Introducción

AutorAntonio Escobar Ohmstede
Páginas7-12
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1. Introducción
La disparidad en el uso y propiedad de la tierra en México —repre-
sentada a través de los pueblos de indios, ayuntamientos, haciendas,
ranchos, pueblos mestizos, pueblos mixtos (indígenas y mestizos),
condueñazgos, sociedades agrícolas y agrarias, así como de los eji-
dos—, no solamente tuvo su origen en los momentos posteriores a
la conquista española, sino también en las condiciones naturales de la
Nueva España.
Asimismo, la geografía de México determinó el tipo de colo-
nización. Mercados, asentamientos humanos, tipo de arquitectura,
grupos sociales y étnicos, así como la manera tan diversa en que
se utilizaron y potencializaron los recursos naturales (tierra, agua,
bosques, montes), son muestra de las diferencias existentes a lo largo
y ancho del territorio mexicano. Aun cuando podemos generalizar
sobre el uso que le dieron a la tierra y a los recursos naturales los
diversos actores agrarios (pueblos, haciendas, ranchos, etcétera), e
incluso tomando en cuenta la compleja geografía del país, la suma de
las diferencias regionales nos permite apenas avizorar una perspectiva
general de cómo se accedió, controló y manejaron los diversos recur-
sos. Si a esto le sumamos los efectos de las epidemias (sarampión,
influenza, viruela, peste, etcétera), los fenómenos hidrometeorológicos
(sequías, inundaciones, granizadas, nevadas) y las epidemias que azo-
taron al ganado (cabrío, mular, caballar, ovejuno, vacuno), nos queda
un escenario complejo de los diversos momentos y procesos históricos
en que los mexicanos se enfrentaron a lo agrario antes y después de la
Independencia, y aun después de la Revolución de 1910.
Antecedentes
En la Colonia, la agricultura se orientó a aprovechar de manera inten-
sa las posibilidades que ofrecían los diversos relieves y suelos del te-
rritorio. Lo que conocemos como el Altiplano Central mexicano, por
ejemplo, fue muy propicio para el desarrollo de diversas estructuras
agrarias por sus condiciones naturales: su clima de altura fresco y
seco en el invierno, y sus suelos fértiles debido a las cenizas volcánicas
propiciaron que se considerara un lugar central para el asentamiento
de diversas poblaciones desde antes de la llegada de los españoles.
México, una
geografía compleja
El suelo
en la época colonial
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