La judicatura

AutorMónica Rodríguez Gómez
Páginas75-75
75
El Mundo del Abogado
LIBROS
Pocas novelas mexicanas
sobre jueces, magistrados
y ministros hacen de La judi-
catura un hecho destacable.
Que, además, sea una historia
bien contada, capaz de lograr
una tensión creciente, la hace
mejor. Que muestre aspec-
tos poco conocidos de la
situación carcelaria y de los
caminos judiciales a todos los
niveles, la hace única.
Con un crimen inicial, el
de una hermosa joven, una
muerte más entre los miles de
feminicidios diarios, comienza
la trama. En el cadáver hay
una tarjeta que remite a dos
consejeros de la judicatura
y a un ex consejero: los tres
comparten el mismo apellido,
pero apenas se puede ver
cuál es. Ahí entra en acción
el investigador Cárdenas, un
ministerio público honesto
que conoce las reglas de un
juego complejo y muchas
veces mortal.
Cad e deca a a
muerta, integrante de una fa-
milia prominente de la comu-
nidad libanesa, la trama toma
caminos inesperados. Tantos
como líneas de investigación.
El padre de la asesinada con-
fía en la procuraduría, pero
decide mezclar en la inves-
tigación a un ex agente que
sólo trabaja para la comu-
nidad. Antes de que puedan
comprender los caminos que
han llevado a esa muerte sin
sentido, el cadáver es robado
y mutilado. De ahí en adelante
todo puede suceder.
Junto al policía está una
doctora que es incluida en la
investigación. A diferencia de
las novelas negras clásicas
(Hammet, Himes, Doyle y
otros), donde suelen ser
hombres los investigadores, la
doctora y las encargadas del
departamento de informática
de la procuraduría juegan pa-
peles importantes. Otro papel
principal es el de la ministra
Liévanos, exitosa empresaria
metida en la Suprema Corte
de Justicia de la Nación por
invitación de representantes
de partidos políticos, quien
apenas llega a la Corte se
percata de que la burocracia
judicial es muy parecida a las
demás: hay gente trabajado-
ra, pero también abusivos y
acosadores. La ministra debe
apoyar la investigación, pues
en su juventud fue amiga de
la muerta, como integrante de
la comunidad libanesa. Pronto
comprenden los policías que
no sólo hay que buscar entre
los conocidos, sino también en
la escuela de la joven muerta.
En una trama donde la
reclusión carcelaria aparece
con toda su crudeza, también
encontramos una juventud
capaz de todo. Quizá la parte
más sorprendente de esta
novela es la confrontación
social donde los pobres pa-
recen formar una organizada
comunidad capaz de todo
para proteger o vengar a sus
integrantes: un ejército de
limosneros, vendedores am-
bulantes y cualquier cantidad
de personas aparentemente
inofensivas.
La investigación deja ver
no sólo los riesgos cotidianos
a los que se enfrentan policías
e investigadores, sino la
La judicatura
Fernando T. Mendoza, L. D. Books, México, 2020 corrupción que comparten
funcionarios y ciudadanos.
La trama se desarrolla en
la Ciudad de México, en sus
colonias viejas, en sus mer-
cados, pero también en sus
alrededores.
Para quienes gustan
de las series televisivas
policiacas, tan populares en
las plataformas digitales,
esta novela resultará en una
notable temporada donde
ce a aa cea
y pequeños capítulos que se
cierran.
Muertes y asesinatos
ece c  ea  c-
mún. Entre los investigadores
particulares está Esteban, un
ex policía de la desaparecida
DIPD que, al lado de su joven
ayudante, un practicante del
muai-tai, lo mismo arrasará
con la delincuencia que con
los cocteles de mariscos del
restaurante al que gustan ir.
Si en su momento El
complot mongol causó sen-
sación y las novelas de Paco
Ignacio Taibo II refrescaron
el panorama literario-poli-
ciaco, esta obra de Fernando
T. Mendoza parece destina-
da a ser un parteaguas por el
tratamiento que da a jueces,
ministros y consejeros de la
judicatura para establecer
que el policiaco-judicial
puede ser considerado un
género en el que La judi-
catura irrumpe como una
novedad que terminará por
ser referente.
“Para el ciudadano
promedio son lo mismo
los policías que los jueces
y los ministros”, dice un
personaje. Pero no es así.
Mientras el ministerio público
debe resolver el asesinato para
cumplir con su deber laboral,
necesariamente vigilante de
las obligaciones procesales
que el caso requiere para
respetar el “debido proceso”, los
aspirantes para ser ministros de
la Suprema Corte son capaces
de todo para obtener ese puesto
clave para la vida nacional.
Existe la corrupción judicial,
pero Cárdenas y su equipo de
policías harán todo para inten-
tar castigar a jueces, consejeros
abusivos y hasta delincuentes.
También deben lidiar con los
otros corruptos, los ciudadanos
acostumbrados a no pagar im-
puestos, a estafar al gobierno, a
abusar de sus vecinos, a matar.
U a a e c
inesperado hacen de La judi-
catura un libro que, a pesar de
su extensión, se lee de un tirón.
Una recomendación obligada
para quienes viven el mundo
judicial. Un descubrimiento
para los amantes del género
policiaco. Y, para muchos, una
denuncia despiadada de los
mundos judicial y carcelario,
ea e ceca
La judicatura es una re-
comendación garantizada, a
prueba de balas.
Mónica Rodríguez Gómez

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR