Estrategia de la No-violencia activa

AutorParent Jacquemin, Juan María
Páginas63-96
LA ACCIÓN NO-VIOLENTA. BASES TEÓRICAS Y SUGERENCIAS PRÁCTICAS
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CAPÍTULO CUARTO
ESTRATEGIA DE LA NO-VIOLENCIA ACTIVA
Decir no a la violencia es una lucha. Periódicamente nos es lanzado
a la mente el mensaje que quiere ser negación de la violencia. En
últimas fechas leemos y oímos en varios medios de difusión: Di no
a la violencia.
La frase es ingenua y engañosa. Algunos creerán seguramente que
basta con decir no a la violencia, es decir, no recurrir a ella en
nuestro trato con los demás para que la violencia desaparezca.
Nada más lejano de la verdad.
No a la violencia, ciertamente, pero un "no" dirigido a toda clase
de violencia. Es violento todo aquel que denigra a otro ser humano.
Ausencia de trabajo es humillación, salario mínimo injusto es
destrucción del otro, elecciones irrespetuosas de la voluntad popular
es guerra contra la nación.
Prevengamos este peligro reduciendo el mal ahí donde se genera,
no sólo ahí donde se manifiesta de modo espectacular.
La espiral de la violencia comienza en el uso de las palabras. La
persona es tratada primeramente como un ente de diferente
categoría, es decir, menos que ser humano. Una vez que ya no es
reconocido como ser humano para una sociedad, la violencia se
acrecienta y se llega al asesinato. Es grave observar que el lenguaje
utilizado en todas las esferas sociales desencadena la violencia en
vez de procurar la solución a los problemas que nos atañen.
Para que la violencia desaparezca es necesario que luchemos contra
la violencia. Parece paradójico. Eliminar una tendencia perversa
como es el recurso a la violencia en el ser humano, es el resultado
COMISIÓN DE DERECHOS HUMANOS DEL ESTADO DE MÉXICO
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de un esfuerzo difícil y muchas veces solamente se logra después
de un severo entrenamiento.
La palabra no es exagerada. La lucha contra la violencia es una
auténtica guerra que lleva consigo una filosofía de la paz, una
estrategia y unas tácticas (semejantes a la acción militar). Se
requieren armas que no son las que llevan este nombre sino aquellas
que pertenecen al arsenal de la conciencia.
Si solamente nos limitáramos a decir no a la violencia, entraríamos
en una actitud hipócrita al desconocer las raíces de este mal.
La No-violencia es solución de los conflictos, es fuerza y justicia,
es conversión, afirma Lanza del Vasto. Experimentar la No-violencia
es comprender los mecanismos, medir su eficacia y vivir la
experiencia de las relaciones humanas que se establecen en el
conflicto así tratado y eso puede ser fuente de conversión68.
Distingamos en primer lugar la acción no-violenta propiamente
dicha del conjunto mucho más amplio de las "acciones sin violencia".
Existe, felizmente, muchas maneras de actuar en situaciones de
conflicto sin recurrir a la violencia: la acción política y social cuando
se esfuerza por tratar ciertas causas de conflicto antes de que
degeneren en violencia; la diplomacia, cuando busca la negociación
de compromisos aceptables para evitar enfrentamientos violentos
o para poner fin a éstos; la mediación que restablece las relaciones
entre los adversarios; la acción humanitaria, que intenta limitar los
efectos de la violencia llevando asistencia a sus víctimas, etc. Está
claro que estas diversas acciones deben, en cuanto sea posible,
practicarse en función de las circunstancias. Pero la acción no-
violenta, tal como la definimos, no se confunde con ninguna de
ellas, aun cuando pueda estar asociada a ellas.
Por lo demás, está claro que la acción no-violenta no tiene nada en
común con las actitudes siguientes: a) negarse a ver la realidad de
la violencia: ceguera ante las injusticias que engendran la violencia,
indiferencia, individualismo, el "valemadrismo" político del
avestruz, el angelismo ("todo el mundo es amable"); b) negarse al
conflicto: silencio o huida ante las situaciones de violencia,
pasividad, temor de hacerse enemigos, abstención, abandono; o
68 Víctor Roussel. Toute vie humaine est sacrée, p. 63a
LA ACCIÓN NO-VIOLENTA. BASES TEÓRICAS Y SUGERENCIAS PRÁCTICAS
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aun: resignación, capitulación, sumisión a la violencia de los
violentos, negación a defender la propia dignidad o a defender al
oprimido; c) una posición que presenta la negación del conflicto
armado como una exigencia tan absoluta que se la lleva sobre todas
las otras, aun con el precio de la injusticia o de la pérdida de la
libertad. Esta posición tiene a veces el nombre de "pacifismo", a
menudo erróneamente: no es la de los movimientos de paz que, sin
negar la necesidad de una defensa, luchan para abatir el nivel de
los armamentos y en favor de un mejor entendimiento entre los
pueblos. Por eso, expresiones como "resistencia pasiva" o "defensa
pasiva" no convienen para designar la acción no-violenta, que es
esencialmente activa. No puede hablarse de No-violencia si no hay
conflicto. Se conoce al actor de la lucha por la defensa de los
Derechos Humanos cuando efectivamente hay una violación de
tales derechos, cuando hay que resolver el conflicto sin recurrir a
la coacción o a la astucia.
Es el lugar de citar a Vinoba, fiel seguidor de Gandhi: "La Tierra
es cosa fuerte. Si lanzamos una pelota, ella la devuelve. Pero recibe
el hierro y el azadón. Si Uds. son huecos e inflados con aire como
una pelota, la tierra los rebotará. Sean como el hierro como la
herramienta paciente"69.
No-violencia no es pacifismo
Cuando hablamos de No-violencia activa (me refiero a los Gandhi,
los Martín Luther King, los César Chávez...) es necesario
distinguirla semánticamente, del pacifismo. El pacifismo busca la
paz a toda costa y se niega a ver la causa del conflicto. La paz a
toda costa finalmente significa la paz a cualquier precio. La No-
violencia por lo contrario "administra" los conflictos con los medios
eficaces que no recurren a la violencia. En la búsqueda del
compromiso honesto es necesario revelar el conflicto: los medios
de la No-violencia (las tácticas) tienen esta finalidad; no son aún la
resolución del conflicto, son parte de ella porque hacen presente el
conflicto. Muchas de las dificultades que encontramos entre nosotros
tienen por origen la ignorancia de las características del conflicto,
de sus causas, de su profundidad. Los medios no-violentos activos
69 Citado por Lanza del Vasto. "Préface" en Acharya Vinoba. La révolution de
la non-violence, p.12.

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