'El Nigromante', ejemplar

AutorAndrés Henestrosa
Páginas153-154
ha trocado la lici ón;
monacillos qu e le ayudan
no aciertan respo nder, non
por decir amé n, amén,
decían amor, amor.
El otro día, leyendo un ensayo de Fernando Benítez encontré una velada
alusión a este romance: algunas imágenes integraban el mundo interior del
español de la Conquista.
14 de junio de 1953
“El Nigromante”, ejemplar
Un día del mes de junio –el 23– nació Ignacio Ramírez. Y un día, también de
junio –el 15– descendió a la tumba, prematuramente viejo, cargado de triste-
za, sin esperanzas ni temores como vino al mundo, ciego, sordo, abandonado,
desnudo como nació y vivió. Pero la mañana misma de su muerte se inició, y
no ha cesado desde entonces, su resurrección, su rescate del seno del olvido,
por la belleza y la bondad de su obra, por lo que sus acciones y prédicas se
identifican con la causa de la república sin lo cual nada de lo que en esta
tierra se haga en el campo del espíritu, tiene sentido trascendente. En efecto,
todo lo que Ramírez llevó al papel a lo largo de una vida dedicada al bien de
México, está cargado de un sentido de pueblo que por dondequiera que se
abran sus pocas obras reunidas, trasciende la imagen de una patria que si bien
no llega aún, alguna vez será verdad ante los ojos de nuestros pósteros. Sus
escritos, lo mismo si eran de creación que si se trataban de temas científicos o
filosóficos, querían instruir, enseñar a razonar, seguro como siempre estuvo de
que nada es más perjudicial al hombre que las supersticiones y los prejuicios,
y que la ignorancia humana es la sola fuente de muchas de nuestras desdichas.
Su vida y su muerte son una cotidiana lección de virtudes cívicas. Con Ignacio
Ramírez podemos ejemplificar siempre en todo lo que mira a las circunstan-
cias de nuestro ser colectivo, lo mismo si se le mira como ciudadano que como
escritor y funcionario público. Su historia personal es la historia de medio siglo
de México. Y ya es mucho para un hombre acompasar su vida a la vida de su
AÑO 1953
ALACE NA DE MINUCI AS 153

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