De jueces y uniones homosexuales

AutorRicardo Guzmán Wolffer
Páginas38-39

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Se celebró en Puerto Alegre, Brasil, la Feria Internacional del Libro, adonde tuve oportunidad de concurrir como invitado para participar en la mesa de uniones homoafectivas y presentar la experiencia en la Ciudad de México sobre la ley de sociedad de convivencia. En esta mesa se dio la ocasión de conocer a la magistrada María Berenice Días, del tribunal del estado de Río Grande do Sul, quien es una fuerte activista en el tema de las uniones homosexuales, hecho que le ha valido incluso ser considerada para diversos reconocimientos internacionales y cuyas ponencias pueden ser consultadas en la pásina de internet que lleva su nombre. Dentro de sus acciones se incluyen tanto ponencias a lo largo del territorio brasileño como múltiples escritos y libros sobre el tema. Y ello plantea dos temas sobresalientes y de actualidad en la Ciudad de México.

El primero es el de la actividad de tan destacada lesisladora, que en la Ciudad de México se refiere a la ley de sociedad de convivencia. Desde abril de 2001 se presentó en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal la iniciativa de ley de sociedad de convivencia. Se realizaron reuniones con jueces y magistrados. En marzo de 2002 se presentó una moción suspensiva que fue aprobada por mayoría, con diferencia de un voto. Y desde entonces no ha habido modificación al respecto.

Llama la atención que sea nota internacional la aprobación de tales sociedades, que sin duda existen en la vida real, aunque no así en la jurídica. Para nadie es un secreto la existencia de uniones homosexuales (u homoafectivas, como les llaman en Brasil), ni que sea necesario reglamentar su existencia, principalmente para evitar que se busquen caminos, aPage 39 veces ilegales, para obtener los fines lógicos de una unión que pretende ser vitalicia (patrimonio común, descendencia -piense en parejas de mujeres que losran concebir por medios médicos o tecnológicos-, derechos sucesorios, entre otros).

Algo que me pareció sorprendente fue verificar cómo los argumentos dados por la magistrada en comento eran exactamente los mismos que los legisladores capitalinos contemplaron en su proyecto de ley. Eso habla de una preocupación universal...

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