Gregorio Dávila
| Autor | Angel Pola |
| Páginas | 423-427 |
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Gregorio D· vila
1810-1868
POR EL año de 1810 mal andaba la mina Pa-
marejo, cerca de Ameca, Estado de Jalisco,
porque tus productos, antes cuantiosos,
ahora no saldaban siquiera los muchos gas-
tos para beneficiarla; así es que el español D.
Timoteo Dávila, dueño de ella, tuvo que sa-
lir de Guadalajara y partir para allá, lleván-
dose a su familia. En Ameca, el 12 de Marzo,
tuvo un hijo la Sra. Ignacia Ramos, al que
en la pila bautismal le llamaron Gregorio. Su
padre era D. Timoteo, que había contraído
matrimonio con esta buena mexicana.
Como iba siendo muy preciso el no qui-
tar la vista de la mina, Gregorio fue crecien-
do en Ameca, hasta llegar a la edad en que
entró a la escuela de primeras letras. Allí
aprendió todo lo que se enseñaba y tuvo
que regresar con sus padres, como a los diez
años, a Guadalajara. Y le hicieron repasar
las materias que formaban la instrucción
primaria, para poder ingresar al Seminario
Conciliar, donde cursó los e estudios prepa-
ratorios y los profesionales de abogado, re-
cibiendo su título, después de haber hecho
brillante carrera que le dio nombradía como
jurisconsulto. La terminó antes de cumplir
la mayor edad y por eso la Legislatura, por
medio de un decreto, lo habilitó a fin de que
pudiese ejercer la profesión.
No tardó mucho en ser Secretario del
ayuntamiento y Juez de letras. Cuando el
general Gordiano Guzmán, este ranchero
que siempre cuidó más de su patria que de
su vida y de su hacienda, cargó con la cau-
sa de la federación, D. Gregorio le siguió
como secretario, estando en la batalla del
Gallinero, que la ganaron los centralistas.
Vivía en Guadalajara y entraba a figurar en
la vida pública se imperaban en el Gobierno
los partidarios de la federación; pero si los
centralistas dominaban se iba a Chichiqui-
la, hacienda de D. Antonio Gutiérrez, liberal
antiguo y de gran corazón que refugiaba a
los revoluciónanos del partido progresista.
Siendo gobernador D. Joaquín Angulo,
hubo en la casa de D. Gregorio, que era el
vicegobernador, una junta para organizar
las elecciones de gobernador y que Je dieron
el carácter de revolucionara las autoridades.
Presidía la junta D. Gregorio y estaban Jesús
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