La naturaleza: algunas concepciones históricas y contemporáneas
| Autor | Teresa Kwiatkowska |
| Páginas | 53-82 |
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La naturaleza: algunas concepciones históricas
y contemporáneas
In nature’s infi nite book of secrecy
A little I can read.
WILLIAM SHAKESPEARE
Al parecer, en la historia de las ideas occidentales ningún otro concepto ha
adquirido una gama tan vasta ni tan cargada de signifi cados como el tér-
mino naturaleza, y esto es un hecho que no necesita mayores argumentos.
Dicho vocablo, en efecto, tiene una larga trayectoria y ha acumulado multitud de
acepciones diferentes y a menudo ambiguas. Ha aparecido en la literatura fi losófi ca
con toda una variedad de connotaciones y, por ende, está lejos de garantizar un valor
semántico único y un sentido rigurosamente defi nido. El concepto de naturaleza
abarca a los organismos vivos, a todas las especies, a todas las sociedades humanas, a
los cuerpos celestes y al mundo físico en su conjunto. Igualmente, ha sido concebido,
básicamente, como materia, o mejor dicho como el material básico que constituye
al universo en todas sus formas o, incluso, lo que los fi lósofos suelen llamar el ser.
A lo largo de la historia del pensamiento humano, la naturaleza ha sido impensable
sin la humanidad, como una entidad aparte animada o mecanizada, espiritual o material,
benéfi ca o amenazante, divina o pecaminosa. Frecuentemente fue concebida como una
realidad objetiva, fuera de tiempo y de todo espacio geográfi co y cultural, como si fuese
un recurso de la autoridad externa. De hecho, su signifi cado continúa siendo confuso y
no tenemos certezas respecto a la interpretación que damos con relación a lo que nos
rodea y, sin darnos cuenta de ello, nos vemos envueltos en la eterna preocupación que
CONTROVERSIAS DE LA ÉTICA AMBIENTAL
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viene del pasado y que continuará (si es que la raza humana no se extingue antes) en
el porvenir. El tema de la naturaleza forma parte de las interrogantes más profundas
que los seres humanos nos hemos planteado acerca de nosotros y del universo.
El signifi cado del término naturaleza es tan complejo que requiere una atención
especial y una defi nición particularmente cuidadosa. Con el fi n de alcanzar, aunque
sea, una comprensión rudimentaria de su signifi cado, es preciso volver la vista atrás,
al pasado. No obstante, para ello debemos advertir que este capítulo no pretende
recoger en detalle todos y cada uno de los signifi cados de dicho término. Aludiré tan
sólo a algunas cuestiones históricas en torno al concepto de naturaleza, con el fi n de
centrar la atención en aquéllas que son relevantes para el discurso de la ética ambiental
contemporánea. Como veremos, las respuestas han variado enormemente a lo largo
de la historia; sin embargo, las preguntas siguen siendo las mismas.
Una mirada retrospectiva
Natura incipit, ars dirigit, usus perfi cit.
Al referirse a los antiguos misterios de la naturaleza y del ser, Heráclito de Éfeso
(540-480 a.C.) observó que “la auténtica naturaleza de las cosas suele estar oculta”
y cargada de enigmas. Hace unos años, siguiendo las huellas del concepto naturaleza,
un intelectual inglés, Raymond Williams, observó que toda la historia de los usos de
dicho concepto en realidad equivalía a una buena parte de la historia del pensamiento
humano. En su frase más célebre, alabada tanto en el discurso de la ética ambiental
como por establecer un claro antecedente en la crítica fi losófi ca respecto al término
naturaleza primitiva u original, indica que: “La idea de naturaleza contiene una can-
tidad extraordinaria de historia humana, aunque ésta suele pasar inadvertida”.1 El otro
ejemplo, más erudito, es el extenso trabajo de Clarence Glacken, quien, en su libro
Huellas en la playa de Rodas, a lo largo de más de setecientas páginas emprende un
intenso viaje por las diferentes acepciones de naturaleza presentes en el pensamiento
occidental, desde la fi losofía griega hasta aquélla de fi nales del siglo XVIII.2 Repeti-
damente, en las discusiones sobre las múltiples formas de precisar la defi nición de
naturaleza, este término ha sido intercambiado con los adjetivos “natural” y “físico”
1 Conferencia dictada por R. Williams en 1971.
2 Clarence J. Glacken, Huellas en la playa de Rodas. Naturaleza y cultura en el pensamiento occi-
dental desde la Antigüedad al siglo XVIII, Barcelona, Serbal, 1996.
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