La innovación educativa en la universidad actual

AutorJosefina Guzmán Acuña
Páginas9-25
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La innovación educativa en la universidad actual
Josefina Guzmán Acuña*
Introducción
La universidad es la única institución confiada a la búsqueda abierta y sin
restricciones sobre la verdad. Existen muchas otras instancias sociales in-
volucradas en la investigación y en la generación de conocimiento; sin
embargo, la fuente principal de éste y de la verdad sigue siendo la universi-
dad. Por ello, la educación superior disemina las verdades que descubre.
Hoy se apela al conocimiento de las verdades –las ideas, los conceptos, las
teorías, la comprensión e incluso las preguntas que necesitan ser preserva-
das. La universidad, vieja y nueva, es eminentemente un depósito de cono-
cimiento. Siendo la fuente principal de conocimiento, la universidad tiene
el papel fundamental de ser transmisora del conocimiento –la publicación,
la recolección, la demostración, la difusión, el websiting y la enseñanza.
En un mundo impactado por los avances tecnológicos la universidad
afronta una fuerte competencia. Muchas de sus actividades son realizadas
por otras compañías de publicación, educativas y proveedores, así como
canales de televisión, fabricantes del software, educadores y a las compa-
ñías del aprendizaje electrónico, por nombrar algunos. Por lo tanto, ante
tal competencia el rol de la universidad en este sentido debe ser revalorado
(Levine, 2003).
Las universidades actualmente basan su modelo en las horas asiento,
es decir, en la cantidad de tiempo que cada estudiante es enseñado. Los
aprendices estudian por un número definido de horas, obtienen créditos
por cada hora de ese estudio y después de un determinado número de cré-
ditos obtienen su grado. Es por eso que siendo la universidad depositaria
de conocimiento, la transformación más importante es la del cambio del
enseñar a aprender. El cambio más importante se centrará en los resultados
que los estudiantes obtengan. El tiempo será variable y lo único constante
será el aprendizaje (Levine, 2003).
*Universidad Autónoma de Tamaulipas.
10 / Josefina Guzmán Acuña
En la transformación del proceso de enseñanza-aprendizaje, la inno-
vación resulta un elemento indispensable para su logro. La innovación es
definida por la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de
Educación Superior (2004) como:
El proceso de cambio especializado y la instauración multidimensional
de nuevos desarrollos sociotécnicos que incluyen la creación, transfor-
mación, validación y arraigo de nuevos conocimientos, prácticas e
ideologías en los individuos y en las organizaciones.
Ante una sociedad transformándose la universidad requiere de cambios
que la sostengan en la supremacía del conocimiento y del saber. Se necesita
un proceso de innovación que le permita adecuarse a una sociedad cam-
biante y evolutiva, que avanza con una rapidez vertiginosa.
Este trabajo aborda, desde un enfoque teórico, el panorama de una
universidad actual, frente a los retos de las sociedades, y la necesidad de
una transformación que le permita innovar en el proceso de enseñanza-
aprendizaje, en la construcción de una nueva universidad. En el pasado las
sociedades nacionales centraban su atención en el capital físico (plantas y
maquinaria); en contraste, la sociedad de la información es global con un
énfasis en el capital intelectual, el conocimiento y la gente que lo produce
(Levine, 2003).
Desafíos y retos para la educación universitaria
Existe un consenso general con la perspectiva de que la universidad nece-
sita cambiar, en respuesta a la revolución tecnológica de la información.
Hay acuerdo en que el mundo ha cambiado dramáticamente y en que los
estudiantes deben de estar preparados para sobrevivir y prosperar en el nue-
vo ambiente. Pero, ¿cómo exactamente?, ¿cómo deben cambiar las univer-
sidades?, ¿cuáles son los valores inmutables de la universidad?, ¿cómo las
universidades podrán enfrentar estos cambios?, ¿cómo deben de cambiar
los profesores, los estudiantes, el currículum? En la respuesta a todas estas
preguntas, hay poco consenso (Wilson, 2001).
Se supone que las universidades deben de ser motores de cambio. Que
deben de ser generadoras de ideas, concepciones, teorías, postulados que
permitan crear nuevas formas de aproximarse a la realidad, a la sociedad.

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