Las Fuerzas Armadas y nueva seguridad nacional
| Autor | Juan Ibarrola C. |
| Cargo | Se ha desempeñado como Asesor en Fuerzas Armadas y Seguridad Nacional, Director de Cuentas de Gobierno de Mccann Erickson, Director General de Ibarrola y Asociados, Gerente Corporativo de Relaciones Públicas de Du Pont México y cómo Director Creativo en Young and Rubicam. Actualmente es periodista experto en temas de Fuerzas Armadas y Seguridad... |
| Páginas | 151-155 |
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* Se ha desempeñado como Asesor en Fuerzas Armadas y Seguridad Nacional, Director de
Cuentas de Gobierno de Mccann Erickson, Director General de Ibarrola y Asociados, Gerente
Corporativo de Relaciones Públicas de Du Pont México y cómo Director Creativo en Young
and Rubicam. Actualmente es periodista experto en temas de Fuerzas Armadas y Seguridad
Nacional.
Las fuerzas armadas en la nueva
seguridad nacional y su reto
Juan Ibarrola C.*
Llama mucho la atención que nuestro país no se anticipe a los cambios lógicos que
diversos fenómenos sociales presentan. En los últimos 15 años los grupos delictivos
han evolucionado de tal forma, que los niveles de violencia y de control sobre las
redes de poder político, económico y social, no se previeron, por ejemplo, son verda-
deros los cambios en la política criminal o bien en las leyes que pudieran amenazar
la actividad delictiva.
Evolucionaron las actividades criminales; pasaron de ser exclusivamente nar-
cotracantes, a secuestrar, extorsionar, controlar puertos, robar combustible, robar
recursos naturales, como carbón, metales y otros; por supuesto evolucionaron en
negocio lucrativos: la trata de personas, prostitución, piratería, robo de vehículos
de todo tipo y robo de mercancías. Esta evolución fue producto de que en Estados
Unidos, se tiene un control estricto hasta de cuanta droga entra por su frontera sur
y con ello el negocio de las drogas tiene un límite económico que por supuesto ha
impactado a las organizaciones criminales mexicanas.
Evolucionó la conducta de los capos de las organizaciones, quienes antes no
salían ni se exhibían por ningún lado. Más bien eran personas de bajo perl, así
como sus familias. En el pasado inmediato, comenzaron a mandar a sus hijos a las
mejores escuelas privadas de sus ciudades, a donde se trasladaron también ellos, es
decir, dejaron de vivir en las rancherías para vivir en hermosas mansiones y con ello,
se volvieron visibles.
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