Migración internacional y desarrollo en México: tres experiencias estatales

AutorRodolfo García Zamora
Páginas45-71
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LOS MIGRANTES que han abandonado sus comunidades de origen para conseguir
un mejor nivel de vida buscan ahora el apoyo de los gobiernos, con el fin
de hacer uso productivo de sus ahorros y evitar que más gente inicie el ca-
mino hacia el norte. Para tratar de reducir la preocupante tendencia al des-
poblamiento de la región centro -occidente del país, deben lidiar con los
distintos partidos políticos, las diferentes secretarías, las diversas dependen-
cias, las contradicciones al interior de los clubes para promover alguna
iniciativa en beneficio de quienes aún viven en sus comunidades de origen.
Este capítulo se apoya en un recuento de las políticas relacionadas con la
migración y el desarrollo en tres estados de la República de migración tradicio-
nal: Jalisco, Michoacán y Zacatecas para, a partir de un balance de lo realiza-
do hasta ahora, dejar en evidencia la necesidad de establecer políticas públicas
de carácter integral que se traduzcan en acciones gubernamentales nuevas y
permanentes, promotoras del desarrollo humano con enfoque transnacional.
El trabajo parte de la necesidad de integrar, como desafío colectivo, una
política que ataque el fenómeno del despoblamiento que se vive en varias
zonas del centro-occidente del país y que reclama la participación coordina-
da de todos los estados, de todos los actores sociales, nacionales e internacio-
nales, bajo un enfoque de política de Estado sobre desarrollo y migración
integral y de largo plazo. Para ello, al final del texto se realizarán una serie
de recomendaciones al respecto.
LAS REMESAS EN MÉXICO
Durante la década de los noventa, México registró un crecimiento significa-
tivo del monto de remesas, procedentes fundamentalmente de Estados Uni-
CAPÍTULO 2
Migración internacional y desarrollo en México:
tres experiencias estatales
Rodolfo García Zamora*
*El autor es miembro del doctorado en estudios del desarrollo, Universidad Autónoma de
Zacatecas.
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RODOLFO GARCÍA ZAMOR A
dos, con tasas de crecimiento anuales de alrededor de 10 por ciento. Los
primeros años del nuevo siglo se caracterizan, según el Consejo Nacional de
Población,1 por el gran dinamismo que muestra el envío de remesas, con un
ritmo de progresión anual próximo a 24 por ciento y que supera con mucho
lo observado en años anteriores: tan sólo entre los años 2002 y 2003 au-
mentaron 3,582 millones de dólares, mientras que entre 2003 y 2004 lo
hicieron en 3,217 millones de dólares. Así, en 2004 México recibió 16,000
millones de dólares, en 2005, 20,035 millones de dólares, y para 2006 se
esperan 24,000 millones de dólares por concepto de remesas familiares,
según la misma fuente y el Banco de México.2
México recibió remesas familiares en los últimos 15 años por un monto
acumulado cercano a 95,000 millones de dólares, lo que se explica debido a
que han crecido en tasas muy superiores a las de la migración, gracias a una
mayor cobertura de estas operaciones por parte de las instituciones finan-
cieras intermediarias y a la considerable reducción de los costos de las ope-
raciones que involucran transferencias monetarias entre ambos países.
En las dos últimas décadas, las remesas se han convertido en un flujo de
divisas de suma importancia para la economía mexicana, al constituir uno
de los principales rubros de la balanza de pagos y, además, porque contri-
buyen a reactivar las economías regionales y locales. La comparación del
flujo de remesas con ciertos indicadores macroeconómicos nacionales mues-
tra la relevancia de estos recursos. En el año 2003, los envíos de dinero de
los migrantes a sus familias representaron alrededor de 80 por ciento de las
exportaciones petroleras y 73 por ciento del superávit de la balanza comer-
cial de maquiladoras, al tiempo que superaron en 42 por ciento los ingresos
derivados del turismo. En 2004 representaron 70 por ciento de las exporta-
ciones de petróleo y 87 del superávit maquilador.
La distribución regional de las remesas se ha ido diversificando y las
regiones de migración inter nacional de mayor tradición, como el centro-
occidente, han experimentado un cambio en su patrón, de migración tem-
poral a migración definitiva y de todo el grupo familiar; además, debido a
la profunda crisis del campo y de la economía nacional, la emigración in-
ternacional se ha extendido prácticamente a todo el país.3
1Conapo, 2004 www.conapo.gob.mx/publicaciones/indices/pdfs/001.pdf (consultado el
28 de marzo de 2006).
2La Jornada.
3García Zamora, 2003.

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