El legado de Blanca Jeannette Kawas: La historia de un feminicidio sin resolver en Honduras
| Autor | Sindy Sirey Osorto Velásquez - Enrique Flores Rodríguez |
| Cargo | Abogada por la Universidad Nacional de Honduras - Abogada por la Universidad Nacional de Honduras |
| Páginas | 15-30 |
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EL LEGADO DE BLANCA JEANNETTE KAWAS:
LA HISTORIA DE UN FEMINICIDIO SIN RESOLVER EN HONDURAS1
BLANCA JEANNETTE KAWAS’ LEGACY:
THE STORY OF AN UNSOLVED FEMINICIDE IN HONDURAS
Sindy Sirey Osorto Velásquez2
Enrique Flores Rodríguez3
Resumen: Blanca Jeanette Kawas fue una activista hondureña protectora
del medio ambiente asesinada en 1995. Su legado sobrevivió a su muerte y
su ejemplo sigue en la memoria de los hondureños con conciencia social.
Lastimosamente al igual que muchos otros activistas cuyas vidas se apaga-
ron, se sigue exigiendo justicia a un Estado que parece no enmendar sus
errores y hacer caso omiso a todas las recomendaciones para protección
de los derechos de los defensores del medio ambiente; por lo que, a más
de veinte años su muerte continua en la impunidad manchando una lucha
y un legado escrito con sangre inocente. En abril del 2009 la Corte Intera-
mericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó a Honduras por la ne-
gligencia en su actuar en el caso y la violación de los Derechos Humanos
sufrido por Jeannette K awas y su familia. En 2010, el Estado reconoció
su responsabilidad como parte de lo ordenado en la sentencia emitida por
el tribunal. Esta sentencia hizo énfasis en la obligación de proteger a los
defensores y defensoras del ambiente. Casi siete años después de emitida
la sentencia, el pueblo hondureño tiene cerca de cien defensores asesina-
dos, las omisiones por parte del Estado no han terminado.
Palabras clave: Activismo, derechos humanos, estado, justicia e impu-
nidad.
1 Artículo recibido: 30 de junio de 2016; aprobado: 14 de septiembre de 2016.
2 Abogada por la Universidad Nacional de Honduras. Estudiante de la Maestría en Derechos
Humanos de la UASLP. Correo-e: sindyosorto@hotmail.com
3 Abogado por la Universidad Nacional de Honduras. Estudiante de la Maestría en Derechos
Humanos de la UASLP. Correo-e: kikler4321@hotmail.com
ISSN 1889-8068 REDHES no.16, año VIII, julio-diciembre 2016
Revista de Derechos Humanos y Estudios Sociales
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Abstract: Blanca Jeannett Kawas was a Honduran environmental activist
killed in 1995. Her legacy sur vived her death and her example remains
alive in the memory of all Honduran people with social conscience, un-
fortunately, like many other activists whose lives were extinguished, jus-
tice is still demanded from a state that seems unwilling to amend mistakes
and ignores all recommendations to protect the rights of environmental
defenders. Impunity continues more than twenty years after her death,
smearing a brave struggle and a brilliant legacy with innocent blood. On
April of 2009 the Interamerican Court of Human Rights condemned
Honduras due to negligence in its acting and the violation of Kawas’ and
her family’s human rights. On 2010, the State assumed its responsibility
as ordered on the judgment issued by the court that also emphasized the
obligation of protecting the defenders of the environment. Almost seven
years after the sentence and more than one hundred environmental activ-
ists murdered, the Honduran people saw the fall of yet another great hu-
man rights activist and the acting of the state remains the same.
Keywords: Activism, human rights, state, justice and impunity.
El hombre no posee el poder de crear la vida.
No posee tampoco, por consiguiente, el derecho a destruirla.
Mahatma Gandhi
1. Introducción
En los últimos años, Honduras ha implementado dentro de sus políticas de estado un
enfoque con perspectiva de género principalmente en materia judicial y legislativa im-
pulsado por las distintas organizaciones civiles y gubernamentales que trabajan temáti-
cas relacionadas a los derechos humanos. Aunque se ha dado avances importantes en la
materia, el precio que se ha tenido que pagar para obtener estos resultados, ha sido de-
masiado alto y su historización reclama desde la tierra a través de las miles de vidas que
se han visto silenciadas, por un Estado que no escucha los clamores de una sociedad
que ha vivido y sufrido en carne propia la injusticia y la impunidad. Como siempre los
pobres y miserables en Honduras pasan desapercibidos en las instancias investigativas;
si la vida no es digna de vivirse tampoco sus muertes son dignas de llorarse”4.
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