Ignacio Comonfort

AutorE. M. de los Ríos
Páginas53-62
˜ 53 ˜
Ignacio Comonfort
1812-1863
NECESARIO NOS es colocar junto a las dos
grandes figuras de D. Valentín Gómez Farías
y de D. Juan Álvarez, la del General Ignacio
Comonfort, por ser éste uno de los princi-
pales caudillos de la revolución de Ayutla y
quien prestó en esta época importantísimos
servicios a la causa de la libertad, habiendo
tenido más tarde una muerte gloriosa en de-
fensa de su patria después de haber tomado
las armas contra la intervención francesa en
expiación de sus errores políticos.
Habiéndonos propuesto en estas bio-
grafías, no faltar voluntariamente a la ver-
dad histórica, diremos con franqueza lo que
encontremos de tachable en la conducta
pública de un biografiado, sin dejar por eso
de reconocer los méritos que haya podido
prestar a la causa de la libertad y la Reforma;
por consiguiente, las faltas políticas que a
nuestro humilde parecer cometió D. Ignacio
Comonfort, serán expresadas en el curso de
este artículo, al lado de los méritos del deno-
dado caudillo de la revolución del 54.
D. Ignacio Comonfort nació en la ciu-
dad de Puebla el día 12 de Marzo de 1912,
habiendo sido hijo del teniente coronel D.
Mariano Comonfort y de la señora doña
María Guadalupe de los Ríos. A los catorce
años empezó sus estudios serios en el Co-
legio Carolino de la mencionada ciudad de
Puebla; pero habiendo muerto su padre an-
tes de que terminara carrera literaria alguna,
no pudo continuar en las aulas, sino que se
vio obligado a valerse del trabajo personal
para el sostenimiento de su familia.
En la revolución acaudillada por el gene-
ral Santa-Anna contra el gobierno de Bus-
tamante en 1832, tomó Comonfort parte,
siendo este paso la iniciación de su vida pú-
blica. En esta revolución alcanzó el grado
de capitán de caballería debido a su valor y
brillante comportamiento en varias accio-
nes de guerra, y terminado el movimiento
revolucionario, fue nombrado comandante
militar del distrito de Izúcar de Matamoros,
cargo que desempeñó hasta el año 1831. En
esta fecha un nuevo pronunciamiento que
tuvo éxito favorable y derrocó al gobierno
por el cual Comonfort había luchado, obligó
a éste a retirarse a la vida privada, en la que

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