Las leyes y las reglas

Páginas31-37
Ca pítulo Te r c e r o
Las l e ye s y la s r e g la s
Ob e de c er si n so m e ter s e
Desde su edad más temprana, el niño es confrontado a
las ‘‘leyes, es decir a reglas de vida, a límites. Pensar en
una educacn no-violenta impone considerar la relacn
del niño con la ley bajo varios aspectos dinámicos y aun
inhabituales. Si el niño debe aprender a obedecer,
tambn debe tener la ocasn de decir no.
La ley1, las reglas, son necesarias para la
vida colectiva. Son las garantías, idénticas
para todos, del funcionamiento del grupo.
Pero una ley no es buena en sí. Por consiguiente,
debe enseñarse al niño a ‘‘analizar’’ las leyes, a
discernir las que provienen de la justicia de las
que provienen de la injusticia, las leyes que son
aun necesarias para la vida del grupo, de las que
han sido rebasadas. A partir de ahí, el niño debe
aprender que toda ley es modificable y debe
modificarse y que, él mismo es actor de esta
transformación2.
Una autoridad estructurante
Pero, responderán algunos, ‘‘no puede permitirse
al niño que ponga en tela de juicio la ley. Para
constituirse debe encontrar frente a sí los
obstáculos en el adulto o límites determinados
por la ley’’.
Ciertamente, el niño tiene necesidad, para
constituirse, de referentes, de puntos de
referencia. Debe escuchar que se le diga lo que
es permitido y lo que es prohibido. Encuentra
límites obligatoriamente porque no todo es
posible, tampoco cuando se es grande, ni cuando
se es pequeño. La socialización del niño pasa por
este aprendizaje de que ‘‘Mi libertad se detiene
ahí donde empieza la de los otros’’. El adulto, por
su autoridad, debe ser el garante del respeto de
la ley por todos.
La existencia de marcos, de referencias, permite
al niño ir más lejos, buscar tomar su autonomía.
‘‘Es por tanto más difícil tomar su autonomía
cuando debemos oponernos a algo no definido
claramente’’3. Tener ocasiones para enfrentarse
permite al niño afinar su voluntad, desarrollar sus
argumentos. El niño debe tener ocasiones de
decir no; también debe aprender a obedecer.
La palabra ‘‘educación’’ no existía antes del siglo
XIX: se hablaba entonces de ‘‘alimento’’. Educar,
es permitir el crecimiento. ‘‘Conducir fuera’’,
según la etimología, es hacer surgir y crecer lo
que el educando tiene en sí más o menos y no
conducirlo ahí donde decidiríamos por él. Se trata
de algún modo para el adulto de servir de tutor
para permitir al niño crecer armoniosamente.
Pero el tutor no debe estar demasiado pegado,
apretado, si no, ahoga la planta, tampoco
demasiado flojo porque así no juega su papel:
autoritarismo y dejar hacer dejan al niño en la
misma angustia.
Capítulo 3º Las leyes y las reglas
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1En educación la palabra ‘‘ley’’ se entiende en su acepcións amplia: regla, obligación de la vida social.
2No hablamos aquí de las ‘‘leyes’’ consideradas fundadoras de nuestra sociedad tales como el incesto o el asesinato.
3Ma mère mon miroir’’ (Mi madre, yo misma). Nancy Friday, Laff ont.

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