Plataforma mexicana de carbono y el cambio climático

AutorAmarella Eastmond Spencer y Ricardo Isaac Márquez
Páginas58-61
LAS GRANDES EMISORAS DE CARBONO EN
MÉXICO COMO PEMEX, CFE Y LAS CEMENTERAS,
TIENEN LA OBLIGACIÓN DE DECLARAR SUS
EMISIONES Y EN LA REFORMA FISCAL SE
INCLUYE UN IMPUESTO DE CARBONO
59
CONTADURÍA PÚBLICA JULIO 2014
DOSSIER/GESTIÓN HUMANISTA DEL PROFESIONAL DE LA INFORMACIÓN
contaduriapublica.org.mx
58
PLATAFORMA
MEXICANA DE
CARBONO
Y EL CAMBIO CLIMÁTICO
Un nuevo estudio sobre el cambio climático, publicado recientemente en la revista
Nature (Sherwood, Bony y Dufresne, 2014) indica que, si no se reducen drástica-
mente las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), la temperatura de la
Tierra podría aumentar en más de 4º centígrados en promedio para el año 2100 y,
potencialmente, en más de 8º centígrados para el año 2200
Por Amarella Eastmond Spencer Ricardo Isaac Márquez
Gases como el dióxido de carbono (CO2) principal-
mente, generados por la utilización de combus-
tibles fósiles como el carbón y el petróleo forman
una capa en la atmósfera que ev ita que se escape
el calor de la biosfera (de manera semejante a l os vidrios de
un invernadero) elevando así, paulatinamente, la temperatu-
ra de la Tierra y alterando los patrones climáticos; a mayor
concentración de GEI mayor retención de c alor.
Para comprender la fragilidad del clima del planeta y de la
magnitud del impacto que producir á un aumento de 4º cen-
tígrados consideremos que, por el contrar io, un descenso de
5º grados centígrados nos sumergiría en otr a era glacial. Los
científicos opinan que cualquier aumento mayor de 2º cent í-
grados en la temperatura de la T ierra provocaría un aumento
potencialmente catas trófico en el número de eventos meteo-
rológicos extremos como hurac anes, sequías, inundaciones,
etc., con la consecuente pérdida de cultivos, rebaños, bos-
ques y vidas humanas.
Este texto contribuye al análisis de los llamados
mercados de carbono que surgieron como ins-
trumento para promover la disminución de las
emisiones de GEI, pero cuya traye ctoria en años re-
cientes ha dejado de tener efec to, debido a la crisis
financiera y a la falta de volunt ad política para asig-
narle mayor prioridad al cambio climático y al rie s-
go potencial que representa par a la humanidad.
La importancia de compren der estos fenómenos, en particu-
lar, para los tomadores de decisiones, r adica en sus impactos
económicos. Las compañías de seguros de los EE.UU., esti-
man que en 2012 los daños causados por desastres r elacio-
nados con el clima (que incluyeron sequias, súper tormentas ,
huracanes, olas de calor e incendios forestales) alcanzaron
los 139 mil millones de dólares, mientras que el Consejo As e-
sor Científico de las Academias de Europa (EASAC) dest acó,
recientemente, que durante los últimos 30 años el co sto de
los daños provocados por eventos me teorológicos extremos
ha aumentado 60%.
Lo anterior pone de manifiesto la ur gente necesidad de que
todo el mundo tenga conocimientos básicos sobre el cam-
bio climático, sus causas y las posibles formas de mitigarlo
o adaptarse a él, procurando un de sarrollo más sustentable.
MERCADOS DE CARBONO
El concepto dominante para lograr la reducción de
emisiones es el del mercado de carbono (creado
desde el principio del Protocolo de Kioto en 1997)
en el cual se venden y compran créditos par a emitir
carbono como en cualquier bolsa de valor es. Se fun-
damenta en el principio de “el que contamina paga”
y el mecanismo de “topes y comerc io” (Cap & Trade).
La teoría estab lece que si se limitan con topes las
emisiones de GEI que las economías pueden en-
viar a la atmósfera, es to elevará el costo del uso de
la energía fósil haciendo, simultáneamente, más
atractivo el uso de energías alternativas como la
solar, hidráulica, eólica, etc., que contamina me-
nos. Al principio, los países europeos estuvieron
a la vanguardia del esquema de topes y comercio
de carbono, fijando límites de las emisiones per-
mitidas con base en los niveles históricos de sus
empresas más contaminantes .
Los gobiernos de cada país otorgaban créditos
(derechos de emitir cierta cantidad de GEI) a las
organizaciones dentro de su terri torio, incluidas en
dicho sistema, para que vendieran y compr aran los
bonos de carbono, según sus necesidad es. En caso
de que una empresa emitiera menos carbon o de lo
permitido, podría vender el exceso de sus bonos
de carbono a otras empresas. Si, por el contrario,
emitiera más, tendría que comprar bonos adic iona-
les para compensar la diferencia.
Al mismo tiempo de crear el esquema de topes y
comercio se establec ió el “Mecanismo de Desarro-
llo Limpio” (MDL), basado en un sistema de bonos
de compensación que son generados mediante
proyectos ambientales, por ejemplo: programas
de conservación o reforestación en los países en
vías de desarrollo donde se consider a que es más
barato reducir las emisiones de GEI. Estos bonos
de compensación se pueden entonces vender a
empresas que los necesitan en la s economías con
límites de emisiones. De esta for ma se crean incen-
tivos económicos para inver tir en infraestructura y
procesos más limpios y todos contribu yen (teórica-
mente) a la reducción global de los GEI.
PRESUPUESTO DE CARBONO
Durante miles de años la concentración de c arbo-
no y los GEI se mantuvo estable, alre dedor de 250
partes por millón (ppm), pero, al empezar a que-
mar energía fósil (gas, carbón y petr óleo) durante
la Revolución Industrial, la concentr ación empezó
a elevarse de manera continua y en mayo de 2013,
rebasó por primera vez el umbral de 4 00 ppm. Para
mantener el aumento de la temperatura dentro d el
límite recomendable de menos de 2º centígrado s,
los países industriales tienen forzosamente que
disminuir en 80% sus emisiones de carbono.
En su último informe, el Panel Intergubernamental
sobre Cambio Climático (IPCC, 2013) introdujo el
concepto del presupuesto de pro ducción de carbo-
no con un límite máximo de 1 trillón de toneladas
para este siglo. La mala notic ia es que en tan solo
los primeros trece años rebasamos ya los 500 bi-
llones de toneladas (la mitad) y, sin acciones muy
drásticas par a frenar las emisiones, en el año 2040
habremos alcanzado la marca de 1 tr illón de tone-
ladas, dejando los restant es 60 años con el presu-
puesto vacío.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR