Homo Deus. Breve historia del mañana

Páginas59-59

Page 59

- Yuval Noah Harari

- Debate, México, 2016

Si usted pretende leer un libro en 2017 —uno sólo— sugiero que éste sea Homo Deus, de Yuval Noah Harari. Después de Por qué fracasan los países, de Daron Acemoglu y James Robinson, esta “breve historia del mañana” es lo mejor que he leído en los últimos años.

Harari, historiador de formación, comienza su trabajo con un tono festivo. Pese a las profecías catastróficas, el mundo está mejor que nunca, dice: las personas son más sanas, las guerras han disminuido y, si consideramos que en 2010 los terroristas asesinaron a 7,700 personas en el mundo, mientras que tres millones murieron por enfermedades vinculadas con el azúcar, el argumento se sostiene: “Para el norteamericano medio, la Coca-Cola representa una amenaza mucho más letal que al-Qaeda”.

Controladas la enfermedad, el hambre y la guerra, los hombres, siempre insaciables, quieren ahora la felicidad, la inmortalidad y hasta la divinidad. Y, gracias a la tecnología, es posible que las consigan. A partir de este postulado, la lectura resulta de enorme relevancia para cualquier estudioso del Derecho o para cualquier profesionista interesado en dar forma política —y jurídica— a la tempestad que se anuncia.

De acuerdo con el autor, lo que distingue al hombre de los animales es su capacidad para organizarse. La organización ha permitido que los seres humanos sometamos a los animales domésticos (la parte que Harari dedica a éstos es escalofriante) y también ha permitido que unas élites sometan a las mayorías desorganizadas. También, que podamos lanzar satélites al espacio. Los grandes triunfos del hombre son resultado de la organización. Corrijo: de la cooperación organizada.

Dada nuestra capacidad de abstraer y crear símbolos, sin embargo, la organización requiere una “causa”: Dios, la patria, la libertad… Miles de guerras se han librado en nombre de estas abstracciones y en su nombre han surgido, también, libros, cuadros, edificios, sistemas jurídicos e instituciones políticas… Creer en Dios, en la nación, en la ley o en el dinero (ficciones todas ellas) da sentido a nuestra vida y hace que las cosas funcionen.

No obstante lo anterior, estas causas han sido asediadas por la economía, por la globalización y, sobre todo, por la ciencia. Hoy sabemos que cada uno de nosotros es una máquina, “un algoritmo” que puede medirse y alterarse al gusto. No sabemos aún cómo es que las señales eléctricas de nuestras 80,000 millones de neuronas producen...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR