Migraciones Internacionales Francisco Alba, Manuel Ángel Castillo & Gustavo Verduzco

AutorMaría Isabel Ureta Hernández
Páginas104-105
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reseña
compte rendu
D.R. © 2011. Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos. México, D.F. ISSN: 0185-6286.
TRACE 60 (Diciembre 2011): págs. 104-105 www.cemca.org.mx
Migraciones internacionales
Francisco Alba, Manuel Ángel Castillo y Gustavo Verduzco (coords.)
Colección Grandes problemas de México, El Colegio de México, 2010, 1ª ed.,
vol.3, 577 págs.
Maria Isabel
Ureta Hernández
Migraciones internacionales es el tercer tomo de la serie Los grandes
problemas de México, una colección de 16 libros que hace un diagnóstico
del universo de dificultades que enfrenta esta nación actualmente. La serie
es un reconocimiento al libro de Andrés Molina Enríquez, Los grandes
problemas nacionales, obra influyente en el pensamiento que dio origen
a la revolución mexicana de 1910 al ser un serio y crítico diagnóstico al
gobierno porfirista. Por su parte, Migraciones internacionales compila 15
investigaciones minuciosas de uno de los fenómenos socialmente más
sensibles y difíciles de gestionar dentro de los marcos normativos e insti-
tucionales existentes.
El libro reúne la experiencia de historiadores, demógrafos, sociólogos,
economistas y politólogos, que si bien no abordan toda la complejidad del
fenómeno migratorio si aportan un análisis actualizado de los aspectos más
importantes de esta dinámica en nuestro país desde distintos horizontes.
Las categorías sociales de cada uno de los artículos permiten analizar esta
publicación en tres grandes apartados.
En el primero, a lo largo de tres artículos, se analizan detalladamente
dos tipos de migraciones en la historia de México, a saber: las internas y
las de mexicanos hacia Estados Unidos. Por un lado, la descripción de las
primeras se enmarcan desde las postrimerías del siglo XVIII hasta mediados
del siglo XX, se trata de desplazamientos provocados en gran medida por
una población creciente y una economía estancada que al quebrantarse la
dinámica social y económica de la época colonial, dio lugar a movilizaciones
internas de población hacia ciudades, puertos y haciendas, en busca de
seguridad y trabajo, fenómeno sin precedentes en la época. Sin embargo,
para 1870 y 1930, el escenario cambia y la redistribución interna de la
población se da en el marco de reanimación y fortalecimiento del centro
y surgimiento del norte del país, como una región prospera y dinámica,
ante lo cual surge una articulación fundamental que subordina al resto del
país a estos polos, y que ni la Revolución ni la emigración provocada por
ésta lograron interrumpirla; por otro lado, el segundo tipo de migración,
la de mexicanos hacia la Estados Unidos, se caracteriza por tener raíces
estructurales y una prolongada tradición histórica desarrollada a lo largo de
más de 100 años, contrastando con la primera el destino incierto de miles
de migrantes mexicanos indocumentados que no tienen opción de corto
plazo para regularizar su condición migratoria y viven bajo el “anonimato”.

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