Las Nuevas Alternativas para el Sur y el Sureste

AutorAlejandro Spíndola Yáñez
CargoDirector general. Instituto Mexicano de Estrategias S.C.
Páginas7-11

El sur y el sureste de México, hasta hace poco habían sido vistos preponderantemente como un escenario de políticas asistenciales, por el atraso social y la miseria insuperable imperante, que no hemos sido capaces de superar como sociedad.

Son dos de las grandes regiones que aparecen cada año en el presupuesto de egresos que aprueba el Congreso de la Unión, absorbiendo una gran porción de los recursos públicos que no pueden destinarse a otras partes de nuestro territorio, estimadas como grandes opciones de alta vocación productiva, para emprender con rapidez el progreso y la actividad económica.

Pero esta visión ha cambiado radicalmente desde los últimos 50 años. Primero fueron los fideicomisos federales para crear y desarrollar la zona turística de Xel-Ha, Xcaret y Caleta de Yal-Ku en 1973, después el reconocimiento de Quintana Roo como entidad federativa en 1974, luego la proliferación de áreas naturales protegidas en la zona y el boom petrolero del trienio 1980- 1982 con su gran estela de desequilibrio ambiental, entre otros sucesos, los cuales nos muestran un largo camino de redistribución de recursos realizado por la Federación, destinado a tales regiones.

También hay que reconocer que el esfuerzo gubernamental hecho en el sur y el sureste no ha sido bien planificado. Probablemente el origen provenga en gran parte de la visión fragmentada que han tenido autoridades de la Federación y las de orden local, acerca de la excelente posición geográfica en que se ha convertido la región para la explotación de sus recursos naturales, como es el caso del mar, visto más como paisaje que como lo que verdaderamente es: la plataforma del futuro económico de la nación.

Sin embargo, esta visión dispersa ha comenzado a cambiar. La expedición de la ley federal de zonas económicas especiales (ZEE), publicada el 1º de junio de 2016, ofrece un enfoque más inteligente acerca del desarrollo regional y territorial del país. Las primeras declaratorias de ZEE, para Puerto Chiapas, Coatzacoalcos y Lázaro Cárdenas-La Unión, en septiembre de 2017, si bien parecen una respuesta gubernamental ante los lamentables sismos que cimbraron el sur del país, también lo son de un mecanismo de desarrollo regional más depurado que sus antecesores de 1986, 1979 y 1971.

Las 7 zonas creadas hasta ahora constituyen una nueva cartografía para las políticas implicadas en el desarrollo de regiones con vocación productiva y en espera de una respuesta planificada de la administración pública: de promoción industrial, abierta al comercio internacional, generadora de competitividad, de uso pleno de sus ventajas comparativas en cuanto a la explotación de recursos naturales y de respeto al medio ambiente, que traen un luz esperanzadora para quienes viven en municipios olvidados del desarrollo general del país.

Los incentivos de las zonas económicas especiales

A diferencia de otros decretos sobre desarrollo regional que preceden a la ley vigente, las nuevas ZEE ofrecen estímulos y los puntos de inversión mejor localizados que deben tener una incidencia real sobre el estatus económico y social prevaleciente en los municipios y zonas escogidas, entre los que destacan los siguientes:

  1. En materia de estímulos fiscales, se...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR