Frenta a frente: Carranza y Villa

AutorAbel Camacho Guerrero
Páginas237-238

Page 237

El general Obregón tomó fácilmente la ciudad de Puebla y luego la de México, para dirigirse después al Bajío al encuentro del "centauro". Las batallas de abril (1915) en Celaya, Trinidad, León y Aguascalientes, destrozaron la espina dorsal de la División del Norte. Obregón avanzó y se apoderó de Saltillo y Torreón. Los generales Alvarado, Jara y de los Santos dominaron en Yucatán la rebelión anti constitucionalista. En El Ébano, el general Pablo González, primero, y después el de igual grado militar, Jacinto Treviño, batieron y derrotaron a las huestes villistas y protegieron la zona petrolera.

Tras el desastre que sufrió el general Villa en las batallas del Bajío, se replegó hacia Sonora en donde en unión de José Ma. Maytorena se enfrentó a su nuevo fracaso que le depararon los generales Plutarco Elías Calles y Manuel M. Diéguez, Benjamín Hill y Ángel Flores.

Los éxitos militares de don Venustiano Carranza y la solidez que daba a su política internacional ante las exigencias imperativas de Washington, determinaron que los Estados unidos, Argentina, Bolivia, Guatemala, Colombia, Brasil, Uruguay e Inglaterra, reconocieran como gobierno de facto al gobierno del señor Carranza, lo que motivó la ira de Francisco Villa, porque éste creyó que lo traicionaba el gobierno norteamericano, al que había considerado que estaba de su parte.

El día 10 de agosto de 1916 los jefes militares villistas Pablo López y Rafael Castro asaltaron el tren de "Santa Isabel" y se apoderaron de 15 trabajadores mineros estadounidenses que viajaban con rumbo a la región de Cusihuiriachic, Chih.; y los...

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