Gianni Vattimo, Dialogo con Nietzsche. Ensayos 1961-2000.

AutorMariano Leiro, Daniel
CargoRese

Gianni Vattimo, Diálogo con Nietzsche. Ensayos 1961-2000, trad. Carmen Revilla, Paidós, Barcelona, España, 2002, 305 pp.

A José Santiago Lombardi

La filosofía no puede ni debe enseñar adónde nos dirigimos, sino a vivir en la condición de quien no se dirige a ninguna parte.

GIANNI VATTIMO

Desde que Platón magistralmente impusiera la práctica del diálogo, se ha vuelto una constante a lo largo de la historia de la filosofía, y se puede decir que no ha habido pensamiento de importancia que madurara al margen de la conversación --a menudo no exenta de interpretaciones deformantes-- que los grandes filósofos acostumbran a entablar con sus pares. Un buen testimonio de ello es, acaso, la compilación de textos de Gianni Vattimo que, manteniéndose fiel al original italiano Diálogo con Nietzsche. Saggi 1961-2000, ha sido traducida al español por Carmen Revilla para la editorial Paidós. Especialmente dedicado a los estudiantes y colegas del Kolleg Nietzsche de Weimar, el presente libro, cuyo título viene a inspirarse en la intención con la que Jean Beaufert había concebido una serie de escritos sobre Heidegger, no es sino una selecta muestra en una larga conversación iniciada hace más de cuarenta años entre el pensador de Turín y el autor del Zaratustra. De ella en verdad no cabe esperar una exégesis "desinteresada", como si tal neutralidad sobre los textos, más aun cuando se trata de un filósofo como Nietzsche, fuera posible. Pero lo cierto es que los trabajos que aquí presentamos conforman una obra filosófica singular que intenta pensar a Nietzsche y también más allá de él, abordar cuestiones relevantes como los problemas del tiempo, la historia y la verdad; el nihilismo, la hermenéutica y la política; la ética y la estética, que dibujan la constelación de preocupaciones del filósofo italiano.

Vattimo recomienda no embarcarse en la lectura de sus textos nietzscheanos sin la ineludible referencia a otros escritos que tratan temas afines, como los conocidos Il soggetto e la maschera * e Introduzione a Nietzsche. ([cruz]) Quizás por ese motivo cualquier presentación que se intente hacer del libro que comentamos no pueda sino resultar esquemática, por lo que nada podría compararse al placer de recorrer uno mismo sus páginas bellamente escritas.

En el primero de los quince trabajos reunidos en la compilación que comentamos, "El nihilismo y el problema de la temporalidad", Vattimo defiende la hipótesis según la cual la ambigüedad del concepto de ewige Wierkehr des Gleichen, dada por el doble y contradictorio significado cosmológico y moral que asume esta doctrina, parece que sólo puede resolverse sobre la base de una visión circular de la temporalidad que posibilite la paradoja del querer hacia atrás, con la que se conseguiría superar el espíritu de venganza de la metafísica. El tópico de la superación del nihilismo a través de la decisión metafóricamente ilustrada en la doctrina del eterno retorno de lo mismo es retomado en el siguiente escrito: "La visión del mundo de Nietzsche". Allí el pensador de Turín recorre los ensayos de "Sobre verdad y mentira en sentido extramoral (1873)" y "Sobre utilidad y perjuicio de la historia para la vida" de la segunda de las Consideraciones intempestivas, con la intención de reconstruir la crítica del filósofo alemán al concepto tradicional de verdad como adecuación y al criterio de evidencia; esquema que será rápidamente trasladado a la disolución del sentido unitario de la historia que culminará finalmente con el descubrimiento de que el mundo verdadero acabó convirtiéndose en fábula. Tal reconocimiento supone la necesidad de adherirse a una concepción de la filosofía como fábula que no puede sostenerse más que sobre una decisión arriesgada que (un poco en la dirección de Kierkegaard) compromete personalmente a quien se dispone a aceptar el carácter interpretativo de toda visión del mundo, incluyendo también al discurso que pretende desenmascararlo. De los mismos temas, o parecidos a los que hasta el momento se han discutido, se ocupa, a continuación, el siguiente capítulo intitulado "El problema del conocimiento histórico y la formación de la idea nietzscheana de la verdad". Fiel --si se quiere-- a un interés más "genealógico", Vattimo considera que cuando se trata de comprender los alcances de la crítica de Nietzsche al concepto metafísico tradicional de verdad como objetividad y evidencia, nunca se debe perder de vista sus comienzos --sin duda determinantes-- en la reflexión sobre la experiencia filológica y el conocimiento histórico de los años de juventud. Con base en esa hipótesis inicial, el pensador de Turín irá edificando sus argumentos en favor de una posible línea de continuidad entre la posición y las conclusiones del ensayo Über Wahrheít und Lüge ira aussermoralischen Sinn con las temáticas desarrolladas en los escritos filológicos, en los que ya empieza a delinearse una idea completamente nueva de las relaciones entre ser, verdad e interpretación. Desde una perspectiva diferente, el tema en cuestión volverá a ser abordado en el trabajo "La filosofía como ejercicio ontológico", donde Vattimo se pregunta por el alcance de la voluntad desmitificadora de la filosofía nietzscheana. Acentuando, por un lado, su radicalidad frente a otros intentos críticos como los de Freud y Marx, y buscando, por otra parte, una rectificación de la posición de Heidegger que tiende a ubicar la desmitificación nietzscheana en la culminación de la historia de la metafisica, nuestro filósofo insistirá una vez más en las consecuencias de la famosa afirmación del pensador alemán: Gotzendammerung. La postulación de ultramundos verdaderos que el autor de Humano, demasiado humano pretendía ilustrar mediante la crítica al concepto de evidencia que caracterizaba a la inversión cartesiana del punto de vista de la tradición, pronto se revelará, ante la sospecha de Nietzsche, como una creación de sentido en la historia de la metafísica, impulsada por el prejuicio moral que lleva a preferir el orden y la certidumbre por una necesidad de seguridad en la vida. Ésta acaso podría ser una más acertada solución para la célebre pregunta kantiana, que tal vez se entendería mejor si pudiera reformularse en términos de por qué es necesaria la creencia en juicios sintéticos a priori.

Pero si algo parece distinguir a la radicalidad de la desmitificación nietzscheana es justamente, como se ha adelantado, la conciencia de que el discurso que intenta desenmascarar al carácter interpretativo de toda verdad no pretende ser menos ficcional que lo que se busca poner en evidencia como resultado de la consumación de la lógica nihilista de la metafisica, donde se disuelve el contraste entre el ser y la apariencia. De allí, el autor del Zaratustra deriva una segunda posibilidad para comprender la filosofía como creación de valores, la cual no podría valerse simplemente de una sustitución del mito de la evidencia del sujeto cognoscente por el de la voluntad, ya que uno de los sentidos primordiales del pensamiento nietzscheano ha sido justamente su radical empeño en la destrucción de todo fundamento, incluida también su sombra proyectada sobre las sucesivas actualizaciones históricas de la figura del sujeto. Por tal motivo, Vattimo considera muy poco justificada la caracterización heideggeriana que intenta presentar a Nietzsche como el pensador del final de la metafísica. Antes bien, habría que entender su propuesta de renovación de la filosofía como un ejercicio ontológico que parece situarse fuera de la metafísica en la dirección señalada por Heidegger, y al mismo tiempo, acercarse al modo de filosofar del autor de Sein und Zeit, en la medida en que termina instituyendo un ámbito de sentido sin el cual tampoco sería posible ninguna experiencia perspectivista de la realidad. Pero está claro que tal apertura de la interpretación no podría ser pensada a menos que consideremos que el ejercicio ontológico de la filosofía nietzscheana al que Vattimo se refiere arraiga en un "sustrato originario, que podemos llamar también, sin traicionar el pensamiento de Nietzsche, el ser, aunque concebido como Wille zur Macht, este...

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