La estructura de los constituyentes

AutorDaniel Cosío Villegas
Páginas57-77
57
l libro de Rabasa es, sin duda alguna, el mejor estudio sobre
el Congreso Constituyente del 56 y sobre la Constitución
de 57, a menos que haya sido superado en la intimidad de la cá -
tedra o de la conversación de café; pero se publicó hace 44 años
y apenas acaba de reeditarse por primera vez, no obstante que
su tirada inicial debió de ser muy limitada y que apareció en
1912, e n vís peras de hundirse el país en el caos que dio vida des -
pués a la Revolución mexicana. Tales datos indican que el libro
no ha sido muy leído, y esto a despecho de asegurarse que ejerció
una influencia decisiva en la composición de la Carta revolu-
cionaria de 1917. Es un hecho, pues, que el estudio de Rabasa
fue publicado en 1912 y que hemos vivido hasta hace poco de
los mil ejemplares primeros; a pesar de ello, no ha sido supe-
rado y ni siquiera se ha hecho de él un juicio crítico cabal para
aquilatar sus méritos excepcionales y sus fallas indudables.
Se ve, pues, que la historia mexicana no está en este mo-
mento muy bien armada para concertar tanta voz desacorde
y para desvanecer tanto silencio sospechoso, y menos todavía
para cimentar con firmeza un relato y una explicación de nues -
tro liberalismo de hace un siglo, de los frutos que dejó y de cuál
y cuánta es nuestra deuda actual con él.
LA ESTRUCTURA DE LOS
CONSTITUYENTES
E
Todo esto causa una pena tanto mayor cuanto que el libro
de Rabasa es, decididamente, un gran libro; y lo es por una plu -
ralidad de motivos. Era su autor de una inteligencia muy poco
común: lúcida, penetrante y belicosa, pues planteaba sus proble -
mas en un tono provocativo que imponía en seguida la disputa
y aun el duelo. Fue un buen escritor: correcto, claro y brillante,
de tantos hallazgos verbales como Justo Sierra, por ejemplo, tan
convincente como él y más sobrio. Uno y otro han ejercido
una gran influencia, además, por su capacidad, al parecer ilimi -
tada, de encerrar en fórmulas agudas y breves ideas cuya expre -
sión parecería difícil y aun necesitada de menudos matices. Era
además hombre de gran integridad mental, de fuertes convic-
ciones, preocupado muy sinceramente por los males del país
y ansioso de contribuir a remediarlos. Y por sobre todas las co -
sas, en Rabasa se dio algo que parece obvio y que, sin em-
bargo, resulta raro en México: el conocimiento jurídico unido
al conocimiento histórico, condición primera para discurrir
con acierto sobre cuestiones de derecho constitucional. Efec-
tivamente, Rabasa sabía derecho y sabía historia.
Por ser excepcional en nuestro medio esta coincidencia, y
por ser, en sí misma, difícil de lograr, mucho me temo que en
Rabasa no se dieran el conocimiento del derecho y el de la
historia en el grado y con la simultaneidad que son apetecibles
y aun necesarios. Me parece que, cuando publicó en 1912 La
Constitución y la dictadura, no había alcanzado su saber histórico
la madurez que logró ocho años después, cuando en 1920 nos
entregó su magnífica Evolución histórica de México. Además, Ra-
basa no parece haber logrado trasponer las fuentes secunda-
rias, cosa perfectamente explicable, si se piensa que los libros
mexicanos de historia se cuentan por millares. Otra circunstan -
cia más le impidió lograr una visión mejor de nuestros tiempos
58
LA CONSTITUCIÓN DE 1857 Y SUS CRÍTICOS

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR