Evaluación de los Programas de Cuidado de Niños y de Cuidados de Largo Plazo

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CAPÍTULO V
EVALUACIÓN DE LOS PROGRAMAS DE CUIDADO DE NIÑOS Y DE
CUIDADOS DE LARGO PLAZO
E
V.1 Introducción
ste capítulo aborda la cuestión de la evaluación
de los dos principales programas sociales "de
cuidado": aquellos diseñados para los muy pequeños
y aquellos para los muy frágiles (no necesariamente
por la edad), el cuidado de niños y el cuidado de
largo plazo. Ambas clases de programas son
relativamente nuevos en el menú del seguro social.
Desde los años setenta, una serie de países
comenzó a hacer frente a los riesgos de tener familias
con el dilema de trabajar o cuidar a niños pequeños,
y de tener personas con discapacidad que necesitan
una especie de apoyo que no se resuelve a través de
un esquema tradicional de pensión monetaria.
Durante aproximadamente los últimos diez años
ambas cuestiones han crecido en la agenda social:
debido a que muchas más mujeres están trabajando
permanentemente, debido a una mayor conciencia
acerca del daño en el desarrollo del niño por la falta
de cuidado a una edad muy temprana, debido al
dramático descenso de la fertilidad en muchas
sociedades; y porque los procesos de envejecimiento
se han convertido en una característica principal y
profunda de la sociedad, y porque la invalidez
permanente puede causar un peso abrumante en la
vida cotidiana de las familias.
La seguridad social ha resultado ser una forma
natural para hacer frente a los problemas de
financiación de programas de atención. Las
necesidades de cuidado de niños están fuertemente
correlacionadas con los modelos de trabajo, mientras
que los programas de cuidados de largo plazo se
complementan fuertemente con los de pensiones,
salud y discapacidad.
La evaluación de programas de atención afecta
todos los procesos que se describen en el informe
previo de la CISS y pueden estar sujetos a toda la
visión que se explica en el Capítulo II del presente
Informe. Sin embargo, en estos casos es natural
hacer énfasis en las condiciones de las familias y
las cuestiones concretas que rodean la evaluación
de la atención.
Para el cuidado de niños, resulta muy importante
conocer la forma en que trabajan los padres,
especialmente la madre, y la forma en que el programa
puede beneficiar a los niños. Para los programas de
atención de largo plazo los principales motivos de
preocupación son si, en realidad, el individuo, la familia
y la comunidad reciben el apoyo para evitar que una
invalidez permanente se convierta en un lastre,
generando un exceso de dolor y daño en la vida diaria
de las personas con discapacidad y afectar
indebidamente las posibilidades de ocio y trabajo
de todos.
Este capítulo analiza las cuestiones que rodean
la evaluación de programas de cuidados de largo
plazo y de programas de cuidado infantil. La Sección
V.2 trata los objetivos de un programa de cuidado
de niños y el impacto que la evaluación tiene sobre
su rendimiento. La Sección V.3 analiza los principales
objetivos de los programas de cuidados de largo
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INFORME SOBRE LA SEGURIDAD S OCIAL EN AMÉRICA 2009
plazo y cómo la evaluación ayuda a los actores
involucrados a realzar el rendimiento del programa.
La Sección V.4 concluye.
V.2 Evaluación de Programas de Cuidado Infantil
V.2.1 Objetivos del Programa
¿Qué es el cuidado de niños? ¿Es un programa de
educación? ¿Es un programa para ayudar a las
mujeres trabajadoras? ¿Hasta qué punto es un
programa de seguros? Aunque no es posible
encontrar un modelo estándar de cuidado de niños,
por lo general ha sido visto desde dos perspectivas
complementarias. El cuidado de niños es más
comúnmente visto desde una perspectiva del
mercado laboral como una "herramienta
complementaria" para facilitar la incorporación de la
mujer al mercado laboral (Pautassi, et al 2004). La
otra perspectiva ve al cuidado de niños como el
derecho de acceso a la educación (Rosetti et al 2002);
entonces el cuidado de niños ya no se limita a
satisfacer las necesidades básicas y evitar
situaciones que podrían ser potencialmente
perjudiciales para el niño, sino que también abarca
lo intelectual, lo físico, el desarrollo social y emocional
de los niños (Waiser 1998).
Factores como el aumento de la participación
de la mujer en la fuerza laboral, la disminución en el
tamaño de la familia, y el aumento del número de
familias monoparentales y las familias donde ambos
padres trabajan, han llevado a las familias a buscar
algún tipo de cuidado para los niños (OCDE 2001). A
menudo, los programas de cuidado infantil son
financiados con fondos de seguridad social. Los
modelos varían considerablemente. Ellos incluyen la
financiación para proveedores, la financiación a las
familias para pagar proveedores, la financiación a
las familias para apoyar a la familia o la atención
comunitaria. Aunque los acuerdos informales todavía
son el principal tipo de cuidado infantil, las
tendencias muestran que el cuidado de niños está
avanzando hacia acuerdos formales que nos
permitan mejorar los resultados en dos ámbitos: el
desarrollo infantil temprano y la participación laboral
de las madres con hijos pequeños. La experiencia
demuestra que este es un ámbito donde las tasas
de afiliación no pueden tomarse como un hecho: la
forma en que un programa está organizado puede
afectar significativamente la decisión de las familias
a participar.
Varios estudios han demostrado que la
educación temprana tiene efectos positivos sobre
el rendimiento académico de los niños y que la
disponibilidad de servicios de cuidado de niños
aumenta la probabilidad de que las madres entren
en el mercado laboral. Esto explica en parte por qué
los gobiernos han adoptado diferentes medidas para
mejorar el acceso del servicio de cuidado de niños.
Los arreglos para estos cuidados son tan complejos
y variados que es difícil encontrar un único proveedor
y un patrón financiero en un país.
El cuidado de niños puede ser proporcionado,
ya sea a través de programas o instituciones
diseñadas específicamente para este fin (el cuidado
formal) o a través del cuidado informal. El cuidado
informal se suele proporcionar en el hogar del niño o
en la casa de algún pariente que cuida a los niños
cuando los padres no son capaces de hacerlo debido
a que realizan una actividad. Este tipo de cuidado de
niños prevalece en la mayoría de los países. No vemos
ésto como un "programa"; sino que es principalmente
la manera en que las familias cuidan de sus pequeños.
Sin embargo, incluso el cuidado en casa es cada vez
más apoyado económicamente y por recursos
públicos (incluida la seguridad social).
Por otra parte, el cuidado "formal" usualmente
se refiere a la atención prestada en instituciones
certificadas para niños entre 0 y 6 años de edad, y a
veces hasta 8 años de edad. La educación preescolar
es un tipo de cuidado de atención formal disponible
en la mayoría de los países aunque la atención se
limita generalmente a niños de edades comprendidas
entre cinco y más. Diferentes estudios han
demostrado que la educación preescolar promueve
el desarrollo temprano y ayuda a los niños a tener
éxito en la escuela a corto plazo; que la educación

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