Libertad, verdad y justicia no valen nada

AutorAle del Castillo
Páginas33-42
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A MÍ NO ME VA A PASAR
I
Libertad, verdad y justicia, no valen nada
Por Ale del Castillo
Iván, Rocket, estaba frente a la luz roja de un semáforo. El pie
puesto en el acelerador esperando el verde mientras miraba que un
vehículo de la policía acechaba su camino. Fue incapaz de acelerar
hasta que sintió por detrás el golpe de la patrulla y decidió arrancar.
Esos metros a toda velocidad le valieron para ver su día pasar
en cámara lenta. Se levantó de la cama antes del mediodía en la co-
lonia Doctores, sin saber si era lunes, jueves o domingo. Desayunó
y la comida no le supo a nada en especial. Escuchó el chiflido desde
la calle y la banda lo llamaba.
Tenían un día de suerte. Tres de sus amigos habían robado
un auto con todo y conductor incluido. Era un Beetle rojo, ganan-
cia segura.
No lo pensó y aceptó la misión. Sus compas, de los que
aprendió a hurtar, traían buena mercancía.
—Si nos cae la bronca… ¿qué transa?, ¿tú te la echas? —le
preguntó uno de ellos.
A Iván le brillaron los ojos, le ofrecían 10,000 pesos por ha-
cerse responsable del robo si los atrapaba la policía. A Hugo, Aldo
y Sergio no les convenía la responsabilidad, los tres como mayores
de edad podrían pasar en la cárcel hasta 16 años; en cambio Iván,
con sus 17 años, saldría pronto por ser menor de edad, tal vez sólo
pasaría unos meses encerrado.
Le prometieron 10,000 pesos, con los que pensó comprar
una motocicleta chocada que iría arreglando. El trato también in-
cluía que le llevaran dinero a su mamá para que lo fuera a visitar. A
él le pareció un buen negocio y aceptó.
Tomó su arma, una 25 recortada que consiguió por 8,000
pesos en Tepito y, aunque nunca la usó, si los transeúntes se ponían

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