Innovación tecnológica y buenas prácticas de cultivo
| Autor | Bernardino Mata García |
| Páginas | 69-109 |
INNOVACIÓ N TECNO LÓGIC A
Entre las diversas definiciones y orientaciones sobre el concepto
de innovación, vinculadas al enfoque y la utilidad para el sector
social al que beneficiará, la de Ander Gurrutxaga Abad (2010)
nos permite entender de tres formas este concepto. La primera,
es la concepción clásica, aquélla que se genera en los centros de
investigación y que más tarde se aplica en los proyectos de desa-
rrollo tecnológico para aumentar la productividad; se identifica
como innovac ión tecnológica.
La segunda, aun cuando incluye la definición anterior, se inter-
conecta con las estructuras productivas y los sectores económicos
(empresas), relacionados con los centros de investigación, incluyen-
do nuevos mecanismos y dinámicas de gestión organi zacional o del
uso de las nuevas técnicas de información y comunicación para los
productos dirigidos al mercado; podría identificarse como innova-
ción empresarial.
Nolver Atanacio Arias Arias*
Bernardino Mata García**
INNOVACIÓN TECNO LÓGIC A
Y BUENAS PRÁCT ICA S DE CU LTIVO
* Investigador asociado de Cenipalma, Colombia [narias@cenipalma.org].
** Profesor-investigador del Departamento de Sociología Rural,
UAC
h
[bmatag@hotmail.com].
NOLVER ATAN ACIO A RIAS A RIAS Y BE RNAR DINO MATA GARCÍ A
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El tercer aspecto de la innovación supone un cambio evolu-
cionado en el conocimiento o en la acción en torno a cualquier
dimensión social, política, cultural o económica de la vida; la in-
novación se presenta como la confluencia de múltiples actores
sociales que participan, los unos con los otros, compartiendo in-
formación y conocimiento; se identifica como innovación social.
En función de lo anterior, la innovación se puede definir
como la generación creativa de ideas que posibilitan la satisfac-
ción, para un sector de la población, de objetivos significativos,
sean de índole científica, tecnológica, económica, empresarial,
social o cultural. Un grupo o una empresa innovadora mide su
éxito, por un lado, mediante el incremento en la productividad o
competitividad en los mercados y, por otro, por el grado de acep-
tación que tenga en los ámbitos socioculturales para los que han
sido propuestas las i nnovaciones.
Para el caso del medio rural mexicano, las innovaciones ge-
neradas y difundidas con mayor profusión se han dirigido al au-
mento de la productividad y al fomento de la apertura comercial,
asumiendo que una mayor producción agropecuaria posibilitará
obtener más ingresos y, en consecuencia, se mejorarían las con-
diciones de vida de los campesinos y productores del campo. Sin
embargo, ese planteamiento de la innovación tecnológica y su
transferencia, paradigma de la “revolución verde”, no logró re-
sultados satisfactorios para un gran sector del medio rural (70
a 80%), y se refleja hoy en las deplorables condiciones en que se
encuentra el campo mexicano. Ha aumentado la productividad
agropecuaria, pero el valor de la producción se ha venido abajo,
de tal manera que la agricultura ya no se considera una activi-
dad rentable financieramente; sin embargo, socialmente es muy
importante para el país.
Por lo anterior, se requiere experimentar y desarrollar nue-
vos enfoques para la generación de innovaciones que propicien
un desarrollo rural equitativo y sustentable. Para ello será
INNOVACI ÓN TEC NOLÓG ICA Y B UENAS PRÁC TICA S DE CULT IVO
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conveniente fomentar, entre los campesinos y medianos produc-
tores, el paradigma del “desarrollo tecnológico participativo”
(
DTP
), sustentado en la decisión de innovar, propiciando y esti-
mulando la participación activa de los beneficiarios de la innova-
ción: los campesinos. Al respecto, existen diferentes métodos y
mecanismos para aplicar el
DTP
; por ejemplo, el método de cam-
pesino a campesino, el modelo del agricultor primero y último,
el método del productor-experimentador, las escuelas de campo
y las escuelas campesinas (Mata y López, 2007). En todos ellos
se asume que la comunicación y apropiación de tecnologías debe
seguir un proceso de aprendizaje significativo consistente en
valoración, adecuación, resignif icación, incorporación y renomi-
nación de la innovación por los grupos campesinos (González,
2007).
INNOVACIÓ N TECNO LÓGIC A EN PALM A DE ACE ITE
¿Qué innovaciones, prácticas novedosas y tecnologías se han
generado para mejorar o aumentar la producción de la palma
de aceite? Según la información del capítulo anterior, la palma de
aceite se introduce en México a mediados del siglo
XX
. Sin em-
bargo, los campesinos y agricultores del sur del país poco caso
le hicieron y, más bien, continuaron con la práctica de la agri-
cultura ma icera, cañera, cafetalera, cacaotera, platanera y, los
medianos y grandes propietarios de la tierra, siguieron con las
explotaciones ganaderas de manera ex tensiva.
A mediados de la década de 1990, el gobierno federal promo-
vió nuevamente el cultivo de palma de aceite ante la necesidad
de oleaginosas para reducir la creciente demanda de aceite ve-
getal en el país. Se ofrecieron apoyos económicos, se realizaron
estudios de factibilidad, se establecieron programas de fomento
y de capacitación, se distribuyeron plantas de palma traídas de
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