México, principal problema de Estados Unidos en 1916

AutorJosé E. Iturriaga
Páginas261-425
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Así como México y Centroamérica se han convertido ahora en uno de los
principales problemas que afectan a la política exterior de Estados Unidos,
así lo fue por un motivo distinto en 1916 nuestro país: se convirtió en el
tema central de la lucha electoral entablada por el Partido Republicano que
intentaba echar de la Casa Blanca al demócrata Woodrow Wilson en los
comicios de noviembre de 1917.
Ciertamente México fue el tema básico en la contienda bipartidista que
empezó en Estados Unidos desde mediados de 1916, la que habría de
desembocar en la reelección de Wilson y la derrota del republicano Hughes.
Esa pugna se reflejó de un modo abierto en la Cámara Alta de Estados
Unidos.
Pero antes de asomarnos a tal pugna parlamentaria, recordemos qué
había pasado y qué pasaba en México, esto es, cuál era el marco circuns-
tancial del debate senatorial que vamos a insertar más adelante, según el
Congressional Record del 5 de agosto de 1916.
Llevábamos seis años de guerra civil sin reposo desde fines de 1910; ha-
bía caído Porfirio Díaz después de un largo reinado de tres decenios;289 ha bía
terminado su interinato semestral Francisco León de la Barra;290 habían sido
289Díaz gobernó desde fines de noviembre de 1876 hasta fines de mayo de 1911, con
excepción del interinato de Juan Nepomuceno Méndez y del cuatrienio de Manuel González.
290El 21 de mayo de 1911 se reunieron en Ciudad Juárez: Enrique S. Carbajal, como re-
presentante del presidente Díaz, por un lado, y por el otro Francisco I. Madero, José María
Pino Suárez y Francisco Vázquez Gómez, como representantes de la Revolución para suscri-
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asesinados el presidente Madero y el vicepresidente Pino Suárez, a 15 meses
y medio de haber comenzado sus respectivos mandatos;291 habían transcurri-
do los parpadeantes 45 minutos presidenciales de Pedro Las curáin;292 había
sido derrocado Victoriano Huerta por el Ejército Constitucionalista después de
17 meses de haber usurpado el Poder Ejecutivo;293 había terminado el mes en
que ejerció la presidencia de la República Enrique S. Carvajal;294 se había su-
perado el periodo de gobernantes duales y el Primer Jefe del Ejército Consti-
tucionalista, encargado del Poder Ejecutivo —Venustiano Carranza—, retuvo
el mando frente a los tres presidentes convencionistas que reclamaban para
bir unos tratados en virtud de los cuales se convino en que cesaran las hostilidades, renun-
ciara Porfirio Díaz antes de terminar el mes de mayo y tomara posesión de la presidencia por
ministerio de la Ley, Francisco León de la Barra —que había dejado nuestra embajada en
Estados Unidos para encargarse de la Secretaría de Relaciones—, quien convocaría a eleccio-
nes generales. Cumplidos los Tratados de Ciudad Juárez, cesaron las hostilidades entre el
ejército federal y Las tropas antirreeleccionistas, tomó posesión de la presidencia León de la
Barra el 25 de mayo —fecha en que renunció Porfirio Díaz—; De la Barra entregó el poder al
presidente electo Francisco I. Madero, el 6 de noviembre de 1911.
291Las renuncias de Madero y Pino Suárez fueron presentada en la Cámara de Diputados
—la XXVI Legislatura— el 19 de febrero de 1913. Pero carecían de validez jurídica, supuesto
que su firma fue arrancada por coacción moral como lo alegó con valentía el diputado Fran-
cisco Escudero y López Portillo, quien adujo que para ser aceptadas las renuncias del presi-
dente y del vicepresidente, éstos tenían que acudir en persona a la Cámara para avalar sus
respectivas firmas. El diputado Escudero, junto con Leopoldo Hurtado y Espinosa —suegro
de Diego Rivera— y otro más, mantuvieron, solos, semejante exigencia. Pero el voto mayori-
tario de los legisladores aceptó como válidas las renuncias. Tres días después, el nefando y
doble asesinato de Madero y Pino Suárez dio fin al mandato de uno y otro el 22 de febrero.
292El secretario de Relaciones del presidente Madero, Pedro Lascuráin, tomó posesión de
la presidencia el 19 de febrero por ministerio de la Ley. Formó su gabinete; en él nombró a
Victoriano Huerta, secretario de Gobernación; y acto seguido presentó su renuncia para dejar
paso franco al poder a Victoriano Huerta. Todo ello duró sólo tres cuartos de hora.
293Organizada la mascarada legal por Pedro Lascuráin según los planes del embajador
norteamericano, Henry Lane Wilson, para llevar al Palacio Nacional a Huerta, éste, después
de diecisiete meses de ocuparlo, abandonó el poder el 15 de julio de 1914.
294Como resultado de las conferencias en las Cataratas del Niágara, en las que intervinie-
ron representantes carrancistas, convencionistas, huertistas y de países extranjeros que
buscaban terminar el derramamiento de sangre en México, se entregó provisionalmente la
presidencia a Enrique S. Carvajal, nombrado secretario de Relaciones por Huerta, cinco días
antes de que éste renunciara. Al mes entregó el poder a Carranza por intermediación de
Eduardo Iturbide, como se acordó en los Tratados de Teoloyucan.
Venustiano Carranza, primer jefe del Ejército Constitucionalista. Biblioteca MAP

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