Ser o no ser contador, ese es el dilema

AutorC.P y M.F. Sergio Enrique Beltrán Noriega
CargoProfesor Investigador de tiempo Completo de la Facultad de Contaduría y Administración de la UAS y socio activo de la Asociación mexicana de Contadores Públicos, Colegio en Culiacán, AC.
Páginas16-17
16 CUES TIÓN 75 NOVIEMBRE 2014 17
Partiendo de la multi referida frase de Hamlet, quiero
compartirles una reexión que desde hace tiempo he
mantenido pero que a la fecha totalmente ha capturado mi
atención dada la nueva realidad que se vive en nuestros días. En
lo particular me agrada el cine y para los efectos conducentes
resulta aplicable el maravilloso mensaje que transmite la saga
de “La Guerra de las Galaxias”, el maestro Yoda enseñó
“Lo más importante en el universo es el equilibrio”; por
ello y para el tema materia de mi reexión considero que
Fray Lucca Paccioli debió ser considerado un genio, por la
sencilla razón que aplicó el equilibrio (teoría de la partida
doble), a una técnica que sirve para reejar las transacciones
económicas de un ente, la cual como es sabido por todo el
gremio denominamos contabilidad.
En ese orden de ideas los conceptos de “partida doble, cargo y
abono”, “balance general (hoy estado de situación nanciera
conforme a las NIF) y demás son empleados por nosotros
constante y cotidianamente, asimismo los contadores que
ejercemos día a día el ejercicio de la contabilidad, más sin
embargo de manera paralela, al parecer no nos hemos, dado
cuenta o no querido dar cuenta, de que la profesión tiene un
noble origen, una orgullosa utilidad pero a su vez una bien
ganada minusvalía por nuestra labor.
Porque tal y como lo dijo un catedrático de reconocida
universidad: “Nosotros somos los doctores de las empresas”,
nuestra función es apoyar a la administración para la toma
de decisiones que coadyuven a la permanencia y crecimiento
de aquellas, por lo que debemos categóricamente ar mar (y
demostrar a su vez) que NO somos un “costo muerto” ni un
gasto necesario como nos ubican de manera recurrente.
A raíz de las reformas de 2014 realizadas al CFF en su
Artículo 28, he apreciado diversos anuncios de “prestadores
Ser o no ser contador, ese es el dilema
C.P y M.F. Sergio Enrique Beltrán Noriega
Profesor Investigador de tiempo Completo de la Facultad de Contaduría y Administración de la
UAS y socio activo de la Asociación mexicana de Contadores Públicos, Colegio en Culiacán, AC.
de servicio” que ofrecen programas o “sistemas”, que
mercadológicamente publicitan con frases como: “Para que
no dependa de su contador y usted mismo lo procese”, lo cual
es un el indicador del menosprecio e indiferencia presentan
algunos empresarios y los neótos de la materia hacia nuestra
profesión. Lo grave es que nosotros tenemos la culpa, y
tenemos la culpa porque sin fungir como mártires ni darse
golpes de pecho, nosotros mismos nos hemos complicado
nuestra labor en nuestro proceder “profesional”, de manera
que nuestro servicio profesional ha quedado circunscrito a
tramitadores de obligaciones scales.
Es verdad sin miramientos razonemos un poco y con toda
sinceridad respondamos esta sencilla pregunta: ¿Cómo
llevamos una contabilidad? Y no me reero a como pactamos
nuestros honorarios (eso es tema de otros artículos), puntualizo
en esencia el siguiente cuestionamiento:
¿De qué manera presentamos el servicio de contabilidad a
nuestros clientes?
Sin pormenorizar actividades como el programa de cómputo
empleado, las actividades desarrolladas, los papeles de trabajo
elaborados de manera mensual y anual, recordemos algo
tan básico como el catálogo de cuentas ¿De qué manera lo
diseñamos?
¿O será que acaso...?
Nunca lo diseñamos de manera personalizada a
nuestros clientes.
Que solo empleamos el catálogo maestro elaborado hace años
o “fusilado” del despacho donde trabajamos recién egresados.
Utilizamos el “catálogo” que por “default” emite la
paquetería comprada o rentada.
De la guía contabilizadora ni hablar porque esto es casi
como el amor verdadero: todos hablan de él, pero muy
pocos han constatado que en realidad existe. Y me reero
especícamente a los negocios micro, pequeños y medianos
a los cuales mayormente atiende la profesión, a estos clientes
no les dedicamos tiempo para analizar y elaborar un correcto
catálogo de cuentas, el cual nos permita elaborar reportes
precisos y conables que le sirvan al dueño, propietario,
encargado, administrador o consejo; tomar decisiones con
base en información conable y dedigna.
Es triste darnos cuenta como la profesión en aras de obtener
clientes, solo compite en precios más no en calidad ni valor
agregado, y no aprecia que el éxito o fracaso de un negocio
depende de la toma de decisiones que sobre el mismo se
realice, con elementos válidos de juicio que solo se logran
con una adecuada contabilidad nanciera y administrativa.
Resulta inverosímil pero se nos ha olvidado que la
contabilidad scal, se emplea exclusivamente para
determinar una base impositiva y demás obligaciones
tributarias previstas en ley, pero para el éxito y continuidad
de un negocio se requiere una adecuada contabilidad
administrativa que reeje la realidad del negocio.
Pero y ¿qué sucede con los presupuestos y en general con
la contabilidad presupuestal?, ¿Qué sucede? pues nada
sucede, porque la gran mayoría de los negocios micro,
pequeños y medianos ni la conocen y la profesión solo la
recuerda cuando aprobó o en su caso reprobó los exámenes
en la facultad.
Los lectores empezarán a pensar “A la gente no le interesa
eso” o “Eso no te lo van a pagar”, y pues quizá inicialmente
sea cierta esta conjetura, al ser desconocida por los usuarios
la utilidad que presenta esta herramienta, pero me pregunto
y si los usuarios de la información tuvieran conciencia de
que los presupuestos son la “brújula de los negocios”, y de
que un negocio sin presupuestos ni contabilidad presupuestal
equivale a un barco que navega sin timón y por lo tanto
hacia donde la marea lo indique, ¿Si lo supieran pagarían ese
servicio? Un viejo adagio menciona “La palabra convence,
pero el ejemplo arrastra”. ¿Por qué no invertir tiempo y
reinventar los servicios que brindamos?
Servicios que posibiliten una adecuada guía a los negocios
micro, pequeños y medianos, que les brinde seguridad
en su operación, que incluya un excelente catálogo de
cuentas que clasique bien los gastos por su naturaleza,
que permita ‘costear’ bien un producto o servicio, que
permita elaborar estados nancieros que sean totalmente
entendibles por sus usuarios, que posibilite el cambio en
políticas de venta, de nanciamiento, de inversión y demás,
atendiendo a un presupuesto debidamente elaborado y
periódicamente comparado con las cifras reales obtenidas
en un período; un servicio de contabilidad que posibilite la
correcta elaboración y análisis de un Estado de Cambios
en la Situación Financiera (ya obligatorio para 2014), el
cual explique y demuestre cual fue el destino del efectivo
generado en el periodo, etc. etc.
Como todos sabemos es una época de retos y de oportunidades
y para quienes amamos nuestra cotidiana labor es un muy
oportuno momento para reivindicar a la profesión y darle un
nuevo enfoque el que siembre debió tener.
Para terminar esta reexión, les comparto esta frase del
millonario Bill Gates: “Tus clientes más insatisfechos son tu
más grande fuente de aprendizaje”.

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