¿El interés superior de la Niñez puede censurar una canción?

AutorLic. Jesús A. Aquino Rubio
Páginas74-75

Page 74

Lo que en un principio fueron simples golpes rítmicos con 2 palos o sobre la concha de algún animal muerto, hoy tiene principios, reglas, notas, teoría, filosofía y creaciones extraordinarias tan complejas e intricadas como las que encontramos en la música de Beethoven, Mozart, Williams, Chopin o Rajmáninov. De igual forma, tiene muchas caras, particular-mente la música actual, moderna, o de moda es la que llama nuestra atención por ser la compañera en el día a día en la radio, en la tv, en el celular, en el cine o en cualquier actividad y en cualquier espacio público al que acudamos.

Durante las últimas fechas ha llamado la atención la calidad de las letras de gran número de melodías en el gusto de la gente, ya sea por su crueldad, los insultos, las referencias misóginas, las afirmaciones discriminatorias o doble sentido. En muchas de ellas, expresiones gráficas y explicitas sexuales o en apología a un libertinaje sexual acompañado de lujos, excesos y todo tipo de excentricidades. Canciones que, además, van acompañadas en la mayoría de las veces de videos en donde se visualiza un mundo machista, dominador de las mujeres, quienes son expuestas como objeto sexual; pareciera que sólo sirven para halagar, deleitar o complacer al cantante de turno en sus caprichos hedonistas.

El fenómeno no es nuevo, tampoco es la primera vez que encontramos estas referencias en la música. Sin embargo, es en los géneros musicales denominados trap y reggaeton, en donde están casi la totalidad de las canciones con las características indicadas; lo que genera reflexión es que son melodías tremendamente populares, de una influencia y penetración indescriptible en México como en otras partes del mundo, gracias no sólo a lo pegajoso de sus ritmos, si no a la difusión altísima que alcanzan en redes sociales.

Son herederos del rap y del famoso hip–hop norteamericano, nacidos en parte como géneros musicales de protesta para señalar y denunciar violaciones a derechos civiles en muchos casos; pero ahora, la diná-mica original ha sido superada para vender un sueño falsamente virtuoso de poder, riquezas y excesos.

¿Debería el Estado mexicano prohibir esas melodías? La respuesta inmediata sería no, porque hacerlo implicaría ejercer censura por quien regula nuestra convivencia, en contra de un principio sagrado de los derechos humanos: el derecho a la Libre Expresión. Considerada uno de los derechos básicos y fundamentales de los seres humanos; consagrado en el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR