La experiencia internacional

AutorFrancisco Javier Guerrero Aguirre/Juan Carlos Amador Hernández
Páginas73-113
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Después de estudiar las vicisitudes que entraña la instauración
de una gobernabilidad democrática y la forma en que los pac-
tos y acuerdos coadyuvan en la normalización de las relaciones
políticas funcionales entre los poderes del Estado (horizontali-
dad) y los gobiernos divididos (transversalidad), corresponde
ahora enfocarnos brevemente en otro problema que en distintos
países es concomitante a su instauración democrática. Nos refe-
rimos al tema de la transición política, sin la cual sería imposible
hablar de consolidación o gobernabilidad democrática.
Y es que la experiencia internacional demuestra que las transi-
ciones a la democracia se logran, desde luego, no sin grandes
obstáculos y dificultades, en virtud de la firma de pactos funda-
cionales o reformas político electorales que, a la postre, culminan
con la instauración de instituciones, procedimientos y reglas de-
mocráticas; aunque se debe admitir que en ocasiones las transi-
ciones se prolongan riesgosamente para las instituciones, toda
vez que las transiciones no garantizan el cambio sincronizado y
unidireccional de todas las instituciones políticas de un país.64
64 Para mayor detalle se pueden consultar los 4 volúmenes de los llamados
teóricos de la transición y, especialmente, el vol. 4, de Conclusiones, en el
que presentan la homologación teórica desde la cual se organizó la inves-
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Francisco Javier Guerrero Aguirre
Juan Carlos Amador Hernández
En ese tenor, si se quiere conocer mejor el fenómeno de las tran-
siciones y los procesos de democratización, es de suma utilidad
aproximarse al estudio articulado de los modelos de gobernabi-
lidad en relación con las situaciones de cambio en otros países.
Así, en un primer plano se abordarán los casos de España y
Chile; el primero por ser característico de las transiciones en
Europa y, el segundo en Latinoamérica.65 Ambos comparten un
aspecto en común, a saber, que transitaron de regímenes dicta-
toriales, hacia sistemas democráticos.
También se ha decidido estudiar otro tipo de transición que, si
bien comparte característica en su tipo de gobernabilidad con
los anteriores países, éste involucra elementos étnicos y neo-
coloniales, como es el caso de Sudáfrica; Estado que ha debi-
do cruzar por un sinuoso trayecto de reconciliación nacional
para superar las diferencias y el dolor ocasionado por más de
100 años de segregación racial; lo que, para fines de la presente
obra, amerita abordarse en el contexto de la voluntad para lle-
gar a un pacto, a pesar de los intervalos de crisis e ingobernabi-
lidad que le precedieron.
En seguida, cambiaremos de ámbito al analizar, ya no procesos
de transición, sino de estabilidad y continuidad democrática.
Por ello, se profundizará en el estudio de la estructura política
y territorial de Suiza, en donde han existido las condiciones mí-
nimas para una convivencia social armónica ininterrumpida por
más de cinco siglos. El objetivo es conocer la naturaleza de sus
tigación de los diferentes regímenes en transición. O’ Donnell, Guillermo
y Schmitter, P. (1988). Transiciones desde un gobierno autoritario.
Conclusiones tentativas sobre las democracias inciertas. Buenos Ai-
res: Paidós, Vol. IV; y Schedler, Andreas “¿Por qué seguimos hablando de
transición democrática en México?”, en Martín del Campo, Julio Labasti-
da, Camou, et. al. (coords.), Transición democrática y gobernabilidad.
México y América Latina, Instituto de Investigaciones Sociales, FLAC-
SO y Plaza y Valdés, 2000, pp. 34-35.
65 Portugal no, en razón de que estuvo implicado un sector de las fuerzas ar-
madas, a pesar de no existir violencia. Tampoco Grecia porque los rasgos
característicos ya se encontraban en el caso de España.
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La concertación política en contextos de democracias fragmentadas:
el caso del pacto por México
procesos políticos y los rasgos de su gobernabilidad, para tratar
de entender algunas de las posibles causas de la inconsistencia
o debilidad de la gobernabilidad en países como el nuestro.
Por último, será relevante conocer el estado de salud de la pri-
mera democracia moderna, con la finalidad de entender la per-
manente dificultad de la clase política de Estados Unidos para
ponerse de acuerdo en temas sustantivos, sin que ello haya su-
puesto la ruptura con el orden constitucional del Estado federal
o, cuando menos, algún tipo de crisis de gobernabilidad.
España: La transición a la democracia
En España, la instauración de un régimen democrático era de-
mandada socialmente y, en mayor medida, por estudiantes, la
clase trabajadora, sectores nacionalistas y grupos de profesio-
nistas y académicos, así como por una opinión pública europea
solidaria con la República. La sensación de crisis política o de
gobernabilidad se incrementó con la enfermedad de Francis-
co Franco en el verano de 1974. Ello propició que la oposición
abandonara la idea de derribar al franquismo y se preparara
para restablecer la democracia cuando viniera la muerte de
Franco. En este contexto, el Partido Comunista Español fue un
actor preponderante ya que venía preconizando la formación de
un frente interclasista definido como “Pacto por la Libertad”.66
La ruptura con el franquismo para devolver al pueblo su sobe-
ranía fue el lema de la oposición, y su plataforma se cifraba en
concretar la formación de un Gobierno provisional, la concesión
de una amplia amnistía, el restablecimiento de todas las liberta-
66 La oposición política fue emergiendo, y como ejemplo podemos señalar
la formación de la Plataforma de Convergencia Democrática, de la que
destacaba como fuerza hegemónica el Partido Socialista Obrero Español
(PSOE). Junto a dicha fuerza política integraban esta nueva entidad uni-
taria, la Unidad General de Trabajadores, Izquierda Democrática y el Par-
tido Nacionalista Vasco, entre otros.

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