "normalidad" y un sentido de agencia social en los campos de desplazados, que terminó expresándose en su organización, rehabilitación y eventualmente en su migración desde Europa hacia distintos sitios, incluida Latinoamérica.

Con el fin de la guerra y ante el desplazo forzado vivido, miles de judíos que se encontraban en Alemania o que se habían trasladado a ella, se concentraban en los campos de desplazados cerca de Munich, Frankfurt y en Berlín. Entre los campos con un mayor número de desplazados se encontraban Feldafing, Föhrenwald y Landsberg (todos cercanos a Munich). La mayoría estaba en la zona estadounidense de Alemania, pero el más grande de todos era Belsen, en la zona inglesa. Hacia 1945 los campos de desplazados eran muy variados, incluían anteriores barracas militares de gran tamaño y pequeños bloques de...

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