Leyendas del Lejano Oriente

Páginas190-215
LA LUNA NUEVA
(POEMAS DE NIÑOS)
ORIENTE
LEYENDAS
DEL LEJANO ORIENTE
EL SUEÑO DE AKINOSUKÉ
n goshi, cuyo nombre era Miyata Akinosuké, vivió en la provincia de Ya-
mato… (Aquí es preciso decir que en los tiempos feudales del Japón había
una clase privilegiada de soldados agricultores, terratenientes libres, a los que
llamaban goshis).
Akinosuké tenía un hermoso jardín. En él existía un antiquísimo cedro, bajo
cuyas amplias y elevadas ramas solía dormir en los días de calor bochornoso, en
esos días en que era imposible permanecer en casa. Una tarde se hallaba echa-
do, en compañía de dos amigos (también goshis) bajo la sombra del magnífico
árbol. Bebían vino y charlaban alegremente. De pronto, Miyata se sintió muy
amodorrado, tan amodorrado que tuvo que rogar a sus amigos que le dispen-
saran el que durmiera una pequeña siesta delante de ellos. Se colocó en posición
cómoda, junto al tronco del árbol, y soñó lo siguiente:
Miyata Akinosuké empezó su sueño creyendo ver que, mientras estaba des-
cansando en su jardín, aparecía a lo lejos una larguísima procesión, igual que el
cortejo de un gran señor, que descendía lentamente por la colina próxima, y que
él se subió a una altura para contemplarla mejor. Era una procesión tan larga
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