México y Japón en los años treinta: los avatares del intercambio académico.

AutorUscanga Prieto, Carlos

Mexico and Japan in the 1930s: The transformations of academic exchange

Introducción

Después del establecimiento de los nexos diplomáticos entre México y Japón en 1888 se registraron, con diferente intensidad, diversos vínculos gubernamentales y no gubernamentales. Sin lugar a dudas, esto fue posible gracias al proceso de estabilización política en México posterior al periodo revolucionario. Contrario a lo que pudiera pensarse, durante el periodo de entreguerras hubo contactos entre ambos países que involucraron tanto a intelectuales como a estudiantes, académicos y personas de negocios.

En particular, la década de los años treinta fue una etapa muy compleja dentro de las relaciones internacionales. Japón había emprendido el proceso de expansionismo militar e iniciado la campaña en China, en particular en Manchuria, lo cual le llevó a retirarse de la Liga de Naciones y a que se recrudeciera el avance territorial en Asia Pacífico, acciones que posteriormente derivaron en la Guerra del Pacífico. México intentaba consolidar el orden posrevolucionario y conformar la estructura del sistema político y económico moderno: un México agrario en camino a la transformación urbana.

En este contexto, el presente trabajo aborda las vicisitudes del viaje de un grupo de estudiantes, en un momento de severas restricciones financieras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Los procesos de movilidad estudiantil y de personal académico eran muy limitados, pues era frecuente que las iniciativas sin posibilidad de ser financiadas dependieran de la obtención de apoyos externos por parte de los interesados o incluso de sus propios recursos.

El viaje a Tokio de seis universitarios y un profesor realizado a finales de 1930 y sus secuelas fue un referente importante para que la Universidad definiera un conjunto de criterios para normar las "excursiones" (como se les refería en esa época) que, sin duda, marcaron la ulterior forma de desarrollar su intercambio académico.

Universitarios en Japón

Para inicios de los años treinta, el Departamento de Intercambio Universitario era la instancia que gestionaba y regulaba la movilidad de la comunidad académica. (1) Los procesos de internacionalización avanzaban, así como la mayor demanda del flujo de estudiantes extranjeros durante los cursos normales y en particular en los de verano. Se percibía mayor interés de los estudiantes mexicanos y del personal académico (2) para establecer proyectos de intercambio con sus contrapartes de diferentes universidades de Estados Unidos y Europa. Sin embargo, no todas las iniciativas podían ser apoyadas debido a la precariedad del presupuesto de la Universidad Nacional Autónoma de México, que recientemente había obtenido su autonomía.

En este marco surgió la propuesta de organizar una visita de un grupo de universitarios a Japón. Aunque su autoría todavía es incierta, cabe señalar que uno de sus promotores fue el poeta y político Fernando de la Llave, que al parecer ya había realizado una visita a dicho país. Se trataba de un personaje singular, poco confiable y amigo del compositor mexicano Agustín Lara. Guadalupe Loaeza narra una historia en la que se le atribuía haber ido a Tokio y entregado la réplica de una pieza arqueológica, comprada en Teotihuacán, a funcionarios japoneses, como supuesto representante del entonces presidente de México, el general Álvaro Obregón, para el establecimiento de relaciones industriales. A cambio, supuestamente le dieron un Buda de oro, mismo que vendió al llegar al país. (3) Mito o hecho, lo que es real es que De la Llave fue miembro de la excursión. El poeta se atribuyó haber sido el organizador y "autor del proyecto de intercambio intelectual entre la juventud del Japón y México". (4)

Otra línea de interpretación señala que los representantes diplomáticos nipones presentaron la iniciativa. Lo anterior puede derivarse del hecho de que Kaju Nakamura, (5) miembro de la Dieta japonesa, había realizado diversas propuestas de intercambio entre estudiantes de su país con otras naciones. De manera recurrente realizó diversos viajes a Estados Unidos llevando a japoneses y proponiendo visitas recíprocas. (6) Además, en 1930 fundó y dirigió la Oriental Culture Summer University (Tojoo bunka Kaki daigaku), aunque otras fuentes la refieren como College. En este sentido, puede suponerse que el diputado Nakamura haya solicitado a la legación japonesa explorar la opción de que un grupo de jóvenes mexicanos visitara aquel país. Es posible que el enlace haya sido Mario Aoyama Kosaka, estudiante de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, y que él haya sido uno de los organizadores, invitando a algunos amigos y compañeros. También se consideró al Dr. Adalberto García de Mendoza Hernández, profesor de la Facultad de Filosofía y Letras, introductor del pensamiento neokantiano en México y músico que años después dirigiría el Conservatorio Nacional. Finalmente, el equipo estuvo integrado por el ya referido Mario Aoyama, Horacio Espinosa Vela, Antonio Lomelí G. (Facultad de Derecho y Ciencias Sociales), Ulises Espinosa Vela (Escuela Nacional de Medicina), Raúl Calvo y Ángel Urrutia (Escuela Central de Artes Plásticas). (7)

La delegación de los universitarios carecía de financiamiento propio, por lo que aparentemente obtuvieron apoyo económico parcial de algunas dependencias federales y estatales. El rector Ignacio García Téllez no ofreció ningún respaldo financiero y, a petición del profesor García de Mendoza, sólo le extendió un documento oficial de la institución para acreditarse ante sus contrapartes en Japón. La carta apuntaba lo siguiente:

En respuesta a su atenta nota de 3 de diciembre en curso, me honro en acompañar a usted la credencial que lo acreditará ante las autoridades de las universidades japonesas como representante de nuestra institución, así como el saludo que en nombre de la Universidad se servirá usted presentar a las mismas. La Universidad Nacional de México espera que la misión de estudiantes universitarios que acompañan a usted en su viaje desarrollarán, contando con su valiosa dirección en la mejor forma, la labor que se ha propuesto desarrollar en aquel país. (8) El Dr. García de Mendoza recibió una segunda carta, en la que se indicaba lo siguiente: "La Universidad Nacional de México teniendo en cuenta los merecimientos que en usted concurren y aprovechando el viaje que va a hacer a Japón, invitado por el gobierno de ese país, ha tenido a bien comisionarlo para que presente un mensaje de simpatía de nuestra institución a las universidades japonesas". (9)

En este sentido, es claro que la Universidad ofreció su respaldo al grupo de estudiantes y extendió un oficio al Dr. García de Mendoza que serviría como instrumento de acreditación en sus...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR