Una política alimentaria para tiempos de crisis

AutorGustavo Gordillo
Páginas483-526
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UNA POLÍTICA ALIMENTARIA
PARA TIEMPOS DE CRISIS*
Gustavo Gordillo
RESUMEN
Este artículo revisa el concepto de seguridad alimentaria. A partir de éste sugiere
que es necesario considerar tanto la producción como el acceso a los alimentos
como parte de una misma estrategia. Esto requiere implicar y al mismo tiempo
fortalecer las capacidades nacionales, regionales y de las comunidades locales, prio-
rizar el potencial de las comunidades, los agricultores y los ciudadanos de construir
y apropiarse de las políticas alimentarias y de manera señalada la promoción a redes
locales y regionales de productores de alimentos y consumidores. Argumenta que
el propósito de entrecruzar en vez de confrontar el discurso de la seguridad alimen-
taria y de la soberanía es una de las vías para avanzar en la discusión. Asimismo,
argumenta que el signicado de una política alimentaria en tiempos de crisis parte
de la necesidad de enfrentar la desarticulación productiva y la desintegración social
prevalecientes en el medio rural con una estrategia de reconstrucción institucional
basada en la autonomía de los habitantes rurales y en una dinámica de intervencio-
nes estatales a partir de una elaboración institucional inteligente capaz de aprender
y adaptarse a las situaciones heterogéneas y cambiantes en el ámbito rural.
ABSTRACT
This article examines the concept of food security. It argues that the strategy should
include not only food access but agricultural production. At the same time food se-
curity and food sovereignity are two concepts that should go hand by hand. Thus
EL TRIMESTR E ECONÓMICO, vol. LXXIX (3), núm. 315 , julio-septiemb re de 2012, pp. 483 -526
* Palabras clave: seguridad alimentaria, soberanía alimentaria, medio rural, producción. Clasica-
ción JEL: Q0; Q1; Q18. Artículo recibido el 12 de abril de 2012.
EL TRIMESTR E ECONÓMICO
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the meaning of a food policy in a time of crisis ought to rearticulate the production
issue with that of the reintegration of social aspects in rural areas.
I. LAS NUEVAS TENDENCIAS DE LA AGRICULTUR A EN EL MUNDO
El mundo atraviesa una crisis económica, nanciera y política muy grave,
en la que el poder tiende a migrar del Atlántico al Pacíco y del Norte
hacia el Sur. El mundo se está moviendo ahora hacia nuevos paradigmas, con
temas como el cambio climático, la falta de gobernalidad de los recursos natu-
rales y la inestabilidad económica. Los países desarrollados tienden a mover-
se en un multilateralismo de élite que se caracteriza en que el G20 concentra
los temas económicos y nancieros y el Consejo de Seguridad de las Nacio-
nes Unidas los temas políticos. A pesar de que la agricultura se ha posiciona-
do en el programa internacional, hace falta construir una nueva plataforma
de gobernabilidad en este ámbito a partir de los organismos especializados de
las Naciones Unidas, como es el caso sobre todo de la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.
La política alimentaria es un tema transversal y multifactorial que obliga
a poner sobre la mesa una concepción actualizada en torno de la seguridad
alimentaria, entendida como un derecho de los seres humanos. Esta exi-
gencia se deriva como lo hemos planteado De Janvry, Sadoulet y yo, del
contexto actual:
A diferencia del alza de precios de 1973, que rápidamente llevó a un regreso a
la tendencia decreciente de los precios mundiales de alimentos, el alza de los
precios de 2008 fue seguida de otros aumentos de precios y en general de una
tendencia al alza, lo cual constituye en sí un punto de inexión en la situación
alimentaria mundial. Los inventarios mundiales de alimentos están en su punto
bajo más bajo, lo que contribuye a la volatilidad en los precios alimentarios.
La demanda por biocombusibles compite contra la demanda por alimentos que
añade una presión alcista en los precios de los granos. En el corto plazo los paí-
ses respondieron el aumento de precios con barreras a la exportación y compras
de urgencia para proteger a los consumidores. Después de 25 años de relativo
estancamiento los países también han comenzado a invertir masivamente en la
producción de alimentos para aumentar sus autosuciencias, incluso mediante
acaparamientos de tierras en otros países (De Janvry et al, 2012; traducido di-
rectamente del inglés).
UNA POLÍTIC A ALIMENTARIA PA RA TIEMPOS DE CR ISIS 485
Añadimos en el texto antes mencionado que:
Al mismo tiempo mientras que la pobreza extrema se ha reducido en la esca-
la mundial, el numero de hambrientos se mantiene atascado en alrededor de
mil millones. La volatilidad de los precios de los alimentos genera amenazas a
la continuidad del acceso, requisito para alcanzar la seguridad alimentaria. De la
misma manera también se han incrementado las exigencias en los medios gu-
bernamentales y de organismos internacionales para sostener en la agricultura
un conjunto amplio y multidimensional de objetivos de desarrollo. Estos ob-
jetivos están cargados de transferencias (trade-offs) en materia de políticas. La
agricultura puede ser una fuente efectiva para el crecimiento agregado en países
débilmente industrializados, y un camino hacia el empleo en la economía rural
no agrícola. La agricultura puede ser efectiva para reducir el hambre de manera
indirecta por medio de precios bajos de los alimentos y de manera directa por
medio de la generación de ingresos en la agricultura de pequeña escala y en la
generación de empleos. Además la agricultura es una importante fuente de ser-
vicios ambientales y puede ayudar a reducir la presión sobre algunos recursos
naturales, como son el agua y tierra con el objetivo de canalizarlos a otros usos
(ibid, 2012).
Este ámbito de volatilidad de precios, medidas proteccionistas, proble-
mas de hambre y pobreza, explosiones sociales y en general de inestabilidad
económica, social y política, puede ser explicado sólo si se revisa de manera
crítica las consecuencias de las reformas estructurales de los años noventa
en el campo. Un informe del Banco Mundial (2008) presenta un equilibra-
do saldo entre la perspectiva en la cual se colocaron las políticas de ajuste
estructural y sus resultados en el medio rural:
El ajuste estructural de los ochenta desmanteló el elaborado sistema de agencias
públicas que proveía a los productores rurales con acceso a la tierra, al crédito, al
seguro, a los insumos y a formas cooperativas de organización. Las expectativas
eran que al remover [las intervenciones del estado] los mercados se liberarían y
los actores privados asumirían esas funciones a la vez que reducirían sus costos,
mejorarían su calidad y eliminarían sesgos regresivos. A menudo eso no ocurrió.
En algunos lugares la retracción del Estado fue cuando más tentativa, limitada
a la entrada de actores privados. En otras partes, la emergencia del sector pri-
vado fue lenta y parcial, sobre todo para atender a segmentos de agricultores

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