Juárez visto por Diego

AutorAlexandra Reyes Haiducovich
Páginas227-229
227
2
*
MÉXICO ES UN país de tenaces contradicciones. Propios y ex-
traños han señalado la increíble armonía de su ser: la trans-
parencia del aire y la calígine de su trópico, el desierto junto
a la superior fertilidad de la tierra, la miseria sobre la mina
inagotable, el torrente y la sequía, el ahuehuete y el colibrí.
Nada tiene de extraño que tal geografía contradictoria haya
producido a un pueblo tierno y violento, sumiso y rebelde,
justo y arbitrario, y que la historia de ese pueblo discurra a
bandazos, de uno a otro extremo de la rosa de navegar; entre
el ayer y el mañana, “entre la piedra y la cruz”, “entre la pie-
dra y la flor”, haciendo su difícil camino con reflexión o con
audacia, pero haciéndolo al fin, pues sólo con esta dinámica
se cumple todo el destino luminoso y elegido.
Así, con la mano puesta sobre la entraña mexicana, es
más fácil comprender a sus hombres y, sobre todo, a los pa-
tricios de nuestra nacionalidad. Si alguien representa, exacto
y secreto, al pueblo mexicano, ese es Benito Juárez. Si de él
hablamos todavía −y seguiremos hablando por siglos veni-
*Andrés Henestrosa, Agua del tiempo, op. cit., t. II, pp. 311-312.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR