Plotino, Enéadas. Textos esenciales.

AutorSanta-Mar
CargoRese

Plotino, Enéadas. Textos esenciales, traducción, notas y estudio preliminar de María Isabel Santa Cruz y María Inés Crespo, Colihue, Buenos Aires, 2007, pp. cxviii + 293 pp.

Es sabido que el estudio sistemático de la filosofía de Plotino es relativamente reciente en comparación con el de otros pensadores célebres de la Antigüedad. De hecho, puede decirse que ha despertado el interés de los especialistas hace no mucho más de medio siglo, especialmente a partir de la Editio maior de las Enéadas que prepararon P. Henry y H.-R. Schwyzer y de los estudios y traducciones de Bréhier, Beutler-Theiler y Armstrong en lenguas francesa, alemana e inglesa, respectivamente. Y más reciente aún es el interés que ha despertado la figura de Plotino y, en general, la corriente neoplatónica en el mundo de la lengua española, pues es recién en los años ochenta cuando comienza a aparecer la traducción de J. Igal (Gredos), cuyo tercer y último volumen vio la luz de forma póstuma a fines de los noventa. Si bien es posible notar un paulatino aumento en los estudios plotinianos en habla hispana, probablemente el volumen que aquí se comenta será reconocido con los años como una obra capital para el fomento de la investigación en el campo del pensamiento neoplatónico, que todavía constituye una suerte de terra incognita para muchos académicos y estudiantes.

Partiendo de la premisa de que la mejor introducción al pensamiento de un autor es la lectura de sus textos mismos, las traductoras asumen el ambicioso desafío de elaborar un estudio que resulte de provecho tanto para quien se está introduciendo en el pensamiento de Plotino como para quien ya tiene antecedentes suficientes sobre este filósofo y se encuentra revisando cuestiones de detalle. Al logro exitoso de este objetivo contribuye, por un lado, la introducción de más de cien páginas, que constituye una útil guía de las coordenadas más importantes del complejo sistema plotiniano y, por otro lado, la selección misma de los textos de Plotino, organizada con un criterio que permite avanzar de manera ordenada por los diferentes temas, acompañados por un generoso cuerpo de notas que facilita mucho la lectura y la comprensión, a la vez que justifica determinadas opciones de traducción en algunos pasajes complejos y establece conexiones con otros textos del mismo Plotino y de otros pensadores antiguos. Un criterio que también ayuda enormemente al lector es que las autoras no dan prácticamente nada por supuesto. De esta manera, cada vez que se nombra a algún filósofo o escuela de la Antigüedad, una breve nota aclara los datos más rescatables de su vida, de modo que el lector lo pueda ubicar en el tiempo y en el espacio sin necesidad de recurrir a otras fuentes (así, por ejemplo, proceden las autoras con Porfirio, Jámblico, Proclo, el neopitagorismo, etc.). A continuación me detendré en la introducción de este volumen para referirme luego a algunos aspectos de la selección y traducción.

En la extensa introducción que precede a la traducción de los textos de Plotino se puede encontrar una presentación general del pensamiento de este filósofo que, lejos de caer en generalidades o en meras repeticiones de otros intentos similares --como los de Armstrong, Brehier, Rist o, más recientemente, O'Meara y Gerson-- manifiesta una familiaridad con Plotino y con sus textos que sólo podría tener quien ha profundizado ya en numerosos análisis de aspectos puntuales del pensamiento plotiniano y ha revisado su obra asiduamente en su lengua original. De hecho, pienso que ya esta sola introducción justificaría una publicación más que interesante.

Bajo el título "Plotino: de la filosofía a la mística", se procede a presentar las coordenadas más importantes de su sistema filosófico, con un presupuesto clave --a la vez que provocativo--, a saber: "que la influencia de Plotino ha sido probablemente tan profunda como la de Platón o la de Aristóteles" (p. lxxxvi), no obstante el escaso interés que se le ha prestado en comparación con los filósofos más célebres de la Antigüedad. Y el mejor modo de fundamentar esta sentencia es la exposición sintética y ordenada que constituye toda esta introducción, y que, en buena medida, va retomando problemas sistemáticos previamente desarrollados por la profesora Santa Cruz en estudios monográficos publicados entre 1979 y 2003.

La introducción comienza con una breve reseña de la vida de Plotino, especialmente a partir de los testimonios que encontramos en Vita Plotini de Porfirio, además de algunos datos que aporta también Eunapio, con especial atención a su origen, su formación y a la edición de las Enéadas realizada por el mismo Porfirio. A continuación, las autoras se detienen en un tema que constituye una clave de gran importancia para comprender la motivación de los escritos de Plotino. Se trata de un breve análisis acerca del carácter exegético de la filosofía de Plotino. Allí se explica que el platonismo suscrito por Plotino se encuentra lejos de una mera repetición erudita de los diálogos de Platón. Muy por el contrario, la originalidad de su pensamiento --de indudable cuño platónico-- se debe en buena medida a la peculiar forma de concebir la labor exegética que manifiesta en sus escritos. Para Plotino, el método filosófico y el método exegético vienen a ser lo mismo, aunque entiende este último no como una forma de erudición, sino como una búsqueda de la verdad, si bien ésta se encuentra más fielmente expuesta por Platón que por cualquier otro filósofo, ello no obsta para que dicha búsqueda se lleve a cabo mediante argumentaciones y demostraciones que validen la solución propuesta por Platón a los diversos problemas, con una "puesta a prueba" exigente y rigurosa. La exégesis no consiste, pues, en un complemento facultativo de su exposición doctrinal, sino que representa una clave fundamental de su filosofía. Precisamente es por esto que Plotino, en su intento por descubrir lo que Platón quería decir en sus diálogos, muchas veces va más allá, dando lugar así a su propio sistema filosófico.

A continuación viene la sección más larga de la introducción, bajo el título "El sistema filosófico de Plotino". En líneas generales, sigue un esquema parecido a un camino de exitus-reditus para dar cuenta del dinamismo de la realidad tal como la concibió Plotino; es decir, sigue el orden descendente de la "procesión" de la realidad a partir del primer principio (lo Uno) hasta llegar a la génesis de la realidad sensible, para terminar con una caracterización del camino ascendente que debe...

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