No es la meta, sino el trayecto

AutorC.P.C. Mauricio Brizuela Arce
CargoSocio Director de Salles Sainz Grant Thornton, S.C.
Páginas68-71
No es la meta, sino el trayecto
C.P.C. MauriCio brizuela arCe
Socio Director de Salles Sainz Grant Thornton, S.C.
mauricio.brizuela@mx.gt.com
Siempre hay metas que no dejan de ser sueños,
que por cierto nos mantiene vivos,
pero lo más importante es cómo vivimos ese camino
hasta llegar a lo que nos propusimos.
Dice el dicho: planta un árbol, ten un hijo,
escribe un libro. Tres nobles propósitos
con algo en común: los tres nos sobrevi-
virán. Un buen libro pasa de generación
en generación; nuestros hijos nos verán
envejecer y morir; y, en el caso del árbol, hay quienes
los plantan sabiendo que nunca llegarán a ver el her-
moso bosque que se formará muchos años después.
La satisfacción de construir un legado es indiscutible;
sin embargo, ¿qué tanta felicidad nos puede dar esa sa-
tisfacción si no estaremos ahí para disfrutar de nues-
tro legado en toda su plenitud? ¿Por qué construir un
mundo que nunca llegaremos a conocer?
Aquí es donde valdría la pena detenernos a considerar lo
siguiente: quizá no se trata de la meta, sino del trayecto.
Es probable que este pensamiento resulte contra intuiti-
vo en nuestro contexto profesional, donde estamos acos-
tumbrados a establecer objetivos, indicadores, fechas
límite y a hablar de resultados mensuales, trimestrales,
anuales. Pero no del todo: estamos aquí para generar va-
lor a las instituciones privadas y gubernamentales, a la
sociedad, y esa labor, por su naturaleza noble, retadora,
estimulante, es una gran satisfacción en sí misma.
Colaborar en la administración justa
de la riqueza
Seguro, la principal preocupación de los fundadores
de una empresa es generar ingresos, que la inversión
se recupere en poco tiempo, que su oferta de valor
sea bien recibida entre los consumidores. Eso ayuda a
crear también un legado para sus descendientes y para
la sociedad en la que viven. Pero esta denición de li-
bro de texto sobre la labor de una empresa se queda
corta, el tiempo nos lo ha demostrado.
Amasar fortuna es una consecuencia de un trabajo
bien hecho, pero se trata de algo más que eso. Gracias
a la manera en que hemos aprendido a conectarnos
con el resto del mundo, a menor y mayor escala, es im-
posible negar que lo que sucede en un sitio afecta al
otro extremo. Ya no se trata entonces de encontrar un
benecio individual, sino de uno que toque a los que
están afuera.
Si los accionistas son felices, también deberían serlo con
la sociedad a la que pertenecen. Y este es un paradigma
que las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMES) han
comenzado a abrazar desde su fundación. Es verdad que
una compañía de gran envergadura tiene la ventaja de
un capital que le permite sobrevivir durante un perio-
do a los cambios sin tener que adaptarse de inmediato,
sobre todo porque su colosal tamaño puede dicultar
esta transformación. Sin embargo, una PyME tiene la
ventaja de que por su tamaño tendrá más exibilidad e,
incluso, tendrá en mente la importancia de su impacto
en los que la rodean desde su misma fundación.
Además de encontrar cómo hacer negocio, se debe
buscar cómo hacerlo ofreciendo un valor agregado que
le dé ventajas a los que consumen el producto o servi-
cio y a los que están a su alrededor. Y es un aspecto del
que mucha gente está pendiente, por eso es tan difícil
ignorarlo en estos momentos.
La labor de nuestro sector es importante, porque nues-
tro trabajo no es operacional únicamente. Nos encar-
gamos de los números, de los procesos contables que
permiten que las inversiones se muevan en los bolsi-
llos de los empresarios y en la sociedad en la que se
insertan, pero también cuidamos que las decisiones
que se tomen al respecto mantengan una ética bien ci-
mentada, más allá de las cuentas bancarias. No es po-
sible tener un desarrollo sustentable de las economías
si no se hace una justa administración de la riqueza.
Por supuesto, no me reero únicamente a las labores
sociales en la que se puede involucrar una compañía.
Esto debe ser algo más que un discurso que se dice de
dientes para afuera: se empieza en casa, como en todo.
Así que los profesionales que decidimos dedicarnos a
lo contable debemos asumir nuestra responsabilidad
cuando notamos que los trabajadores de una empresa
no cuentan con prestaciones, no se les transparentan
las deducciones pertinentes o no se reportan las ga-
nancias de manera dedigna bajo pretexto de ahorrar
unos cuantos pesos.
Por ejemplo, cuando se habla de las nuevas tecno-
logías, en especial en este contexto en el que se han
vuelto tan imprescindibles, se proyecta una plusvalía
digital en aumento. ¿Quién la tiene ahora, cómo se
repartirá mañana? Que se mantenga en las manos de
los dueños de las máquinas, de los empresarios, pinta
un panorama en el que no habrá estabilidad social, a
menos que se piense como parte de un bien común.
Ahora mismo vemos cómo la brecha digital afecta a
estudiantes sin acceso a una conexión de internet o
una computadora para tomar clases en línea, que el
ocinista promedio no tiene herramientas para hacer
su trabajo a distancia, de la importancia que demues-
tran los que se encargan de que los servicios de comu-
nicación se mantengan en buen funcionamiento.
Las ventajas deben ser para todos, no para unos
cuantos.
Participación en las estrategias para
enfrentar el futuro
Cuando se trata de la información contable y nan-
ciera, nuestro papel va mucho más allá de nuestras
capacidades operacionales. Lo hemos visto en casos
de empresas que van empezando o que se enfrentan a
hitos del negocio que los obliga a tomar medidas dife-
rentes: la guía que podemos dar es invaluable. Por eso
Hemos recibido la estafeta de quienes llegaron antes
que nosotros y hemos de pasarla a la siguiente genera-
ción, pero eso será el día de mañana. Hoy, nosotros es-
tamos en la carrera. Es una gran responsabilidad, pero
también una gran aventura.
Me he tomado la libertad de comenzar el artículo de
esta manera porque hay algo que deseo resaltar: la
nuestra es una profesión de la que, sin duda, debemos
estar orgullosos. Y son ese amor y ese orgullo por nues-
tra labor, además del sentido de responsabilidad que,
por supuesto albergamos, los que nos mantendrán de
pie para enfrentar los retos que como sociedad hemos
de enfrentar durante los siguientes años.
Los cambios no esperan a que nosotros nos adapte-
mos, así que es oportuno tener los ojos abiertos a lo
que sucede a nuestro alrededor y abrir las puertas a
nuevos modelos de trabajo. Esta es una de las tantas
enseñanzas que nos dejarán los tiempos difíciles en
los que nos encontramos en estos momentos, que po-
demos aprovechar desde ahora para que el horizonte
de nuestro sector, y el de todos en realidad, sea más
claro. Podemos comenzar a marcar el camino hacia el
futuro.
Al analizar la información
que un software
ayuda a organizar, se
vislumbra un futuro
para adelantarnos
a situaciones que
pedirán mejoras en el
sector laboral
OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE
68
CONTADURÍA PÚBLICA
69

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR