Memoria presentada a las Cortes de Cádiz

AutorJosé Miguel Ramos Arizpe
Páginas29-89
29
eñor:
No. 1. Las obligaciones de representante de la provincia
de Coahuila o Nueva Extremadura, una de las cuatro Internas del
Oriente, en la América septentrional, me estrechan imperio-
samente a exponer a V. M. lo que estimo absolutamente nece -
sario para su bien y el general de toda la nación. Las provincias
del Nuevo Reino de León, Nuevo Santander, y Texas, o Nue-
vas Filipinas, limítrofes de Coahuila, tienen todos sus intereses
íntimamente unidos con los de ésta, y no habiendo llegado al
Augusto Congreso sus representantes propietarios, me veo pre -
cisado a hablar de la situación actual de todas ellas.
El poco interés o abandono con que los gobiernos pasados
han visto por siglos enteros aquellas vastas provincias, hace que
V. M. carezca de una idea exacta de su localidad, extensión,
cli ma, producciones naturales, población, agricultura, artes,
co mercio y administración, sin haberse cuidado hasta ahora
en lo político sino de mandar a cada una de ellas un jefe militar
con el nombre de gobernador, que sin saber cuando más otra
cosa que la ordenanza del ejército, gobierne con mano militar
su provincia y dirija despóticamente todos los ramos de la ad-
ministración pública. Tal y tan monstruoso estado de cosas,
MEMORIA PRESENTADA
A LAS CORTES DE CÁDIZ
S
me obliga a difundirme un poco, tocando rápidamente cuanto
crea indispensable para poder dar idea de lo que son por su
naturaleza aquellas envidiables provincias; de su estado civil
y político, de los males que sufren y de las mejoras que necesi -
tan para llegar en breve al colmo de una prosperidad que acrece
necesariamente la general de la nación, no dudando un momen -
to que V. M. se resolverá a adoptar las medidas a que han sido
siempre acreedoras, y que ahora reclaman por mi voz, fun -
dán dolas en principios de justicia y conveniencia.
EXTENSIÓN Y SITUACIÓN LOCAL DE LAS CUATRO
PROVINCIAS INTERNAS
No. 2. Estas cuatro riquísimas provincias, situadas al norte de
Nueva España, ocupan sobre el seno mexicano más de quinien -
tas leguas de longitud y hasta unas doscientas veinte en sumayor
latitud. La naturaleza, al paso que las unió entre sí, hacién dolas
comunicables por sus espaciosas llanuras, común curso de sus
ríos y producción de diferentes frutos en ellas, que hacen ne-
cesario su mutuo tráfico, les ha puesto límites impenetrables
respecto de las de Nueva España e Internas del Poniente, le-
vantando por esa parte y la mayor del sur una cordillera de
elevadas sierras, que en toda su extensión sólo facilita un paso
útil para todo carruaje en la villa del Saltillo, y bien pocos, muy
incómodos, para sola caballería.
COAHUILA
No. 3. La de Coahuila confina por el sur con las de San Luis
Potosí y Zacatecas, por el poniente con la de la Nueva Viz-
caya, por el norte con las de Nuevo México y Texas, y por el
oriente con las del Nuevo Santander y el Nuevo Reino de
León, extendiéndose su territorio a más de doscientas leguas
30
LA V I R T U D F ED E R A LI S T A
31
MI G U E L R A M O S A R I ZP E
de longitud y unas cien de latitud. Su situación, naturalmente
más elevada y dividida por diferentes ramas de la Sierra Ma -
dre, que la abrigan de los intolerables nortes —los cuales son
frecuentes en la costa—, le proporciona los vientos más puros,
formando un clima saludable, en lo general, templado y agra-
dable, y algo frío hacia la parte sur. Su terreno, además de estar
fecundado por el noreste con el caudaloso o de Medina o Bravo
del Norte, conocido vulgarmente por río Grande, que divide
esta provincia de la de Texas, y de contar también con los ríos
de Mesillas, Santo Domingo, Nadadores, y Santa Rosa, tiene
los inagotables lagos de este nombre y el de Parras y otros mu -
chos que suelen secarse, e innumerables manantiales, contán-
dose en la jurisdicción de la villa del Saltillo tantos como los
días del año, y en sola la hacienda de Sardinas, diez y ocho,
que equivalen y exceden a muchos ríos de Europa, todos de agua
dulce y muy delicada, sin faltar algunos de aguas sulfúreas muy
saludables, de las que abunda el distrito de la hacienda de Anhe -
lo. Sus campos y sierras están cubiertos de varios y sus tanciosos
pastos muy a propósito para cría de todos ganados, especial-
mente de ovejas y cabras; sus bosques ministran maderas de
todas clases y caza de todas especies; en todo su terreno se hallan
minas de salitre, alcaparrosa, alumbre, plomo, estaño y cobre,
y las de plata de Santa Rosa, y de oro, en el cerro del Sacra-
mento, que acreditan la riqueza de aquel suelo. Habitaron esta
provincia muchas naciones bárbaras que se han extinguido, y
por su frontera del norte la hostilizan los lipanes y comanches,
y por la del poniente, los apaches y mezcaleros.
NUEVO REINO DE LEÓN
No. 4. La del Nuevo Reino de León ocupa cien leguas de lon-
gitud y como cincuenta de ancho. A excepción de la villa de

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR