El pasado presente del pluralismo político

AutorCarlos Mallorquín
Páginas7-26
El pasado presente del pluralismo político
Carlos Mallorquín
Ninguna democracia política que no sea reflejo al
misino tiempo de
una democracia económica, puede ser real.
II. .1. Liski'
Este trabajo presenta como eje de sus reflexiones a la '''Teoría plural
ista
del listado" a partir del modelo inglés, llegando de los planteamientos
teóricos de carácter filosófico, jurídico y político que el autor retoma de los
autores más connotados del tema, a su confrontación comparativa con los
modelos realmente existente
s a los cuales acerca y en su mayor medida
critica, para concluir planteándose como una alternativa intermedia idónea
para trascender las deficiencias de estos.
The crux of rejlection of lilis work is the English mot/el: "Theory plural of the
State ", with
a philosophical, jurídica! and politicaI exposition of the most
importan! authors of the.se
titanes. The critical comparison of the real
models hrings out the deficiencias of this, concluding the English model as
an ahernative.
Las dos primeras décadas de
l siglo pasado dan fe de
conmociones políticas y sociales de toda índo
sin parangón hasta el reciente "derrum
be" del "muro de
Berlín". A su vez, la reflexión del pensamiento so
cial y
político demuestra trans
formaciones importantes que
pasaron desapercibi
das, lo cual explica el retorno de la
discusión de los clásicos de esa é
poca; la propia
revolución bolchevique puso en ja
que a toda una
civilización agobiada por la ausen
cia de legitimidad en
sus siste
mas de gobiernos, cuyos mecanismos de
representación ciudadana, especialmente el Parla
mento,
era cuestionado por doquier. Igualmente el "liberalismo",
que se decía progenitor de los regímenes parlamenta
rios,
perdía su lugar hegemóni
co en lo que se refiere al tema
de los "derechos", acosado por la av
alancha de
demandas por los "de
rechos sociales". Fue por esa
época que surgió "la
teoría pluralista del Estado",
2
y sobre cuya concep
ción
versa lo que sigue.
A pesar de su derrota política ante la aparición de Estado
unitario de masas y subsecuentemente, p
or el "W elfare
State", sus méritos, en términos teóricos y políticos
siguen en pie. Es más, hoy pueden sernos útiles para
trazar las reformas y las alternativas ante los graves
déficit de "gobernabilidad
" que presentan algunos de los
países de la región la
tinoamericana, que no se deben
única y exclusivamente a los problemas económico
s y
sociales que nos legó el fu
ndamentalismo neoliberal, sino
al propio sistema político y social, cuyos fundamentos ya
habían sido cuestionados previamente tanto por la
concepc
ión del Estado pluralista, como por el fascismo y
las diversas corrientes socialistas. La actual ambi
valencia
del apogeo, el capitalismo y el pensamien
to político
neoliberal, nos ha dejado huérfanos de
2
H. J. Laski,
Sludies in Law and l'olitics,
Yale Univ
ersity Press.
New I [aven.
1932, p. 259.
1.
Anthority in the modern state, Yale University Pross, New Haven,
1919,p.38.
ideas políticas claras para incorporar la diversidad
política e intercultural de los agentes que buscan su
reconocimiento, y hoy día es insuficiente inten
tar
resucitar o "materializar" el viejo evangelio li
beral,
tanto político-
constitucional y/o económico; se impone
más bien la ampliación y superación (en el sentido de
Hegel) de sus principios, sin duda revolucionarios, en
el siglo XIX.3
Nuestro punto de referencia central para subra
yar
los aspectos más destacados del pluralismo po
lítico
serán los textos de H. J. Laski,4
pero sus ideas están
articuladas a las de teóricos como G. D. H. Colé5
y J.
N. Figgis,6quienes recibirán poca atención de
nuestra
parte debido a lo limitado del espacio.
El movimiento teórico y político surgió en el contexto
económico y social europeo, cuando el Estado unitario
nacional aún no lograba afianzarse plenamente, pero
ampliaba su participación en diversos ámbitos,
tanto
administrativo-
económicos como políticos. Amplios
espacios de la economía que previamente eran parte
de una legislación soterrada o re
glas de juego
implícitos del intercambio económico, producto
siempre de la "intervención" estatal,7
que el propio
liberalismo ignora sistemáticamente, lo
graban su
partida de nacimiento en los códigos legales y
prácticas sociales. Igualmente esferas con
cernientes a
la salud y la administración local, cuyas tareas en
ocasiones se realizaban a través, y con el apoyo de
en
tidades sociales de carácter voluntario o caritativas,
fueron desplazadas ante el paso de los avances de
una administración central.
El pluralismo político (el inglés en particular), puede
explicarse, en parte, como una reacción a la incómoda
expansión de los tentáculos administrativos
3
Se ha dicho: "Las ideas pueden ser comparadas a las especies animales:
habiendo perdido frente a las doctrinas dominantes y sobrevivido en
nichos marginales, pueden disfrutar de un nuevo periodo de ventaja en la
evolución a
medida que cambian las presiones de selección y sus hasta
entonces poderosos competidores se tambalean hacia su extinción", Paul
I lirst, From Statism to Sl'/uralism,
University College London Press,
Londres, 1997, p. 38.
4H. J. Laski, Sludies in Law and Polítics, ap. cit.; The Foundations -o
ofSovereigntyandothar Fssays. Yalc University Press, New l-Iaven, §
1921; Studics in the Problem ofSovereígnty.
Yale University Press, |> New
I laven, 1917; existe traducción como El problema de la "f soberanía,
Ediciones Siglo Veinte, Buenos Aires, 1947;
Authority in the Modera
State, op. cit. Véanse sobre este tema: David NicholIs,
1 The Phiralist
State -The Política! Ideas of J. N. Figgis and hís Contemporaríes,
The
Macmillan Press Ltd., Londres [primera a edición 1975j, 1994; Paul llirst
(Introducción y compilación), The ~ Pluralist Theory of the State -
Selected
Writings of
5. G.D.H, Colé, J. ~ sN. Figgis and II. J. Laski, Routledge, Londres, 1989. é
.
C¡. D. 11. C'ole, Social Theory, Methucn & Co. LTD., Londres, 1920. 'i
6. J. N. Figgis, Chinches in the Modern State,
Longmans, Creen & g Co.,
Londres, 1913; utilizo la versión de 1914 reeditada por
Thocmmes Press,
Inglaterra, 1997. W)
7 Cfr., Karl Polanyi, la gran transformación, FCE, 1992; primera
■j; edición
en 1944.
de la organización del Estado y su visión universal del
orden social y del "bienestar", tanto en términos social-
políticos como en materia de salubri
dad nacional.
También es parte de un movimiento político de mayor
enver
gadura y una vertiente del socialismo cooperativista
y autogestionario.
Si bien comparte con el liberalismo decimonónico su
profunda sospecha del Estado omnipotente, adquiere su
reputación como una vital utopía
libertaria para nuestros
días, debido a su es
pecífico ideario político que va más
allá del "individualismo" a histórico del liberalismo.8
El pluralismo de Laski y Colé reniega sistemáticamente
del "individualismo" en sus versiones liberales y, por
tanto, de gran parte del corpvs conceptual de la teor
ía
política clásica de T. Hobbes en adelante. De hecho,
construye su noción de lo político y social a partir de una
ontología sociológica relativamente pragmática,
aparentemente a teórica
, pero cuyos principios se nutren
de una devastadora crítica al pensa
miento político
contractualista o iusnaturalista, o sea, nada menos que al
sustento básico del pensamiento occidental, que otorga,
desafortunadamente, vida a nuestras nociones sobre la
"soberanía", "ciudadanía", "derechos", "orden",
"constitución", etcétera.
Estudiosos por cuenta propia de la historia y de sus
ideas, Figgis, Colé y Laski,9no dejan de invocar,
mencionar, la monumental obra del alemán Otto von
Gierke,10
en quien se apoyan, ocasionalmente,
subrayando su teoría de la "asociación" para desarrollar
la idea de que la fuente del derecho es algo orgá
nico a la
convivencia entre los hombres, emana en
tre ellos
orgánicamente y por lo tanto ni el Estado, ni el soberano
son sus progenitores. Figgis, sin em
bargo, discrepa
precisamente en este aspecto de la
concepción del
grupo, en la cual el "individuo" prác
ticamente ya no
tendría personalidad, ni espacio para realizarse. Gierke,
historiador de las ideas jurídicas y políticas de Occidente,
demuestra a su manera, la
8.
Cabe advertir que la denominación "plur
alista", poco tiene que ver con el
"pluralismo" norteamericano, R. Dahl y otros después de la Segunda
Guerra Mundial, cfr., Representative Democracy and its Limits
, PoliLy
Press, Londres, 1990. Véase el intento de C. B. Macpherson de unificar el
origen de
los diversos "pluralismos" al individualismo "liberal": "Pluralismo,
individualismo y participación", en
Ascenso y caída de la justicia
económica, Ediciones Manantial, Buenos Aires, 1991.
9 IZstos dos últimos dejan el "pluralismo" en los últimos afíos de l
a década
de 1920, y se inscriben en una versión marxista sobre el Estado y la
sociedad.
10. Entre sus obras traducidas al inglés podemos encontrar:
NaturaI Law and
the Theory of Society, Cambridge, Inglaterra, 1934;
Political Theories ofthe
Middle Age, Cambridge, 1900, Inglaterra;
The Development of Political
Theories, London, 1939.

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