Extensión de los predios agrícolas y productividad. El caso del campo cañero en México

AutorFrancisco Campos Ortiz - Mariana Oviedo Pacheco
CargoGlobal Macroeconomic Resarch, prudential Fixed Income - Dirección General de Investigación Económica, Banco de México
Páginas147-181
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EXTENSIÓN DE LOS PREDIOS AGRÍCOLAS
Y PRODUCTIVIDAD
El caso del campo cañero en México*
Francisco Campos Ortiz
y Mariana Oviedo Pacheco**
RESUMEN
En este artículo estudiamos la relación entre la extensión de las unidades de produc-
ción de caña de azúcar en México y sus rendimientos. Mostramos, teórica y empíri-
camente, una asociación en forma de U entre estas variables. Presentamos evidencia
que sugiere que dicha relación está determinada por el uso más intensivo de insumos
en los predios de menor y mayor supercie relativos a los de tamaño medio: los de
EL TRIMESTR E ECONÓMICO, vol. LXXXII (1), núm. 325, enero-marzo de 2015, pp. 147- 181
* Palabras clave: caña de azúcar, extensión de las parcelas cañeras, rendimiento en campo, México.
Clasicación JEL: D23, D24, L66, Q1. Artículo recibido el 6 de agosto de 2013 y aceptado el 26 de fe-
brero de 2014. Los autores agradecen los comentarios, orientación y puntos de vista expresados durante
las conversaciones que sostuvieron con miembros y representantes de los sectores cañero e industrial,
comercializadores y autoridades gubernamentales. Este artículo se ha beneciado de las valiosas suge-
rencias de Marcelo Delajara, Santiago Guerrero, Raúl Ibarra, Miriam Juárez, José Antonio Murillo, Sal-
vador Rodríguez, Rainer Schwabe, Eduardo Torres-Torija, Daniel Vaughan y dos dictaminadores anó-
nimos de EL TRIMESTRE ECONÓMICO, así como de participantes en los seminarios del Banco de México,
la Universidad de Guadalajara, la Universidad Autónoma de Guadalajara, la Universidad Autónoma de
Nuevo León, la Universidad Panamericana (campus Guadalajara), el EconLunch del Colegio de México
y la conferencia anual de la Agricultural and Applied Economics Association. Este artículo se deriva
de un estudio más extenso sobre la industria azucarera en México (Campos Ortiz y Oviedo Pacheco,
2013) y fue escrito durante el periodo en que Campos Ortiz estuvo adscrito a la Dirección General de
Investigación Económica del Banco de México. El contenido de esta investigación, así como las conclu-
siones que de ella se deriven, son responsabilidad exclusiva de los autores y no reejan necesariamente
las opiniones o políticas del Banco de México o de Prudential Fixed Income.
** F. Campos Ortiz, Global Macroeconomic Resarch, prudential Fixed Income (correo electrónico:
francisco.camposortiz@prudential.com). M. Oviedo Pacheco, Dirección General de Investigación Eco-
nómica, Banco de México (correo electrónico: mariana_oviedo@banxico.org.mx).
EL TRIMESTR E ECONÓMICO
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aproximadamente ocho hectáreas. Estos resultados contribuyen al debate sobre la
relación entre el tamaño de las unidades de producción agrícola y su productividad;
en el caso del campo mexicano, esta literatura es prácticamente inexistente.
ABSTRACT
In this paper, we study the relationship between the size of sugarcane cultivation
plots in Mexico and their yield. We show, theoretically and empirically, a U-shaped
association between these variables. We present suggestive evidence that this rela-
tionship is driven by the more intensive use of inputs in smaller and larger plots
relative to those of medium size —those of about eight hectares. These results con-
tribute to the debate regarding the relationship between the size of agricultural
production units and their productivity; in the case of Mexican farms, this literatu-
re is practically nonexistent.
INTRODUCCIÓN
Durante varias décadas, la alta fragmentación/atomización de la tierra
(es decir, la alta prevalencia de pequeñas unidades de producción agrí-
cola, o minifundios) ha sido identicada como una de las características es-
tructurales de mayor relevancia para el sector agrícola en México (Fernán-
dez y Fernández, 1946; Artís Espriu, 1997; Warman, 2003; Sagarpa, 2007).1
Su relevancia radica en la inuencia que, inter alia, ejerce la estructura mi-
nifundista en el desarrollo rural. Por ejemplo, la Secretaría de Agricultura,
Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Sagarpa (2007, p. 14) se
ha referido a la atomización de la tierra como una limitante a la productivi-
dad del campo mexicano, haciendo también notar que la producción de los
1 El origen de la estructura minifundista en México se remonta a la guerra civil —la Revolución
mexicana— de principios del siglo XX, cuyas diferentes facciones tuvieron una de sus principales pla-
taformas programáticas en la fragmentación de los latifundios (véase el punto 3º del Plan de San Luis y
los puntos 6º y 7º del Plan de Ayala). Dicho principio fue luego integrado en el artículo 27 de la Cons-
titución promulgada en 1917 que, en su versión original, estableció que “La Nación tendrá en todo
tiempo el derecho de imponer a la propiedad privada las modalidades que dicte el interés público, […],
para hacer una distribución equitativa de la riqueza pública […]. Con este objeto se dictarán las medidas
necesarias para el fraccionamiento de los latifundios; para el desarrollo de la pequeña propiedad; para
la creación de nuevos centros de población agrícola con las tierras y aguas que les sean indispensables
[…].” Así, el reparto agrario que derivó en la creación de la estructura minifundista, fundamentalmente
bajo el esquema de propiedad comunal (ejido), pasó a ser política de Estado del régimen emanado del
movimiento revolucionario, con una vigencia que perduró hasta inicios de la década de 1990, periodo
durante el cual México implementó una serie de reformas de liberalización económica y política.
EXTENSIÓN D E LOS PREDIOS AG RÍCOLAS Y PRODUC TIVIDAD 149
minifundios se destina en su mayor parte al autoconsumo.2 Pérez Zamora-
no (2007) ofrece un diagnóstico similar en el contexto particular del campo
cañero con base en su estudio de caso del valle de Matamoros, ubicado en el
estado de Puebla, y donde se localiza el ingenio Atencingo.
El presente artículo se enfoca en la caña de azúcar, el segundo producto
agrícola de mayor valor en México (sólo detrás del maíz en grano).3 Estu-
diamos la relación entre la extensión de las parcelas cañeras (medida por el
tamaño promedio de los lotes cañeros que abastecen a cada ingenio) y su
productividad (medida por el volumen de sacarosa obtenido por hectárea).4
Encontramos una relación en forma de U entre el tamaño de las parcelas
y sus rendimientos. Presentamos evidencia que apunta a que esta relación
ocurre a través del uso más intensivo de factores de la producción (p. ej.,
fertilizante, sistemas de irrigación) en los predios de menor y mayor super-
cie comparados con las parcelas de tamaño medio —aquellas con una su-
percie de aproximadamente 8 hectáreas—. Mostramos teóricamente que,
en el caso de las parcelas grandes, su capacidad de generar economías de
escala se traduce en una productividad relativamente alta. Por su parte, los
cañeros con predios pequeños buscan asociarse a n de consolidar sus par-
celas y así generar economías de escala que redundan en una productividad
relativamente elevada.
El resto del artículo está organizado de la siguiente manera. En la siguiente
sección discutimos nuestra aportación a la literatura existente. En la sección
II describimos los datos que se utilizaron en esta investigación. La sección III
presenta el análisis teórico y empírico de la relación entre el tamaño de los
predios cañeros y su productividad. Los resultados empíricos son sometidos
a pruebas de robustez en la sección IV, a la cual le sigue la conclusión.
2 Como parte del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, el gobierno mexicano propone lograr
“una mayor productividad mediante políticas que faciliten un uso social y económicamente óptimo
del territorio nacional” para lo cual se impulsarían programas “que otorguen certidumbre jurídica a la
tenencia de la tierra” y “reduzcan la fragmentación de los predios agrícolas” (p. 54). En marzo de 2013,
el titular en turno de la Sagarpa señaló durante una comparecencia en la Cámara de Diputados que “Hay
un problema que tradicionalmente ha seguido lacerando al campo mexicano, que es el problema del mi-
nifundio. El 77% de la estructura territorial, de la propiedad territorial está en manos de minifundistas
con cinco hectáreas o menos y esta situación hace sumamente complicada la producción. Ahí vemos
cómo una persona con cinco hectáreas, solamente el 34% se queda en el campo. Este porcentaje del
49, casi el 50% se va a otras actividades agropecuarias y otras actividades no agropecuarias y el 15.6%
emigra porque no tiene manera de subsistir”. (Véase Sagarpa, 2013.)
3 Fuente: Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).
4 Con el n de evitar cacofonías, a lo largo de este trabajo nos habremos de referir indistintamente
a las unidades de producción agrícola como lotes, parcelas, predios o tierras. Igualmente, habremos de
utilizar indistintamente los términos productividad y rendimiento.

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