Modelos de microsimulación para el análisis de las políticas públicas.

AutorAbsalón, Carlos

Microsimulation models for public policy analysis

INTRODUCCIÓN

En los últimos años el uso de los modelos de microsimulación (MMS) ha cobrado importancia en el análisis de los efectos de las políticas públicas sobre el bienestar de los hogares, aun cuando su origen se remonta a los trabajos seminales de Guy H. Orcutt a finales de la década de 1950 e inicios de los años sesenta (Orcutt, 1957; Orcutt et al., 1961). Básicamente, estos modelos consisten en aplicaciones informáticas en donde se establece una estructura de impuestos y beneficios que operan sobre unidades económicas a nivel micro, en especial hogares o individuos. Una vez hecho esto se pueden estimar, mediante simulaciones, las repercusiones sobre la distribución del ingreso, los niveles de desigualdad y pobreza y, más generalmente, el bienestar social que podrían generar los cambios en las políticas durante un periodo determinado. Dicha estimación se hace considerando además la influencia que sobre estos resultados tienen la heterogeneidad y la diversidad de atributos de la población, lo cual representa una ventaja frente a los esquemas que simulan la economía en forma muy agregada, como es el caso de los llamados modelos computables de equilibrio general.

El propósito del presente trabajo es hacer una revisión del uso de la microsimulación como instrumento para el análisis de las políticas públicas. Para tal efecto, el resto del documento ha sido dividido en cinco partes. En el siguiente apartado se describen las principales características y los criterios empleados en la clasificación de los MMS. En la sección subsiguiente se describe el fundamento teórico de los modelos de simulación sin y con comportamiento. Enseguida se presentan ejemplos de modelos de microsimulación ya existentes en la Unión Europea, así como los primeros intentos que se han hecho en América Latina para simular los efectos sobre el bienestar social de algunas reformas tributarias y políticas sociales. También se reseñan los modelos auspiciados recientemente por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (pnud) en cinco países latinoamericanos. La última sección recoge las conclusiones.

LOS MODELOS DE MICROSIMULACIÓN ECONÓMICA

Los MMS son aplicaciones que permiten estimar los efectos probables de cambios en las políticas públicas sobre los hogares e individuos. Estos modelos cuantifican las variaciones en los niveles de bienestar de los agentes ante reformas tributarias o de gasto, muchas veces hipotéticas, de tal manera que los resultados obtenidos mediante dichas simulaciones puedan facilitar el diseño posterior de las políticas públicas. La principal característica de la técnica es que modela mediante la observación de las unidades individuales y a partir de reglas de cálculo que expresan con detalle las diferentes políticas que se busca analizar. Estas reglas pueden modificarse de tal forma que es factible comparar los resultados asociados a tales cambios en relación con la situación inicial. Por otro lado, los modelos requieren encuestas de ingreso y gasto de los hogares que tengan representatividad estadística para el total de la población analizada. Estos datos micro permiten generar una amplia gama de indicadores acerca de la distribución del ingreso y los niveles de pobreza y desigualdad, tanto para la población como para subgrupos de la misma, divididos en función de características específicas como la edad, el género o la distribución geográfica.

A grandes rasgos, los MMS presentan tres propiedades deseables en cualquier instrumento que se emplee en la evaluación de cualquier política pública: primero, simplicidad en su uso; segundo, una modelación detallada del sistema que se estudiará, y tercero, la posibilidad de capturar la heterogeneidad de los individuos que conforman la población. Este último punto es importante, pues la evaluación de los efectos de una reforma puede generar resultados insatisfactorios si no se contempla la heterogeneidad de los individuos y los posibles cambios en su comportamiento en respuesta a tales medidas. En contraposición, los modelos que presuponen agentes representativos, como es el caso de los modelos de equilibrio general aplicado, sean éstos estáticos o dinámicos, describen tan sólo (y a lo sumo) los rasgos característicos de una parte considerablemente pequeña de la población, de manera que los resultados obtenidos no logran alcanzar el grado de heterogeneidad y detalle de los modelos de microsimulación.

En suma, la mayor ventaja de las técnicas de microsimulación frente a otros modelos teóricos es que al considerar las circunstancias que caracterizan a los hogares permiten obtener resultados representativos para la población objeto de estudio y entender los efectos de algunos elementos específicos de las reformas implementadas en las políticas, así como sus interacciones, los cuales podrían no ser tan evidentes o predecibles de forma adecuada con cualquier otro tipo de análisis (para ampliar este tema, véase Spadaro, 2007).

Una ventaja adicional de esta técnica tiene que ver con la flexibilidad de las formas funcionales que pueden emplearse. Por ejemplo, las reglas que definen la aplicación de las tasas impositivas entre los distintos tipos de contribuyentes y los criterios de elegibilidad de las familias en determinados esquemas de beneficio social son no lineales y típicamente presentan patrones de discontinuidad, de manera que al utilizar los MMS es posible ajustar adecuadamente las formas funcionales a tales características. Otro aspecto importante es que los MMS permiten identificar de manera precisa a los grupos ganadores y perdedores tras un cambio en las políticas económicas y sociales. Como las reformas no impactan a todos los agentes de la misma forma, la posibilidad de estimar los posibles efectos en el bienestar de una medida adoptada por las instancias gubernamentales constituye una importante ayuda para los responsables de su diseño, además de que permite evaluar la factibilidad de su implantación.

Pese a lo anterior, existen algunas dificultades asociadas al diseño y la estimación de los MMS. La primera de ellas tiene que ver con las características de los datos micro. Aun cuando la disponibilidad y la calidad de éstos se ha incrementado en todos los países en las últimas décadas, es difícil encontrarlos en una sola fuente de información. Además, si las encuestas no se diseñan específicamente para el propósito de estudio pueden faltar datos relevantes o estar presentados de forma inadecuada, lo que hace necesaria su estimación indirecta con la posibilidad de generar algún sesgo mediante este procedimiento (Klevmarken, 2008). De igual manera, como los sistemas de impuestos-beneficios de la mayoría de los países son complejos y administrados por diferentes instancias, la información acerca de los mismos generalmente se presenta de forma fragmentada e incluso contradictoria.

Por otra parte, el tamaño y la complejidad de los MMS dificultan entender sus propiedades de manera intuitiva. La preferencia actual de trabajar con modelos económicos pequeños y estilizados, así como las fallas de los grandes modelos macroeconométricos comunes en las décadas de 1960 y 1970, explican parcialmente el escepticismo de algunos economistas acerca de la microsimulación. Finalmente, como se detalla más adelante, la mayor crítica que se puede hacer a los MMS es que casi todos se circunscriben a un marco de equilibrio parcial. Así pues, dado que sus resultados no representan los efectos globales sobre la economía, son inadecuados para explorar los impactos a nivel macro como podrían hacerlo, por ejemplo, los modelos computables de equilibrio general.

Tipos de modelos

Generalmente, los modelos de microsimulación se clasifican con base en cinco criterios: la cobertura, el horizonte temporal, los supuestos acerca del comportamiento de los individuos, el espacio de aplicación y el uso específico (véase en particular Klevmarken, 2008).

Criterio de cobertura

Los MMS pueden clasificarse como modelos integrados cuando estiman de manera simultánea los efectos de varias políticas (por ejemplo, de los cambios en las políticas de ingresos y gastos), y en modelos específicos cuando simulan solamente parte de esas políticas. Los primeros no sólo toman en cuenta los impactos de todas las políticas, sino que además consideran las interacciones entre ellas y estiman el efecto global que las reformas tienen.

Criterio del horizonte temporal

Se consideran modelos...

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