Los pequeños héroes olvidados: la infancia en la revolución
| Autor | Vicente Quirarte |
| Páginas | 112-126 |
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Los pequeños héroes olvidados:
la infancia en la revolución
Hay dos formas de ver la Revolución
mexicana: entre la visión de los
que participaron activamente y aquellos
que la vivieron a través de los relatos de
sus mayores. Éstos, nacidos en el ocaso
del Porfiriato y el auge del movimiento
maderista, también experimentaron
el horror de la guerra en una suerte
de orfandad inevitable que arrancó de
tajo el decurso de sus propias vidas.
Los niños tuvieron una participación
decisiva, sólo que en un segundo plano,
minimizado por las enormes gestas de
los grandes personajes y evaluada con
un poco más de precisión en nuestros
días.
Sus actividades entre las filas
combatientes eran diversas, útiles y
profundamente significativas. Inactivos
en tierna edad, apenas caminaban y ya
tenían tareas. Marchar a lado de sus
madres que preparaban los alimentos de
los soldados, llevar los enseres necesarios
de las tropas entre la polvareda
levantada por los ríos de hombres y
azuzar a las bestias rumiantes en cuyos
lomos llevaban la pesada carga de la
Revolución. Esa era su vida cotidiana:
pelear y morir todos los días en medio
de ese espejismo armado.
Los niños, olvidados en las fases más
terribles de esta historia atroz, fueron
recordados y redivivos en dos artículos
trascendentales de la Carta Magna. El
3º laiciza la educación y le arrebata
a la Iglesia una parte del dominio de
conciencia que ejercía a través de sus
ministerios; el 123º que fijó su eventual
jornada en seis horas sin reconocer el
trabajo de los niños, casi siempre objeto
de explotación tolerada, como objeto
de contrato. A través de los años, las
diversas enmiendas a estos artículos
actualizan las necesidades de la niñez
cuyo cuidado es necesario a todo Estado
interesado en su adelanto material y
espiritual.
Estos pequeños héroes olvidados,
como espías, arrieros, cocineros, obreros,
músicos o cirqueros, aparecen ante
nuestra mirada con el rostro contrito por
el dolor, atravesado por la contingencia
histórica que les dejó una herida sin
cerrar de donde surgió el futuro que se
les negó a ellos.
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