Experiments in Public Management Research. Challenges and Contributions, de Oliver James, Sebastian R. Jilke y Gregg G. Van Ryzin (eds.)

AutorElisa Fernanda Barreto Pérez
CargoUniversidad de Guanajuato, efbarreto.03@gmail.com
Páginas147-148
147
Experiments in Public Management Research. Challenges and Contributions,
de Oliver James, Sebastian R. Jilke y Gregg G. Van Ryzin (eds.), Cambridge
University Press, 2017, 530 pp.
Elisa Fernanda Barreto Pérez1
El auge e inuencia de las neurociencias, de la economía del comportamiento y de la psicología en las
ciencias sociales ha alcanzado a los estudios de la gestión y la administración públicas para analizar
micro-comportamientos que inuyen en la toma de decisiones, en las dinámicas grupales y en los
resultados de políticas y programas públicos, por mencionar solo algunos.
Como mencionan Grimmelikhuijsen, Jilke, Olsen y Tummers (2016) la administración pública
conductual, o behavioral public administration, se nutre de teorías y métodos de las ciencias del comportamiento
como una alternativa para renar métodos y teorías sobre algunos comportamientos dentro y alrededor de las
entidades públicas. A partir de estos nuevos enfoques es que han surgido no sólo nuevas posturas epistemológicas
alrededor de cómo se pueden estudiar los problemas en la gestión pública, también ha habido un mayor número de
propuestas metodológicas para su análisis.
Tras este balance es que podemos entender el florecimiento de los experimentos sociales como
un método que busca dar explicaciones a las causas detrás de fenómenos y comportamientos en las
organizaciones públicas. En este sentido, Experiments in Public Management Research tiene como objetivo
ahondar en las ventajas de utilizar métodos experimentales para entender mejor las dinámicas sociales y
organizacionales en los gobiernos. Los experimentos a los que refiere el libro son intervenciones asignadas
de forma aleatoria a grupos de individuos, diseñadas para entender uno o varios comportamientos y que
requieren de la medición de los resultados para explicar relaciones de causa-efecto entre variables. El libro
busca ilustrar el rápido desarrollo de los experimentos sociales en la disciplina y cómo están siendo usados
para generar conocimiento sobre la teoría y la práctica en diferentes áreas de la gestión pública. La obra está
dirigida, principalmente, a estudiantes de posgrado e investigadores de la administración pública, ciencia
política y las políticas públicas.
El libro está dividido en cuatro partes. La primera analiza el contexto en el que se sitúan los experimentos
sociales con relación al estudio de la gestión pública. Por una parte, esta primera sección, compuesta de tres capítulos,
ahonda en el creciente uso de los experimentos sociales como metodología para analizar problemas públicos y, por
otra parte, busca sensibilizar al lector sobre los usos potenciales que tiene dicha metodología en la investigación
social y organizacional.
La segunda sección profundiza en los detalles metodológicos del diseño e implementación de los
experimentos sociales. Esta sección comienza con un capítulo de los editores, Oliver James, Sebastian R. Jilke
y Gregg G. Van Ryzin, que introduce las bondades de la experimentación para revelar relaciones causales. Este
capítulo es particularmente valioso pues discute las ventajas que tiene la aproximación experimental de las ciencias
sociales sobre otro tipo de métodos no experimentales, que son usados en mayor medida en estudios empíricos. Uno
de los principales argumentos de los autores es que a diferencia de los métodos de observación tradicionales, en los
que los investigadores “observan cómo suceden los fenómenos”, los experimentos permiten que los investigadores
“hagan que los fenómenos sucedan”. Siguiendo este argumento, es en esta característica que recae la fortaleza de los
experimentos: su capacidad de permitir la manipulación de la variable independiente para estudiar si efectivamente
tiene un efecto causal sobre la variable dependiente.
Posteriormente, esta segunda parte del libro describe tres tipos de experimentos que se pueden
implementar: experimentos de campo, experimentos en laboratorio y encuestas experimentales. Los
primeros son aquellos experimentos que a través de una selección aleatoria de participantes se llevan a
cabo en escenarios naturales o de la vida real. Los experimentos en laboratorio, por su parte, son aquellos
que se realizan en espacios no naturales que crean un ambiente con mayor control de variables endógenas y
exógenas. Los autores del capítulo 7 que aborda este tema, Markus Tepe y Christine Prokop mencionan que
este tipo de experimentación es la menos usada en los estudios de gestión pública, a pesar de sus cualidades
para explicar relaciones causales con un mayor control de variables intervinientes. Por último, las encuestas
experimentales son aquellas en las que la intervención experimental se realiza durante la aplicación de una
1 Universidad de Guanajuato, efbarreto.03@gmail.com

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR