Nancy, Badiou y Lacan: la composición compleja del concepto.

AutorFarrán, Roque
CargoBadiou, Alain - Lacan, Jacques - Nancy, Jean-Luc - Ensayo

Resumen: En este artículo presentaremos primero dos discusiones muy puntuales que confrontan a Badiou con Nancy y Lacan en torno al vacío y al infinito. Mostraremos después cómo pensamos que se articula el concepto, tanto en filosofía como en psicoanálisis, a la luz de dichas complejidades y de las imbricadas relaciones entre los diversos dispositivos de pensamiento que ellas implican.

Palabras clave: vacío, infinito, composibilidad, psicoanálisis, nudo

Abstract: In this article we present first two arguments about the void and the infinity, confronting Badiou both with Nancy and Lacan. We propose then an explanation of how the concept is articulated, both in philosophy and in psychoanalysis, in the light of such complexities and imbricated relationships among the diverse thinking dispostives that they imply.

Key words: void, infinite, compossibility, psychoanalysis, knot

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[Nancy, Badiou, and Lacan: The Complex Composition of the Concept]

En este artículo partiremos de dos discusiones muy puntuales que confrontan, primero, a Badiou con Nancy en torno al vacío y, segundo, a Badiou con Lacan en torno al infinito. Después mostraremos cómo pensamos que se articula el concepto, tanto en filosofía como en psicoanálisis, a la luz de dichas complejidades y de las imbricadas relaciones entre los diversos dispositivos de pensamiento que ellas implican. Sin extendernos demasiado en preámbulos y presentaciones, quisiéramos introducir directamente los conceptos específicos de los autores mencionados, adaptados en función de las necesidades argumentativas del texto, para indicar los puntos problemáticos que en torno a ellos nos permitirán, después, efectuar nuestro propio aporte a su pensamiento. Por esta razón no apelaremos a datos biográficos, contextualizaciones más amplias o desarrollos generales acerca de la obra de los autores. Las discusiones teóricas serán puntuales y creemos que se pueden seguir con rigor más allá del conocimiento exhaustivo que se tenga o no de cada uno de ellos. 1

  1. Nancy avec Badiou: en torno al vacío

    En La desconstrucción del cristianismo, Nancy escribe:

    El sentido se revela y no revela nada, o revela su propia infinidad. Sin embargo, no revelar nada no es una proposición negativa, es más bien la proposición hegeliana en la cual lo que se revela es propiamente que Dios es lo revelable: aquello que es revelado es lo revelable, lo Abierto como tal. (Nancy 2006, p. 55)

    Observemos las precauciones terminológicas que toma Nancy, pues son reveladoras, a su vez, de la aproximación y distancia respecto del planteamiento badiousiano del ser.

    Primero, la idea fundamental de que aquello que se revela no es nada o, dicho de manera afirmativa, es "nada", o bien su equivalente: "infinidad". Está claro que lo que desea remarcar Nancy antes que nada es que no se trata, en la revelación cristiana, de un objeto determinado (un ente) ni de la simple ausencia de éste: un no-ente. Se trata más bien del acto mismo de revelación que remite a "nada", "infinidad" o "lo Abierto como tal" (todos términos equivalentes en el lenguaje filosófico de Nancy).

    Ahora bien, Badiou también se aproxima de algún modo a este motivo por el cual la revelación del ser (o "pensamiento del ser", diría más bien) no atañe a un objeto positivo (propio de una metafísica de la presencia), como tampoco a su simple negación o aproximación diferida (propia de una teología negativa), sino a una multiplicidad pura, inconsistente, sin-uno, aunque rigurosamente circunscrita. Badiou desarrolla este tema de manera exhaustiva en los primeros capítulos de El ser y el acontecimiento, sobre todo en el cuarto capítulo, donde escribe:

    desde el momento en que el todo de una situación está bajo la ley de lo uno y de la consistencia, es necesario que, respecto de la inmanencia de una situación, lo múltiple puro, absolutamente impresentable según la cuenta, sea nada. Pero el ser-nada se distingue del no-ser tanto como el "hay" se distingue del ser. (Badiou 1999, p. 69)

    El simple e indicativo "hay" remite a dicha multiplicidad inconsistente, pensable por la ontologia matemática en términos axiomáticos (axioma del vacío, axioma del infinito, etc.); mientras que el ser-en-situación es siempre múltiple-uno consistente, presentado ónticamente en términos del lenguaje y saber propios de cada situación (ley o estructura). Continúa Badiou:

    Así como el estatuto de lo uno se decide entre la tesis (verdadera) "hay uno" y la tesis (falsa) de las ontologias de la presencia "lo uno es", de igual manera el estatuto de lo múltiple puro, tomado en la inmanencia de una situación no ontológica, se decide entre la tesis (verdadera) "la inconsistencia es nada" y la tesis estructuralista o legalista (falsa) "la inconsistencia no es". (Badiou 1999, p. 69)

    Esto quiere decir que la inconsistencia o la nada se pueden afirmar sea axiomáticamente o sea conceptualmente.

    Segundo, el vacío señala así la paradoja del sentido del ser revelado o pensado, su faz afirmativa que lo vincula con la producción genérica infinita de una verdad. (1) Volvemos a Nancy, quien lo expresa de este modo:

    Todo se juega entonces en este punto: pensar la infinidad del sentido, pensar la verdad como infinito del sentido. O aún más, pensar el sentido como una apertura absoluta del sentido y al sentido, pero a un sentido de alguna manera vacío, vacío de todo contenido, de toda figura, de toda determinación. (Nancy 2006, p. 55)

    En última instancia: sentido vacío de sentido.

    Si bien para Badiou el tratamiento ontológico-matemático del ser en tanto puro vacío está exento de sentido lenguajero (puramente lingüístico), hay que tener en cuenta que Nancy aborda la dimensión del sentido del sentido de una manera muy peculiar que no se identifica con el mero sentido común (de hecho, luego hablará justamente de una "exención de sentido"). Badiou ofrece una precisión conceptual adicional al respecto:

    Prefiero decir "vacío" antes que "nada" porque la "nada" es, en todo caso, el nombre del vacío correlativo al efecto global de la estructura (todo es contado), y porque es más preciso indicar que el no-haber-sido-contado es también local, ya que no es contado por uno. "Vacío" indica la falla de lo uno, el no-uno, en un sentido más originario que el no-del-todo. (Badiou 1999, p. 71)

    Vacío entonces, en cada caso (local), antes que nada (en forma global).

    No obstante, la diferencia fuerte entre Badiou y Nancy surge a partir de que el primero apela a las matemáticas poscantorianas para pensar el vacío en su pura multiplicidad inconsistente, es decir, con el rigor de una "teoría consistente de la inconsistencia", mientras que el segundo apela a la "deconstrucción del cristianismo". De este modo se torna inteligible por qué la nada, el vacío, la multiplicidad inconsistente y el infinito actual pueden considerarse, en este nivel de análisis, términos compatibles. Pero, aun así, en lugar de detenerse en una suerte de constatación estática del vacío (la "revelación") o de lo Abierto, la ontología matemática le permite a Badiou tramar múltiples conceptos con dicho vacío (o nombre propio del ser). Podríamos decir que, en lugar de lo abierto o lo infinito, hay múltiples infinitos (infinidad de infinitos) y múltiples aperturas en cada situación óntica singular, localizada históricamente por un acontecimiento y el procedimiento genérico de verdad que le sigue. Así, es posible trabajar el vacío desplazándolo con distintos axiomas y teoremas en la ontología matemática, o bien con nominaciones suplementarias (actos) en los demás procedimientos genéricos de verdad (arte, ciencia, política y amor). Es decir, la revelación (la consumación del nihilismo) no queda fijada bajo la inconsistencia pura del ser (extática), sino en su mismo desplazamiento y torsión entre distintas situaciones singulares y dispositivos de pensamiento para articular otro tipo de consistencia, ya no vinculada exclusivamente con la ley o estructura, como tampoco con el sentido o la representación.

    En las preguntas abiertas con las que Nancy finaliza su breve ensayo es donde más se aproxima a la perspectiva filosófica de Badiou; en particular, respecto a la circunscripción del vacío y la producción de una verdad, dice:

    Lo abierto (o "lo libre" como lo llamaba también Hólderlin) es, en efecto, esencialmente ambiguo (ésa es la ambigüedad autodestructora o autodesconstructora del cristianismo). En su absolutez, éste se abre sobre sí mismo y no se abre más que sobre sí mismo, infinitamente: así, el cristianismo se hace nihilismo, y se ha comprometido incesantemente con el nihilismo, con la muerte de Dios. Es así que se plantea la siguiente cuestión: ¿qué sería una apertura que no cayese en el abismo de su propio vacío? ¿Qué sería un sentido infinito que, sin embargo, hace del sentido una verdad vacía, que sin embargo posee el peso de una verdad? ¿Cómo trazar nuevamente una apertura delimitada, una figura, que no sea, sin embargo, una captación figurativa del sentido (que no sea Dios)? (2) (Nancy 2006, p. 89)

    Como dice Badiou, el acontecimiento es esencialmente la interposición entre el vacío y él mismo (Badiou 1999, p. 231). A partir de esto podríamos responder con Badiou la pregunta formulada por Nancy respecto de una nueva "apertura delimitada": bajo condición de las verdades políticas, científicas, amorosas y artísticas que se interponen, en nominaciones siempre inéditas, entre el vacío ontológico de cada situación singular...

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