Plan de Ayotla. Ayotla, 20 de diciembre de 1858

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PERSONAJES de ambos bandos, preocupados por
lo largo y enconado de la guerra de reforma,
propusieron sin éxito, varios planes de pacifica-
ción. Miguel María de Echegaray (-1891), desco-
noció al gobierno de Zuloaga por ese motivo:
El buen juicio nacional ha condenado ya con
una reprobación general la peligrosa exageración
de las dos teorías insensatas que han intentado
plantearse entre nosotros, desconociendo por
una parte la situación y el carácter particular de
México, y olvidándose por otra de que vivimos en
la segunda mitad del siglo XIX. El instinto popu-
lar, que raras veces se extravía, ha reprobado
igualmente la Constitución de 1857 con sus prin-
cipios de progreso exagerado, y el programa del
gobierno de México, insostenibles por sus ideas
retrógradas, repugnantes a la ilustración de la
época y a los intereses creados en el país por los
gobiernos que nos han precedido. Hoy día se odia
tanto el libertinaje encubierto con la bandera de
una constitución ultrademocrática como el retro-
ceso servil, que procura solaparse con los tres nom-
bres respetables con que la gratitud nacional con-
sagró los recuerdos gloriosos del año de 1821.
Los excesos de la libertad y del despotismo están
igualmente detestados, y el único fruto que se ha
obtenido de las inmensas desgracias sufridas en
este año aciago ha sido la creación de un espíritu
público, que anatemiza las pretensiones extremas
y ansía los goces de la libertad justa y prudente
bajo la acción enérgica de un gobierno modera-
dor de los partidos, mientras no pasen de la es-
fera de tales. Guiado por estas inspiraciones y
resuelto sobre todo a salvar la nacionalidad en
riesgo de perderse si continúa la guerra civil, me
he decidido a proclamar el presente plan, para
cuyo buen éxito cuento con la decisión y valor de
la división de mi mando y con el patriotismo de los
mexicanos sensatos y juiciosos de todos los parti-
dos, que no tardarán en agruparse alrededor de
una bandera de conciliación y de paz, enarbolada
por mí con la recta intención de poner fin a nues-
tras disensiones, convidando con la participación
en el gobierno a todas las inteligencias y notabili-
dades del país, sin distinción de colores políticos.
Tiempo es ya de que cesen los odios, para
que, unidos sincera y fraternalmente los mexica-
nos, demos a nuestra desgraciada patria un día
de satisfacción y gloria.
Como mi fin no es lisonjear aspiraciones, sino
curar los graves males que aquejan a la República,
me abstengo de promesas pomposas y quiero que
alguna vez se entre en el camino de los hechos, por-
que se ha burlado tantas ocasiones la esperanza de
mejorar la condición del país, que éste ha adquirido
el derecho de dudar de todo y de no creer sino en los
hechos. ¡Quiera la Providencia auxiliarme en el
logro de esta empresa por la sinceridad y buena fe
con que procuro la salvación de mi patria!
Artículo 1. Luego que la división sostenedora
del presente plan ocupe la capital de la República,
se convocará la reunión de una asamblea nacional,
compuesta de tres diputados nombrados en cada
departamento, conforme a la ley electoral que se
Plan de Ayotla
Ayotla, 20 de diciembre de 1858
1858
TEXT O ORI GINA L
*Fuente: Documentos Básicos de la Reforma, Partido Revolucionario Institucional (1854-1875)-Federación Editorial
Mexicana, México, 1982, 2a. ed., t. III, pp. 240-243.

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